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Joseph Tantete Dubruiller

Biografía

Tantete Dubruiller, Joseph. Orchies (Francia), 1699 – Cuba, 1760. Ingeniero en jefe y grado de coronel del Ejército.

Orchies, ciudad de nacimiento de Joseph Tantete, perteneció a los Países Bajos españoles, bajo cuya jurisdicción permanecería hasta su anexión a Francia por el Tratado de Aquisgrán en 1668.

A partir de 1725, Tantete estuvo trabajando en Pamplona como ingeniero voluntario, dato conocido por una carta que le dirigió a Jorge Próspero Verboom, ingeniero general, en 1734. El 13 de diciembre de 1726 había ingresado en el Cuerpo de Ingenieros como ingeniero extraordinario por promoción y grado de subteniente de Infantería, siendo destinado a Navarra según una Real Orden de fecha 24 de diciembre de 1726.

Posiblemente había estudiado en la Real Academia de Matemáticas de Barcelona (ingenieros ingresados en el Cuerpo pertenecientes a la misma promoción, como Francisco Serstevens, Marcos Llobet y otros habían realizado sus estudios en esa academia), prestigioso centro donde se formaban los futuros ingenieros del ejército durante el siglo XVIII.

En 1730 era promovido a ingeniero ordinario y grado de capitán de Infantería, con un sueldo anual de 1.000 pesos, y por un Real Decreto de 2 de mayo de 1731 se le destinaba pasar a servir a América desde Cádiz, donde había sido destinado anteriormente. Una vez llegado a Hispanoamérica, en principio pasaba a trabajar a La Florida y luego en 1732 a Cuba, donde permanecía hasta su muerte en 1760. En la isla de Cuba debía trabajar como subalterno del ingeniero en jefe D. Carlos Blondeaux, “encargado de proyectar y delinear los fuertes en la Provincia de Apalache del Presidio de La Florida y en la isla de Cuba, isla de Puerto Rico, y Santo Domingo”.

En 1734 realizaba el plano de un fuerte para defender el canal de entrada de la bahía de Jagua, en Santa Clara, y al siguiente año elaboraba un nuevo plano del fortín de la citada bahía de Jagua o de Xagua, hoy de Cienfuegos. La bahía, situada en la costa sur de Cuba, era refugio de embarcaciones diversas, en algunos casos de piratas, desde el inicio de la colonización española.

Tantete situó la futura fortaleza que terminaría construyendo, llamada de Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua, en una colina en la margen occidental del caño de entrada en la repetidamente citada bahía, custodiando la entrada a la misma. Para su elevación, Jorge Próspero de Verboom, ingeniero general, había realizado anteriormente un proyecto inasumible. Sin embargo, el diseño final fue adjudicado al ingeniero José Tantete, quien contó con la colaboración de Bruno Caballero, por entonces ingeniero jefe en La Habana. El mayor rango de Caballero y sus obligaciones como superior de ingenieros en la capital cubana son razones para pensar que colaboró en la proyección del fuerte nominalmente, mientras que Tantete estuvo in situ dirigiendo los trabajos de construcción hasta su término en 1745, según figura escrito en la lápida de entrada al castillo.

Con anterioridad, Bruno Caballero, en un informe dirigido a José Patiño, ministro de Marina, había señalado la necesidad de levantar un fuerte para la defensa de la ensenada.

Al efecto y como se ha señalado ut supra, en 1734 Tantete informaba sobre las obras de desmonte iniciadas el año anterior “para el fuerte, casas y barracas y algunos huertos para el cultivo de alimentos y el tipo de batería que levantar. La batería debía ser fortificada para asegurar el comercio con otras zonas del Imperio e impedir comercio ilícito, desde ese puerto hasta Batabanó, … porque apoderados los enemigos de esta bahía sería de un segundo Gibraltar por esta Isla”.

Enclavado en una pequeña altura de su orilla occidental, a la medianía del estrecho cañón de la entrada, el fuerte de Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua es una sólida construcción en piedra de estructura cúbica, con dos niveles, un foso perimetral seco, con un puente levadizo y un torreón terminado en una cúpula semiesférica. La fortaleza está protegida por una alta muralla que oculta el nivel inferior, que contiene un patio de armas y dos garitas en los ángulos de la plataforma de tiro que miran al mar. La portada de entrada a la fortaleza (en realidad una batería fortificada), construida en piedra en su totalidad, se proyectó como un arco de medio punto flanqueado por parejas de pilastras coronadas por capiteles corintios y rematados por un frontón triangular roto, dado que su cima presentaba en los lados unas hendiduras para resguardo del mecanismo del puente de acceso a la fortaleza.

Una vez concluida la obra, la región central de la isla disponía de una adecuada defensa ante las constantes amenazas de guerra de las potencias extranjeras o los asedios de piratas que castigaban con frecuencia el litoral cubano, convirtiendo a Jagua en un puerto más seguro, capaz de garantizar el atraque a la flota española.

El 21 de octubre de 1739 Tantete se hallaba en La Habana, cuando una escuadra inglesa bloqueaba el puerto, siendo nombrado comandante del castillo de la Bahía de Jagua que estaba construyendo. El almirante Vernon había organizado una poderosa flota, dirigiéndose con ella para atacar la plaza de La Habana en los meses de septiembre a noviembre de 1739, simultaneándolo con los ataques a La Guaira y Portobelo. Vernon se presentó con una flota de 57 barcos y dispuso el bloqueo de La Habana para evitar la llegada de refuerzos. El asedio se prolongó hasta el 16 de noviembre del citado año. Durante el sitio, los británicos apresaron numerosas balandras y goletas que acudían a La Habana con cargamentos diversos, al tiempo que realizaban una serie de pequeños desembarcos, que permitieron a los españoles hacer prisioneros y recabar datos sobre los efectivos y nombres de los oficiales británicos. Finalmente, persuadidos de lo inútil de sus esfuerzos, los británicos se retiraban de las costas cubanas el 17 de noviembre de 1739.

El 20 de octubre de 1741, promovido a ingeniero en segundo con grado de capitán de Infantería y un sueldo anual de 1.800 pesos, Tantete dibujaba el tercer plano y perfiles del fuerte de la Bahía de Jagua, al que cuatro años más tarde daba fin. En 1745 se colocaba una placa de bronce en la portada del castillo, con la inscripción siguiente: “Reinando la majestad de Felipe V Rey de España y de las Indias Govnr. Y Capitán Genral. de esta Isla de Cuba el Exmo. Señor D. Juan Francisco Guenes i Horcasitas se acavó este Castillo fabricado por D. Joseph Tantate Injeniero. Año 1745”.

Posteriormente, en 1749 levantaba el plano de un castillo que se proyectaba construir en la Cabaña, La Habana, en colaboración con el ingeniero jefe Antonio Arredondo, con el que también trabajaba en otros lugares de la ciudad faltos de urbanización, como la “Ciénaga”.

La fortaleza de San Carlos de la Cabaña, situada en una colina a 200 metros de altura en la entrada de la bahía de La Habana, debía, junto a la fortaleza de San Salvador de La Punta y el castillo de la Real Fuerza, defender la ciudad frente a cualquier ataque enemigo o pirático, cruzando sus fuegos.

Durante el reinado de Fernando VI se realizaron en Cuba gestiones para la fundación de nuevas poblaciones, como la de la bahía de Nipe, situada en la zona oriental de la isla. En 1758 se hicieron los necesarios reconocimientos y las primeras operaciones de poblamiento a cargo de la localidad de Bayamo (actual capital del municipio homónimo y de la provincia Granma en Cuba). Anteriormente, en 1754 José Tantete había levantado un Plano del puerto o baya de Nipe, sito en la costa norte. El plano era remitido por carta al gobernador y virrey de la isla, Francisco Antonio Cagigal de la Vega; en él exponía que los vecinos de Bayamo querían poblar cerca de la bahía de Nipe, razón por la que había reconocido el terreno.

De igual forma, Tantete en 1749 (se le concedía el grado de teniente coronel de Infantería el 26 de febrero de ese año) había presentado el plano y proyecto de una nueva fundación, la del pueblo de Nuestra Señora del Rosario, situado en el Horcón de Manuel González. Simultáneamente se levantaban los planos del camino desde La Habana al dicho Horcón y nuevos planos del pueblo, en los que intervino Tantete realizando las correspondientes mediciones.

En 1755 dibujaba cuatro planos más del castillo de la Cabaña, incluyendo terreno y perfiles. También proyectaba en 1756 en la isla de Cuba la Casa de Gobierno de Santiago de Compostela de las Vegas. También en ese año levantaba el Plano del pueblo de Santiago de Compostela de las Vegas, acompañado de expediente, en el que señalaba para el pueblo, una extensión de “quatro caballerías de tierras, así como que, la plaza doscientas veinte varas de largo y ciento veinte de ancho, un solar para la iglesia, casa del cabildo, cárcel y carnicería, así como solares para viviendas de blancos, mulatos y negros, las calles de 12 varas de ancho”, y además estaba previsto la colocación de árboles para solaz de sus habitantes. Finalmente, en 1759 levantaba un plano de la ciudad, puerto y playa de Baracoa.

El impulso definitivo a la construcción de un fuerte en la loma de la Cabaña se produjo bajo el mando del gobernador Francisco Antonio Cajigal de la Vega entre 1747 y 1760. El plano realizado por los ingenieros Antonio de Arredondo y José Tantete en 1749 muestra un fuerte pentagonal con terraplenes abovedados, foso y camino cubierto con plaza de armas, donde se aprecia la influencia de las teorías de Vauban: Plano del Castillo que se proyecta en la Cabaña: para demostrar en punto mayor sus partes y las obras interiores de que hade constar, Representarse la mitad cortado por la superficie del Terreno y la otra enque deve quedar despues de finalisado.

Como se ha señalado más atrás, el ingeniero José Tantete, que se mantuvo en Cuba hasta su muerte, llevó a cabo otras diversas obras, entre ellas, la columna conmemorativa erigida en La Habana, en el lugar de la ceiba bajo la que se celebró, el 16 de noviembre de 1519 según la tradición, la primera misa y el nombramiento del primer cabildo de la ciudad.

Más tarde, el ingeniero José Tantete, autor como vimos de la fortaleza de Nuestra Señora de los Ángeles en Jagua, proyectó la ampliación del marco defensivo del puerto, la costa y la propia ciudad. Su propuesta se mantuvo más de una década en espera de la aprobación real, aunque su trabajo fue finalmente acabado por el Ingeniero Suárez Calderín en 1761.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas (AGS), DGT, 1º, 2, 26, 46; AGS, DGT, 1º, 2, 33, 133; Instituto de Historia y Cultura Militar, Colección Aparici.

H. Capel et al., Los Ingenieros Militares en España. Siglo XVIII. Repertorio biográfico e inventario de su labor científica y espacial, Barcelona, Publicaciones y ediciones de la Universidad de Barcelona, 1983; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; C. Laorden Ramos, “El Ejército y la fundación de ciudades en Cuba”, en Revista de Historia Militar, 78 (1995), págs. 41-84; J. A. Calderón Quijano, Las Fortificaciones Españolas en América y Filipinas, Madrid, Editorial Mapfre, 1996; M.ª D. González-Ripoll Navarro et al., El rumor de Haití en Cuba: Temor, raza y rebeldía, 1709-1844, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2004; R. Gutiérrez Dacosta, Fortificaciones en Iberoamérica, Madrid, El Viso, 2005; T. Blanes Martín, “Un acercamiento hacia las principales fortificaciones coloniales de Cuba”, en Revista de Historia Militar, 99 (2006), págs. 161-192; C. Laorden Ramos, Obra Civil en Ultramar del Real Cuerpo de Ingenieros, Madrid, Ministerio de Defensa, 2008, 2 vols.; C. Bianchi Ross, “El Templete”, en Juventud Rebelde. Diario de la juventud cubana, 5 de marzo de 2016 [en línea], disponible en https://www.juventudrebelde.cu/columnas/lecturas/2016-03-05/el-templete; P. Cruz Freire, Silvestre Abarca. Ingeniero de la Monarquía Hispana, tesis doctoral, Sevilla, Universidad de Sevilla, 2016; M. Monfort, “La fortaleza de Jagua”, en Blog Meliá Cuba, 2 de marzo de 2018 [en línea], disponible en https://blog.meliacuba.es/bitacora-de-cuba/bitacoradecuba-la-fortaleza-jagua/; J. López Hernández, "Ingenieros militares, gobernadores y procesos constructivos en Santiago de Cuba en el siglo XVIII", en Y. Guasch Marí, R. López Guzmán e I. Panduro Sáez (eds.), Identidades y Redes Culturales. V Congreso Internacional de Barroco Iberoamericano, Granada, Universidad de Granada, 2021, págs. 727-735; A. Torres Santo Domingo, “Guerra del Asiento contra Inglaterra (1739 - 1748)”, en Ingenieros del rey [en línea], disponible en http://www.altorres.synology.me/guerras/1739_asiento/1739_habana.htm.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño

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