Beltrán Massés, Federico. Federico Armando. Güira de Melena (Cuba), 29.IX.1885 – Barcelona 4.X.1949. Pintor.
Nació en Cuba, entonces española. Su padre Luis Beltrán de Lis Fernández de Estepona (1859- 1904), fue teniente de caballería del Ejército Español y su madre Mercedes Massés y Estrada, hija de un médico de Agramunt (Lérida), y de cubana nacida en Matanzas. Se consideró siempre español, pero cubano de nacimiento, a pesar de no haber recibido oficialmente la nacionalidad española hasta 1911.
En 1892, ya con ambiente de independencia, la familia abandona Cuba y se instala en Barcelona, donde Beltrán inició su formación en el Ateneo Obrero. Tras trabajar un tiempo como contable logró el permiso familiar para iniciar, en 1903, sus estudios pictóricos en la Llotja (Escuela de Bellas Artes de Barcelona) bajo la tutela del pintor Antonio Caba (1838-1907). Al fallecer trágicamente su padre en 1904 se vio obligado, a hacerse cargo económico de su madre, a sus 19 años ya como pintor profesional. Expuso en el Ateneo Barcelonés donde consiguió un reconocimiento que le permitió, en 1906, trasladarse a Madrid y trabajar en el estudio del pintor Joaquín Sorolla (1863-1923). Durante su estancia en la capital visitó el Museo del Prado, profundizó en el estudio de la pintura española del Siglo de Oro y de los grandes maestros italianos, que unido a la influencia del maestro Sorolla, le llevó a desarrollar una obra de un realismo regionalista. Participó en 1906 en la Exposición Nacional de Madrid y al siguiente año en la Internacional de Barcelona.
En 1908 Sarah Dragoné (1872-1920) viuda Narezo, le invitó a pasar el verano en su casona del pueblo de Frama, en los Picos de Europa (Santander), iniciando allí una relación con su hija Irene Narezo Dragoné. Su estancia en el recóndito valle cántabro ejerció tal influencia en él y en su pintura que le permitió encontrar un estilo propio dentro de un realismo naturalista de corte clásico, inspirado en temas y personajes del mundo rural del valle. En 1909 expuso la serie de obras de Liébana en la Galería Orfila de Madrid y en 1910 un par de ellas en la Exposición Universal de Bruselas, donde fue distinguido con una medalla. Participó en varias muestras colectivas internacionales hasta que en 1910 realizó su primera exposición individual en la Sala Parés de Barcelona.
En 1911 contrajo matrimonio con Irene Narezo Dragoné (San Luis Potosí 1884 – Barcelona 1970) pintora como él, con quien convivió toda su vida.
En 1914 realizó una segunda exposición individual en la Sala Parés de Barcelona mostrando allí una obra ya consolidada en un estilo cercano al simbolismo, que poco tiempo después derivaría hacia un Art Decó, siempre con un ligero tono costumbrista y remarcadamente español.
En 1915, (de octubre a noviembre), su esposa, Irene Narezo Dragoné realiza su única exposición personal en la Sala Pares de Barcelona y es calificada por la prensa como una de las pintoras con más talento en Cataluña. En ese mismo año Beltrán presenta la Maja marquesa en la Exposición Nacional de Madrid que resultó ser tal escándalo que la obra fue retirada de por indecente. A raíz de este rechazo el pintor, muy dolido por tal puritanismo hispano, decidió trasladar su residencia a Paris.
La familia se instaló en 1916, en una gran mansión del barrio de Passy. El mismo año expuso en el Hotel Palace de Madrid y su obra Noche galante fue comprada por el SM. Alfonso XIII, quien le avaló para lograr su permiso de residencia en Francia. Poco a poco su esposa Irene Narezo abandona su propia carrera pictórica para ayudar y apoyar la de su marido.
En 1918 le nombran delegado de la Exposición Hispanoamericana de Zaragoza, en la que también participó como pintor. Se inicia entonces un periodo de enorme fertilidad pictórica y con su obra La ofrenda se empieza a reconocer su valía y a triunfar con sus retratos entre la sociedad parisina. En 1919 participó en la Exposición Española del Petit Palais de París, y su obra La Maja Maldita consolidó su carrera.
En 1920 La Bienal de Venecia le dedicó la Sala de Honor, dándole con ello y con la compra de su Autorretrato para la colección de la Galería Degli Uffici, el definitivo reconocimiento internacional a su figura. La ciudad de Venecia marcó la obra de Beltrán de una manera muy especial, proporcionó inspiración y sentido a sus fantasías convirtiéndola en múltiples ocasiones en el fondo en que enmarcar sus obras y retratos.
En París expuso en 1921, en la Societé National des Beaux Arts; en el Cercle Interalié exhibió más de 100 obras, publicando una edición de grabados como catálogo; 1923 la Societé des Beaux Arts de Niza, le dedica la sala de honor, organizada por Vicente Blasco Ibañez; en 1924 Individual en Galerie Trotti y el Musée du Luxenbourg adquirió 3 obras actualmente en la colección del Centre Pompidou.
Viajó a Estados Unidos en donde expuso en 1924 en la Galería Wildenstein de Nueva York y en Los Ángeles el año siguiente: Stendhal Art Gallery y en Whitehall Palm Beach. Sus amigos americanos fueron personas muy influyentes del mundo del cine: el actor Rodolfo Valentino fue uno de sus mayores admiradores y al que retrató dos veces luciendo vestuario icónico de sus películas, Caballero jerezano y Dawn le Faucon Noir. Entre sus clientes estaban también Charles Chaplin, Marion Davies –a la que retrató 3 veces–, y el magnate William Randolph Hearst le compró varias obras para su colección particular. Todos ellos le convirtieron también en el retratista favorito de la jet set americana del momento retratando a miembros de adineradas familias como los Rothschild, los Morgan o los Forbes, entre muchos otros.
En 1926 pasó el invierno en Madrid y el Museo Nacional de Arte Moderno le compró la obra La Noche azul actualmente en la colección del Museo Nacional Reina Sofia.
En busca de nuevas fuentes de inspiración en 1927, viajó a Ceilán y la India.
En 1928 fue nombrado Comisario de la exposición/homenaje con motivo del Centenario de Goya, en Burdeos, en la que también participa como pintor. En 1929, en la Galería Javal et Bourdeaux de París presenta una exposición con ilustraciones para el libro de Gabriele d’Annunzio Triomphe de la mort, que fue publicado en 1932.
En 1929 realiza su primera exposición individual en Londres, New Burlington Gallery donde presenta con gran éxito de público su obra Salomé. Siguieron a ésta otras dos muestras en 1934 y 1938 en la misma galería.
En 1930 volvió a exponer en New York. Su relación con el mundo de los artistas del cine continuó viva desde París a donde viajaban asiduamente las estrellas de Hollywood durante este periodo de auge de la ciudad. Realizó entonces varios retratos a Joan Crawford, Douglas Fairbanks y a Pola Negri. Son unos años de gran fecundidad pictórica en los que se suceden exposiciones individuales en galerías de París como George Petit, 1932; Galerie Jacques Seligman, 1933; Galerie Charpentier, 1934; Bernheim-Jeune, 1935; Galeria Trotti-place Vendôme; Exposición L’Art Espagnol Contemporain Musee. Jeu de Pome, 1936 y Seligman, 1938.
Continúa residiendo en París durante la Guerra Civil Española (1936-1939) y la 2ª Guerra Mundial (1939-1945) así como durante la ocupación alemana de Francia (1940-1944).
En 1942 expone en el Hogar Español de París al tiempo que imparte lecciones de pintura.
En 1943 en el Hotel Palace de Madrid y en Galerías Pallares en Barcelona.,
En 1944 empiezan algunos graves problemas de salud por lo que la pareja decide la vuelta definitiva a España, a Barcelona, instalándose a vivir en el Hotel Ritz en donde expone en 1947 y 1948.
El artista falleció en Barcelona en 1949, a los 64 años, sin descendencia. Irene Narezo Dragoné, su esposa, murió en septiembre de 1970.
Beltrán fue un gran retratista, y es en este campo donde mayoritariamente desarrolló su obra y su fama. Es lo que en Francia se denominó “peintre mondaine”, es decir pintor de sociedad: retratista. En toda su obra encontramos mucha descripción con especial atención a los detalles centrándose en la calidad de la ropa y la joyería, el oriente y lustre de las perlas, los fondos exóticos, el brillo de los tejidos, de los metales y de las gemas.
A lo largo de su vida recibió gran número de distinciones y reconocimientos tanto nacionales como internacionales. Destacaremos entre ellas la Gran Cruz de Caballero de la Orden de Carlos III y de la Orden Civil de Alfonso XIII. (1918) y la de Comandante de la Legión de Honor (1927) y la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica (1924), de la Orden de Malta, y Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil (1943), así como la Gran Cruz de Céspedes y del Mérito de Honor por parte de Cuba. Fue miembro de la Hispanic Society (1924), agregado artístico de la legación cubana en Francia (1938-1941). También lo fue de múltiples Academias entre las que destacan la de San Fernando, Bellas Artes de Barcelona, Instituto de Francia y un largo etc.
A Beltrán las distinciones le importaban, afirmaban y reconfortaban. Para él era muy importante la fama y el reconocimiento externo.
Obras de: Jesulín del amor, 1908; Pierrot Malade, 1914; Noche Galante, 1914; Noche azul, 1914; Maja Marquesa, 1915; Vers les etoiles, 1916; Hora azul, 1917; Salomé, 1918; La Maja Maldita, 1918, Retrato de Anita Delgado, Maharaní de Kapurthala, 1919; Retrato de la Marquesa Casati, 1920; Retrato de Suzanne Albarrán; Gaditana; La maja del puerto 1921; Las Ibericas, 1924; Caballero Jerezano, 1925; Noche de Eva, 1929; Retrato de Douglas Fairbanks Jr., 1932; Retrato de Joan Crawfort 1932: Madame Bonnardel, 1932.
Bibl.: G. García Maroto, Federico Beltrán y la Exposición Nacional de Bellas Artes de MCMXV, Madrid, Imprenta Española Olivar, 1915; C. Mauclair y L. Vauxcelles, L'oeuvre de Federico Beltrán-Massés, París, Vizzanova, 1921; A. de Hoyos Vinent, Federico Beltran Massés. Madrid, Tip. Artística, 1923; M.ª V. Salom Vidal, Iniciación a la pintura de Federico Beltran Massés, (trabajo dirigido por José Guerrero Lovillo y presentado para la licenciatura de Filosofía y Letras de la Universidad de Barcelona). 1966, 354 págs mecanografiadas; P. Pérez Castro (com.), Federico Beltran Massés: enigma y sensualidad, cat. exp. (textos de Luis Alberto Cuenca et al.), Salamanca, Museo Art Nouveau y Art Déco Casa Lis, 2007; P. J. Figuerola Rotger (com.), Federico Beltrán Massés: un pintor en la corte de Hollywood, cat. exp., Barcelona, Museu Diocesà de Barcelona, 2011; VV. AA., Federico Beltran Massés: castizo cosmopolita, cat. exp. Madrid, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 2012; VV. AA., Federico Beltran Massés: blue nights and libertine legends: nocturnes and portraits in the jazz age, cat. exp. London, Stair Sainty Gallery, y Paris, Alain Blondel Paris, 2012; M.ª A. Salom de Tord, “La maja maldita de Federico Beltran Massés: la seducción por la model”, en Emblecat: revista de l’Associació Catalana d’Estudis d’Emblemàtica, Art i Societat, n.º 3, (2014), págs. 83- 96; VV. AA., Federico Beltran Massés: under the stars, cat. exp. London, Stair Sainty, 2016; M. Caro Blazquez, “Federico Beltrán Massés (1885-1949). Relación del pintor con Cuba desde su infancia hasta el éxito internacional”, en UH (Revista de la Universidad de La Habana), n.º 291 – 5 (2021, edición digital del 1 de enero)
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_abstract&pid=S0253-92762021000100005
Maria Antonia Salom de Tord