Francisco Pío, Leopoldo de. Caravaca (Murcia), 3.VIII.1877 – Valencia, 4.X.1936. Siervo de Dios, religioso de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios (OH), limosnero, mártir.
Fue bautizado el mismo día que nació en la iglesia parroquial del Salvador de Caravaca por el reverendo Juan López Sánchez, coadjutor de la misma, con el nombre de Juan Francisco Esteban Pío. Fue su madrina Antonia García, y actuaron de padrinos Agustín Fuentes y Blas Ferrer. A los treinta y ocho años, el 4 de noviembre de 1915, muy consciente de la vida que había escogido, ingresó en la Orden Hospitalaria en la casa de Ciempozuelos, donde pasó un tiempo para experimentar directamente la asistencia hospitalaria.
Pronto quedaron manifiestas las buenas disposiciones que le acompañaban y la rectitud de su determinación al abrazar la vida religiosa, identificándose con la nueva vida. Su determinación y entrega en el servicio hospitalario a los enfermos fue total y generosa. Al año siguiente, el 20 de marzo de 1916 entró en el noviciado en la casa de Carabanchel Alto, recibiendo el nombre de fray Leopoldo. Y dos años después, el 30 de mayo de 1918 emitía la profesión de votos temporales en la misma casa de Carabanchel Alto, reincorporándose de nuevo a Ciempozuelos para el tiempo de complementación formativa como neoprofeso, siguiendo con la misma disposición su entrega generosa a los enfermos mentales. Realizó la profesión solemne el 6 de mayo de 1923. Su actividad hospitalaria la desarrolló fundamentalmente en las casas de Valencia y Carabanchel Alto, en la primera como limosnero y en la segunda dedicado a la asistencia de una sección de enfermos epilépticos también formó parte de otras (Barcelona, Sant Boi de Llobregat, Calafell), aunque por un período de tiempo más breve.
El 4 de octubre de 1936, en horas en que ya se había retirado para descansar, el siervo de Dios fray Leopoldo, al igual que los demás miembros de la comunidad, fue levantado de la cama y, después de sufrir un somero interrogatorio por parte del jefe de los milicianos, fue conminado a subir a un automóvil y llevado al lugar del sacrificio. Fue asesinado junto a la Acequia Vera, en las arenas del mar en la playa de La Malvarrosa, mientras gritaba: “¡Viva Cristo Rey!”.
Al morir, tenía cincuenta y nueve años de edad, habiendo pasado veintiuno como hermano hospitalario. Sus restos se conservan en el cementerio municipal de La Malvarrosa. Abierta su causa de muerte por martirio en la diócesis de Valencia (1995) y aprobado el proceso diocesano en Roma, sigue su curso de estudio ante la Congregación para las Causas de los Santos del Vaticano.
Bibl.: H. Villanueva Igual, Extracto de lo sucedido en el Asilo-Hospital san Juan de Dios, de Malvarrosa, Valencia, Pamplona, 1938 (ms.); O. Marcos Bueno, Testimonio Martirial de los Hermanos de san Juan de Dios en los días de la persecución religiosa española, Madrid, Edición Hospitalaria, 1980; Postulación Orden Hospitalaria, Causa de Canonización por martirio, Valentina, copia pública del proceso diocesano, 1996; F. Lizaso Berruete y J. L. Gutiérrez, Positio, an constet de martyrio, ejusque causa, Roma, 2000 (ed. ciclostilada).
José Luis Martínez Gil, OH