Gayangos y Morquecho, Tomás. Casalarreina (La Rioja), 20.XII.1737 – Cádiz, 28.VIII.1796. Jefe de Escuadra de la Armada.
Bautizado el 22 de diciembre de 1737 en la iglesia parroquial de San Martín de Casalarreina (La Rioja). Hijo de Francisco Javier Gómez Gayangos y Luisa Morquecho, vecinos de esa villa. Sus abuelos paternos fueron Pedro Gómez de Gayangos y María Salazar de Guréndez, vecinos también de Casalarreina, y los abuelos maternos Crisantos de Morquecho y Josefa Ruiz de la Bastida, vecinos de la villa de Pancorbo.
Tanto su padre como su abuelo paterno fueron alcaldes ordinarios de Casalarreina en 1738 y 1699, respectivamente, y el padre de su abuela paterna, Francisco de Salazar de Guréndez, fue regidor del Estado noble en 1667, acreditando a su vez la hidalguía por línea paterna y materna.
Ingresó en la Real Compañía de Guardias Marinas, en el Departamento de Cádiz, el 10 de abril de 1755. En 1757 se embarcó de guardia marina en el navío España, a las órdenes del comandante José de Rojas, con destino a hacer el corso en el cabo de San Vicente.
Trasbordó en los años siguientes a otros navíos de la Armada haciendo corso por el Mediterráneo y el océano Atlántico. El 22 de agosto fue destinado al navío Fénix, para conducir al rey Carlos III a Nápoles.
El 5 de enero de 1760 fue habilitado de oficial y destinado al Departamento de Ferrol, agregado a los batallones de Marina. Navegó después Gayangos por las costas de Italia, Marruecos y Argel, así como por las de Cádiz y Cartagena haciendo corso y otros destinos.
Ascendió a alférez de navío el 15 de enero de 1766 y a teniente de fragata, el 17 de septiembre de 1767.
El 5 de enero de 1769 se embarcó en el navío Astuto, al mando de Pedro Trujillo, destinado a trasportar tropas y municiones a Chile y Perú, junto con el navío Septentrión y la fragata Santa Rosalía, todos a la orden de Antonio de Arce. A principios del año 1772 se le destinó a la fragata Santa María Magdalena, alias el Águila, anclada en el puerto peruano de Callao, en calidad de segundo y bajo las órdenes del comandante Domingo Bonechea. Participó a bordo de dicho buque en las dos primeras expediciones al reconocimiento de la isla de Tahití y en el descubrimiento de otras islas de la Polinesia central.
En la primera expedición intervino activamente mandando los botes que fueron a costear y parlamentar con los polinesios de las islas de San Cristóbal (Mehetia) y Amat (Tahití) principalmente, dando por escrito a su comandante una relación completa de los accidentes geográficos de cada isla, así como de sus habitantes, viviendas, alimentos, maderas, armas, canoas, etc.
En el segundo viaje a Tahití por muerte de Bonechea en Tautira, tomó el mando de la expedición, a bordo de la fragata Águila, acompañada del paquebote Júpiter. Partió de Tahití el 28 de enero de 1775 y de regreso al Perú descubrió el 5 de febrero la isla de Raivavae, del grupo de las islas Australes, a la que puso el nombre de Santa Rosa. Dejó escrita una relación de la circunnavegación a la isla de Tahití y un diario muy completo del segundo viaje, así como de los sucesos ocurridos durante su estancia en esa isla.
El 1 de junio de 1775 entregó el mando de la fragata Águila al teniente de navío Cayetano de Lángara, y trasbordó al navío San Pedro de Alcántara, que junto a otros navíos regresaban a Cádiz con caudales. En 1776 fue destinado en la escuadra del marqués de Casa-Tilly, que condujo al Brasil la división del general Ceballos. Participó en la ocupación de la isla Santa Catalina y colonia del Sacramento contra los portugueses, bajo las órdenes de Juan de Lángara.
Ascendió a alférez de la Compañía de Guardias Marinas el 19 de noviembre de 1776, a capitán de fragata el 13 de mayo de 1779, y a capitán de navío el 21 de diciembre de 1782. En esos años, estando en el departamento de Cartagena fue comisionado al reconocimiento y corte de maderas de los montes de Aragón y Cataluña, pasando después a los montes de Cuenca. En 1786, por real orden fue destinado a la Corte y enviado a Alemania y Rusia desempeñando importantes misiones relativas al comercio nacional, acreditando en todas ellas sus grandes dotes de instrucción y relaciones públicas ante las autoridades de ambos países.
De regreso a España, el 14 de octubre de 1788, se le confió el mando del navío San Fulgencio, con el cual navegó por el Mediterráneo para proteger el comercio español. Más tarde pasó a la escuadra de Féliz de Tejada, realizando viajes a Nápoles y Liorno. Ascendió a brigadier en septiembre de 1789, y solicitó permiso al Rey para pasar a La Rioja y curar su salud quebrantada por los frecuentes vértigos que padecía.
En septiembre de 1792 fue destinado a Ferrol y más tarde al departamento de Cádiz, donde ascendió a jefe de escuadra. Falleció en dicha plaza, en la noche del 27 al 28 de agosto de 1796. Gayangos murió a los cincuenta y ocho años de edad y cuarenta y uno de servicios en la Armada española. Tanto en su vida militar como en la civil gozó de gran estima y reputación, desarrollando sus actividades con plena lucidez y talento, cualidades que lo enaltecían como distinguido marino.
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Francisco Mellén Blanco
