Brillante marino, inició su carrera como guardia marina en Ferrol en julio de 1770 para, después de una activa carrera en los mares de América, Filipinas y Europa, en lucha con corsos e ingleses, ser nombrado en 1805 teniente general. En febrero de 1807, tras ser nombrado Godoy almirante general de la Armada, fue llamado a Madrid a formar parte del consejo del Almirantazgo, institución que quedó convertida en el Consejo de Marina con la caída de Godoy, en el que continuó sin problemas. Al estallar la guerra en 1808 fue nombrado miembro de la Junta de Armamento y defensa de Valencia, ciudad que defendió con éxito de los ataques del mariscal Moncey, y después de la batalla de Bailén acudió a Madrid como miembro del Tribunal Extraordinario y Temporal de Vigilancia y Protección. Sin embargo, su voluntad flaqueó tras la rápida reconquista efectuada por Napoleón, por lo que al caer Madrid decidió afrancesarse, al parecer por influjo de Mazarredo. [...]