Eslava Elizondo, Hilarión. Burlada (Navarra), 21.X.1807 – Madrid, 23.VII.1878. Compositor y maestro de capilla.
Sus padres, propietarios de la casa solariega conocida bajo el nombre de Benitorena, gozaban de una posición económica holgada y, a Hilarión Eslava, único hijo varón y, por tanto, heredero de la estirpe familiar, le dieron una educación esmerada. Eslava poseía un talento especial y dedicó un gran esfuerzo a todo lo que se proponía, por lo que a los ocho años había finalizado su educación primaria.
Circunstancias fortuitas hicieron que pudiera coincidir con Mateo Jiménez, a la sazón, rector del Colegio de los Infantillos de la catedral de Pamplona, el cual paseaba por las orillas del río que rodea y baña Burlada, y al pasar delante de un grupo de chicos, le llamó la atención uno con aspecto varonil y mirada inteligente: Hilarión Eslava. Entabló conversación con él y le preguntó si sabía leer. Él le contestó que sabía leer, contar y también cantar. El maestro le pidió que cantase algo, y sin más, el muchacho le cantó una jota. Al maestro Jiménez le encantó su afinación, su extensa tesitura y su voz clara, y le preguntó que si quería pertenecer al coro de la catedral, a lo cual Hilarión Eslava contestó afirmativamente. Pero consultados sus padres, que confiaban en él como continuador de la saga familia y de su honrada fortuna como único varón de la casa, se opusieron. El capellán regresó a Pamplona sin Eslava, que se quedó muy desconsolado.
Al poco tiempo, el rector del colegio de los Infantillos volvió de nuevo a Burlada con la intención de reclutar niños para el coro de la catedral, razón por la cual visitó la escuela. El rector hizo cantar a muchos de los chicos, pero no encontró a ninguno adecuado para formar parte del coro y solicitó al maestro que buscara y trajera a Hilarión Eslava. Después de muchos ruegos y súplicas del clérigo, el rector pudo vencer la tenaz resistencia de sus padres. De esta manera, Hilarión Eslava ingresó, en 1816, en el colegio de Infantillos de la catedral, donde comenzó su formación musical: estudió solfeo con el propio rector, piano y órgano con el maestro de capilla Julián Prieto y en el seminario de Pamplona, como complemento a sus estudios musicales, cursó diversas materias humanísticas bajo la dirección de Víctor Salinas.
El sitio de Pamplona de 1823 le obligó a suspender sus estudios y a abandonar el colegio de Infantillos. Durante los siete años que permaneció en el colegio, fue tal su aprovechamiento, que sólo con aquellos conocimientos de solfeo ya compuso varias piezas musicales que fueron ejecutadas por sus compañeros. En ese mismo tiempo sustituyó un día, al organista de la catedral, y su interpretación sorprendió a todos los miembros del cabildo, que ignoraban los conocimientos adquiridos por el joven músico de dieciséis años. Cuando finalizó el sitio, regresó a Pamplona y se dedicó al estudio del violín, del violonchelo y del contrabajo, obteniendo una plaza en la catedral con la obligación de tocar el violín; paralelamente cursaba en el seminario la carrera eclesiástica. En 1826, preparándose para hacer oposiciones para organista de Falces, y habiendo conseguido ya la de Roncesvalles, el cabildo de la catedral le aumentó la asignación económica, añadiendo a sus obligaciones la de componer nuevas obras, tocar el órgano y cantar como contralto o tenor.
En esta primera etapa, sus obras gozaban ya de la estimación general por su perfección y originalidad, entre las que sobresale Motete a ocho voces, para orquesta y órgano obligado, estrenado en la octava de la Asunción que se celebra con gran suntuosidad en la catedral de Pamplona. Sin embargo, Eslava deseaba ampliar sus estudios musicales y se trasladó a Calahorra en 1827, donde permaneció siete meses, estudiando composición con el entonces maestro de capilla, Francisco Secanilla, quien ejerció una notable influencia en su estilo musical.
Habiendo quedado vacante el magisterio de la capilla de la catedral de Burgo de Osma, Eslava tomó parte en la oposición y obtuvo la plaza: aprovechó su residencia en aquella ciudad para cursar filosofía y ordenarse como diácono. Durante los cuatro años que ocupó esta plaza, compuso un gran número de obras religiosas y muchos villancicos, cuyas poesías escribió él mismo.
Entre 1829 y 1830 se convocaron oposiciones a los magisterios de la catedral de Sevilla y de la Capilla Real de Madrid. Hilarión Eslava se presentó a las dos oposiciones, y aunque se colocó en primer lugar en la primera, y en la segunda el tribunal le reconoció un mérito superior, el cabildo de Sevilla se decidió por un opositor de Valencia, y el tribunal de Madrid consideró que su edad era poco apropiada para tan elevado cargo de maestro de capilla de Su Majestad. En 1832, cuando contaba veinticinco años, volvió a quedar vacante la plaza de maestro en Sevilla y el cabildo, para reparar la injusticia cometida con Eslava años antes, le nombró maestro de capilla, eximiéndole de nuevos ejercicios. A poco de tomar posesión de este cargo se ordenó sacerdote, y cantó misa en la iglesia de la Encarnación. De esta época datan sus célebres misereres, sus misas con pequeña orquesta y órgano (aprovechando los recursos que le proporcionaban los dos magníficos órganos de la catedral de Sevilla), los villancicos de los bailetes de los seises, una lamentación y un gran número de motetes y coplas. También a esta etapa sevillana pertenece la preparación de su Célebre método de solfeo, dedicándose también a la enseñanza gratuita de la música.
El cabildo sevillano fue privado de sus rentas y al compositor navarro le redujeron sus emolumentos a cuatrocientos ducados, situación que le obligó a buscar nuevos recursos económicos, por lo que comenzó a dedicarse a la música escénica: para sus óperas intentó elegir textos que casaran con su condición de presbítero y, aunque cosechó éxitos y fama, no le faltaron disgustos y sinsabores, debidos fundamentalmente a la falta de comprensión del cabildo sevillano, que no contempló con buenos ojos el nuevo camino emprendido por su maestro de capilla, a las intrigas entre bastidores y a la actitud hostil de la mayoría de los músicos de la Corte. Su primera ópera, Il Solitario (1841), se estrenó en Cádiz con notable éxito y se representó posteriormente en Sevilla, y en Madrid, después, asimismo con gran aceptación pública. Su segunda ópera, Las treguas de Tolemaida (1842), se estrenó también en Cádiz y más tarde en Madrid y otras capitales de provincia, obteniendo de nuevo la aceptación. Sin embargo, su tercera ópera, Prieto il Crudele (1843), estrenada en Sevilla, no alcanzó la fortuna de las anteriores.
Con motivo del fallecimiento de Rodríguez Ledesma (1847), Hilarión Eslava se presentó de nuevo a las oposiciones del magisterio de la Capilla Real, obteniendo este cargo con el voto unánime del jurado. Se estableció en Madrid y al poco tiempo fue nombrado profesor del conservatorio e inspector de sus enseñanzas, y en 1866 director del mismo. Ésta constituyó sin duda la época más fecunda de su vida gracias a la publicación de trabajos de gran repercusión, tales como la Lira Sacro-Hispana (colección de obras de música religiosa histórica de autores españoles), Museo orgánico español, Escuela completa de harmonía y composición, Historia de la música religiosa en España y Organistas españoles. Ya al final de su vida escribió un tratado sobre los géneros de música, y estaba recopilando datos para redactar una historia del canto llano.
Si como erudito y pedagogo brilló a gran altura, no alcanzó menos fama como compositor sagrado, como lo acreditan obras como el Te Deum, Misa de difuntos, Lamentaciones de Semana Santa, Secuentia de la misa de Pascua de Resurrección, la antífona Christus factus est, la Paráfrasis de la cántiga XIV de Alfonso el Sabio, unos motetes a voces solas, el Dies irae, el Oficio de difuntos con Te Deum, la Salve en re con Te Deum, la Misa de Cuaresma, sin orquesta; el Miserere, sin orquesta; el Stabat Mater, las Secuencia de las misas de Pentecostés y Corpus; la Salve en mi, la Letanía en mi, el responsorio Libera me y la Misa breve.
Hilarión Eslava no fue ajeno a otras actividades: fundó la Sociedad Artístico-Musical y dirigió la Gaceta Musical de Madrid. Era caballero de la Gran Cruz de Isabel la Católica y de María Victoria, y comendador de la de Carlos III. Perteneció a la Academia de Bellas Artes de San Fernando y al Consejo de Instrucción Pública.
Como profesor de conservatorio marcó una nueva era en la historia de este centro de instrucción como consecuencia de las profundas reformas que estableció, y, sobre todo, por las magistrales clases que impartió a sus alumnos, muchos de ellos eminentes músicos españoles.
Sus composiciones se caracterizan por su originalidad, severidad en la forma, riqueza de armonía, orden clásico, sobriedad en la orquestación y admirable maestría en el manejo de las voces. Sobresalió en todas los ramas musicales y se distinguió siempre por sus vastos y profundos conocimientos musicales, así como por su claro criterio en todas las cuestiones que atañen a la música.
Obras de ~: Misas: catedral de Palma de Mallorca: Misa en re menor; Credo en re mayor, 1901, Catedral de Sevilla: 2 Misas, 1832; Misa, 1833; Misa, 1836; Cuatro misas de canto figurado, Biblioteca Municipal de Madrid: Misa a solas voces para Adviento y Cuaresma; Misa en mi bemol; Misa breve; Misa de difuntos; Misa en la mayor.
Motetes: catedral de Palma de Mallorca: Ave María, 1827; Beatam me dicent, 1827; Bone pastor, 1827; Miserator Dominus, 1827; Noctis recolitur, 1827; O sacrum convivium, 1827; Panis angelicus, 1827?; O salutaris Hostia. Catedral de Burgo de Osma: Bone pastor; Ego sum panis vitae; Miserator Dominus, 1835; Panis angelicus. Catedral de Sevilla: Corde et animo Christo canamus, 1832; Videntibus illis, 1833; Introitos, 1834; Ascendit Deus in iubilatione; Cor mundum crea; Te Deum. Biblioteca Municipal de Madrid: Tres motetes; Tres motetes compuestos al Santísimo; Tres motetes al Santísimo Sacramento a voces solas; Beatam me dicent. Archivo Eresbil: Ego sum; O salutaris.
Responsorios: catedral de Palma de Mallorca: Sicut cedrus exaltata sum, 1826. Biblioteca Municipal de Madrid: Libera me, Domine.
Cánticos: catedral de Burgo de Osma: 2 Magnificat. Catedral de Sevilla: Magnificat, 1832; Magnificat, 1834.
Cinco oficios: catedral de Burgo de Osma: Invitatorio y primera lección de difuntos. Biblioteca Municipal de Madrid: Oficio de difuntos.
Salmos: Catedral de Burgo de Osma: Beatus vir; Breve miserere; 2 Dixit Dominus; 2 2 Laudate Dominum omnes gentes; Miserere. Catedral de Sevilla: Dixit Dominus, 1832; Laetatus sum, 1832; Lauda Jerusalem, 1832; Beatus vir, 1833; Laudate Dominum, 1833; Miserere, 1833; Dixit Dominus, 1834; Beatus vir, 1835; Dixit Dominus, 1835; Miserere, 1835- 1837. Biblioteca Municipal de Madrid: Miserere breve.
Antífonas: catedral de Burgo de Osma: Salve Regina. Catedral de Sevilla: Christus, 1833; Christus, 1835-37. Biblioteca Municipal de Madrid: Christus.
Himnos: catedral de Burgo de Osma: Ave Maris Stella. Catedral de Sevilla: Cantiesque miliesque, 1832; Memento rerum conditor, 1832. Archivo Eresbil: Redemptor omnium. Biblioteca Municipal de Madrid: Tu es Petrus. Tantum ergo; Tantum ergo, n° 2, sobre la Marcha Real y el canto del himno Te Deum laudamus.
Lamentaciones: Catedral de Sevilla: Lamentación 1.ª del miércoles Santo, 1834; Lamentación 2.ª del jueves, 1838; Lamentación 3.ª del jueves, 1838; Lamentación 1.ª del viernes, 1838; Lamentación 3.ª del viernes, 1838; Lamentación 2.ª del viernes, 1838; Lamentación 1.ª del miércoles; Lamentación 2.ª del miércoles; Lamentación 3.ª del miércoles. Biblioteca Municipal de Madrid: Lamentación 1.ª del miércoles, 1833; Lamentación 2.ª del miércoles; Lamentación 3.ª del miércoles; Lamentación 1.ª del jueves Santo; Lamentación 2.ª del jueves Santo; Lamentación 3.ª del Jueves Santo. Catedral de Palencia: Lamentación 3.ª del jueves.
Secuencias: Biblioteca Municipal de Madrid: Lauda, Sion, Salvatorem; Stabat Mater; Veni, Sancte Spiritus; Victimae paschali laudes.
Otras obras en latín: catedral de Palma de Mallorca: Ornatam monilibus, 1827; Respexit Elias; Salve en do menor; Salve en sol menor. Biblioteca Municipal de Madrid: Letanía; Letanía en mi; Letanía sencilla; Salve en mi; Salve en re menor; Salve en sol menor; Salve en sol menor; Salve sencilla. Archivo Eresbil: música del Cui comparabo te.
Villancicos: catedral de Burgo de Osma: Calmen los aires, paren los vientos, 1830; Desde el lóbrego, profundo, triste, lamentable, 1835; Qué es esto, qué signo tan prodigioso, 1835. Catedral de Sevilla: Salve, oh virgen más pura y más bella, 1832; Dulce amor de mi vida, 1834; Ay, ay, ay que desfallezco, 1835; Hoy el amor divino, 1836.
Otras obras en español: catedral de Burgo de Osma: A ti. carmelitana, madre del pecador; Nubecilla del Carmelo. Biblioteca Municipal de Madrid: A mis discípulos. Paráfrasis de la Cantiga X del rey don Alfonso el Sabio; Al Calvario, almas, llegad; Astro hermoso del amor; Cantiga 14 del rey Alfonso el Sabio; El Penitente; El sagrado convite; Gloria a la excelsa María; Mira ingrato pecador; Reserva completa; O admirable Sacramento; Señor omnipotente.
Archivo Eresbil: Oh, qué pena, Señora. Catedral de Valladolid: Llegad y presentemos a la Virgen sagrada.
Ediciones: Lira Sacro-Hispana, Madrid, M. Martín Salazar, [1852-1860]; Museo orgánico español, Madrid, Imprenta de D. José C. de la Peña, 1853.
Escritos: Método completo de solfeo, Madrid, Imprenta de Martín Salazar, 1845; Breve memoria histórica de la música religiosa en España, Madrid, M. Martín Salazar, [1852-1860]; Escuela de composición, Madrid, Imprenta de Beltrán y Viñas, 1857; Prontuario de contrapunto, fuga y composición, Madrid, Imprenta de Luis Beltrán, 1860; Breve tratado de armonía, Madrid, [186-?].
Bibl.: J. M. Esperanza y Sola, Treinta años de crítica musical, Madrid, Viuda e Hijos de Tello, 1906; N. Almandoz, “Los bailes de seises de la catedral de Sevilla”, en Tesoro sacro musical (1939), págs. 46 y 47; C. Saint-Martin, Don Hilarión Eslava, Pamplona, Diputación Foral de Navarra, 1973; L. Hernández Ascunce, Estudio bio-bibliográfico de don Hilarión Eslava, Pamplona, Diputación Foral de Navarra, 1978; J. L. Ansorena (ed.), Monografía de Hilarión Eslava, Pamplona, Diputación Foral de Navarra, 1978; J. E. Ayarra Jarne, Hilarión Eslava en Sevilla, Sevilla, Diputación Provincial, 1979; C. J. Gosálvez Lara, La edición musical española hasta 1936, Madrid, AEDOM, 1995; J. A. Arana Martija, Música Vasca, Bilbao, Caja de Ahorros Vizcaína, 1976; J. L. Ansorena, “Eslava, Hilarión”, en E. Casares Rodicio (dir. y coord.), Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, t. IV, Madrid, Sociedad General de Autores y Editores, 1999, págs. 748-759.
Paulino Capdepón Verdú