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Policarpo del Amo Llorente

Biografía

Amo Llorente, Policarpo del. Salinas de Imón (Guadalajara), 26.I.1866 – Cuenca, 13.VIII.1901. Compositor y maestro de capilla y de coro.

Nació en el seno de una familia humilde y recibió su primera formación en Brihuega. A los siete años se encuentra en el colegio de Infantes de Sigüenza sirviendo como tal. En torno a 1880 ingresó en el Seminario Menor seguntino del cual llegará a ser organista y maestro de música.

En 1887 el cabildo conquense, ante la avanzada edad del maestro de capilla Tomás Guerrero y la marcha a Toledo del maestro de coro Manuel Ibarrola, convocó oposiciones con la voluntad de aunar ambas responsabilidades en un único titular. A los edictos de oposición responden Policarpo de Amo y Apolinar Campillo, aunque este último no llegó a concluir los ejercicios de oposición. Lo cierto es que los jueces peritos de las oposiciones, en el informe que presentan ante el cabildo el 2 de diciembre de 1887, señalan que las composiciones de Del Amo “están escritas con todas las reglas del arte, dando a entender que posee los conocimientos bastantes para desempeñar dignamente sus cargos”. Así, toma posesión de sus nuevos cargos el 8 de febrero de 1888. El desarrollo de los mismos se verá inevitablemente condicionado por las penurias económicas que atraviesa el primer templo conquense y que obligó a éste a prescindir, años atrás, de buena parte de sus músicos “de plantilla”. Sin embargo, el Cabildo no se resignó a dotar el culto, al menos en las celebraciones más señaladas, de la solemnidad que éste merece. Y ese es, precisamente, el primer encargo que se transmite al nuevo maestro: la búsqueda de músicos que temporalmente toquen en la catedral.

La muerte sorprendió a Policarpo del Amo el 13 de agosto de 1901, tras un “ataque cerebral” que le sobrevino, a los treinta y cinco años de edad, en la casa-convento de las monjas Benitas, de las que era capellán.

Rubio Piqueras escribió que lo más característico de la música de Policarpo del Amo era “la ponderación, el equilibrio y la ecuanimidad; obras bien trabajadas en contrapunto y desarrollo de temas, aunque pequen de un pseudo-verismo con reminiscencias de Beethoven, Rossini y Meyeber. En ellas la letra está tratada con una libertad casi anárquica, con repeticiones que llegan a rozar lo exagerado”. La orquestación sigue el estilo impuesto por Hilarión Eslava, sin polifonía orquestal que, tal y como expresó Wagner, confieren a la orquesta un papel de “gran guitarra”.

Quizá estas duras críticas estén justificadas si se tiene en cuenta que su temprana muerte no le permitió alcanzar la lógica madurez artística a la que todo creador llega con el transcurrir de los años y la implícita acumulación de experiencias.

 

Obras de ~: El archivo de música de la catedral de Cuenca conserva once obras repartidas en seis motetes, unas jaculatorias a la virgen María (Bendita sea tu pureza), un responso (Memento mei Deus), una Salve, un Requiescant y un Paso a cuatro. Por otra parte, parece que compuso una zarzuela (Al que de ajeno se viste), hoy desaparecida. Además tiene otras obras tales como Misa; Accepit Jesús, 1890-1894; Cenantibus illis, 1890-1894; Ego sum panis, 1890-1894, Inmolabit haedunt, 1890-1894, Pascha nostrum, 1890-1894, Qui manducat, 1890-1894; María Auxiliadora y Letrillas a San Juan ante Portam-Latinam.

 

Bibl.: F. Rubio Piqueras, Códices polifónicos toledanos, Toledo, 1925; R. Navarro Gonzalo, Catálogo musical del Archivo de la Santa Iglesia Catedral Basílica de Cuenca, Cuenca, Instituto de Música Religiosa de la Diputación Provincial, 1988; J. Garbayo, “Amo Llorente, Policarpo”, en E. Casares (dir.), Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, t. I, Madrid, Sociedad General de Autores y Editores, 1999, pág. 418.

 

Fernando J. Cabañas Alamán