Solano Llanderal, Ramón María. Valencia, 15.VIII.1815 – Manila (Filipinas), 30.VIII.1860. Mariscal de campo y caballero de la Orden de San Fernando.
Fueron sus padres el general Ramón Solano Cerveró y Concepción Llanderal. Ingresó en diciembre de 1827 como cadete en el Regimiento del Infante, del que su padre era capitán, con el que se halló en el Campo de Gibraltar. En 1829 fue trasladado al Regimiento de La Albuera y más tarde al Regimiento del Príncipe, con el que a partir de 1833 operó contra los carlistas, interviniendo en el mes de octubre en la acción de Villafranca de los Montes de Oca, siendo dos meses después promovido a subteniente y destinado al Regimiento de Voluntarios de Aragón 2.º de Ligeros.
En 1834 combatió en las acciones de Ermua, Elorrio, Orduña y otras, y al año siguiente en las de Ormáiztegui, Vergara, Miravalles, Orozco y Guernica, y en la defensa de Bilbao durante su primer sitio, siendo en agosto nombrado alférez del 1.er Regimiento de Granaderos de la Guardia Real de Infantería, con el que intervino en septiembre en la acción de Miravalles y Puente Nuevo (Vizcaya), en la que resultó herido de bala. Durante este año desempeñó el cargo de ayudante de campo de los generales Iriarte y Espartero, y fue oficial de Estado Mayor del general Alaix.
Luchó en 1836 en Orrantia, Antuñano, Galarreta, San Adrián y Arlabán, y defendió Bilbao durante el segundo sitio, cayendo de nuevo herido en la batalla de Luchana, el 25 de diciembre, recibiendo como recompensa la Cruz de San Fernando de 1.ª Clase y ganando su Regimiento la Corbata de la misma Orden.
Se enfrentó en 1837 a la Expedición Real en Aranzueque, Retuerta, Villanueva de Carazo y Huerta del Rey, siendo ascendido en el mes de septiembre a teniente de la Guardia Real. Al año siguiente tomó parte en las acciones de Piedrahita y Fresno y en el sitio y toma de Peñacerrada, y en 1840 en las de Castellote, Peñarroya y sitio y toma de Morella.
Al ser disueltas en 1841 las unidades de la Guardia Real, como consecuencia de los sucesos del mes de octubre, quedó en situación de excedente, pasando al año siguiente destinado al Regimiento de Borbón.
En 1843, con motivo del levantamiento militar, fue ascendido al empleo de segundo comandante de Infantería y destinado al Regimiento de América, con el que intervino en el sitio y bloqueo de Barcelona, consiguiendo por su actuación el empleo de primer comandante.
Participó en 1846 en la sofocación del levantamiento de Galicia, encontrándose en el mes de abril en la acción de Cacheiras (La Coruña) y en la toma de la plaza de Santiago, recibiendo como premio el grado de coronel.
Al mando del batallón de Cazadores de Tarifa intervino en 1847 en la expedición a Portugal, siendo recompensado con el empleo de teniente coronel por los servicios prestados durante la misma. En septiembre pasó a Cataluña a combatir a las partidas montemolinistas, encontrándose en las acciones de los Montes de la Selva y Llacuna, esta última contra el cabecilla Vilella.
En enero de 1848 fue nombrado comandante general del distrito de Cardona y Solsona, concurriendo en junio a la acción que se dio en las Casas de Curriel en ayuda de las columnas de Berga y Caserras, que estaban siendo arrolladas por el enemigo; al mes siguiente se enfrentó a las partidas de Forcadell y Masgoret.
En 1849 se le encomendó el mando de la brigada del distrito de Solsona, a cuyo frente combatió en Amer, San Boy y Guisona, enfrentándose el 17 de abril a Cabrera en las alturas de Cambrils (Tarragona), obteniendo una nueva Cruz de San Fernando de 1.ª Clase.
Habiendo conseguido la total exterminación de las partidas, fue recompensado con el empleo de coronel y el mando del Regimiento de la Constitución.
Los años siguientes prestó servicio con su Cuerpo, continuando al frente del mismo tras su ascenso a brigadier en diciembre de 1852, siendo separado del mando y arrestado en el mes de enero de 1854 por haber entrado de guardia en palacio sin estar nombrado de servicio, pasando en abril a la situación de cuartel en Madrid.
En el mes de julio de 1854, se puso al lado del Gobierno durante el levantamiento militar, siendo recompensado con el ascenso a mariscal de campo, aunque los vencedores no reconocieron este ascenso, retirándole de cuartel a Valladolid. En octubre de 1856 le sería revalidado el empleo de mariscal y se haría cargo de la Comandancia General de la provincia de Santander.
Destinado a las Islas Filipinas como segundo cabo, entre enero y agosto de 1860 desempeñó el cargo de gobernador general interino de las mismas. Durante su mandato enfermó gravemente de fiebres en Mindanao —se piensa que pudo ser envenenado— regresando a Manila para morir, siendo enterrado en el lado de la epístola de la capilla del cementerio del pueblo de Paco, en cuya tumba existía una lápida con su nombre y los cargos que había desempeñado.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Secc. 1.ª, leg. S-2980.
P. Chamorro Baquerizo, Estado Mayor General del Ejército español, t. V, Madrid, 1851-1854; J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería, t. II, Madrid, Ministerio de Defensa, 2001.
José Luis Isabel Sánchez