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Hipólito Silva de la Hera

Biografía

Silva de la Hera, Hipólito. Espartinas (Sevilla), 1790 – ?, s. xix. Militar, caballero Laureado de San Fernando y diputado.

En el mes de octubre de 1808 obtuvo plaza de cadete en el Regimiento de Caballería de Voluntarios de Sevilla, con el que al año siguiente entró en operaciones en La Mancha, combatiendo a los franceses en Mora, Consuegra y Yébenes, y participando más tarde en la retirada de Ciudad Real y Santa Cruz de Mudela. Siguió luchando en tierras manchegas, interviniendo en el mes de julio en las acciones de Talavera de la Reina y Cebolla, y seguidamente en la batalla de Talavera, hallándose al mes siguiente en los combates de Puente del Arzobispo. El 19 de noviembre tomó parte en la desgraciada batalla de Ocaña y dos meses después, en enero de 1810, alcanzaba el ascenso al empleo de alférez, único que conseguiría durante seis años de continuos combates.

En mayo de 1811 intervino en la defensa de la plaza de Úbeda, de la que el día 15 fueron arrojados los franceses que habían conseguido penetrar en la población, viéndose obligadas las fuerzas españolas a abandonar once días más tarde esta plaza bajo la protección de la caballería de Voluntarios de Sevilla. En junio peleó en la provincia de Granada, destacando por su intervención en el combate de Guadahortuna y en la defensa de Guadix, tras lo cual participó en una expedición a la provincia de Cuenca y en el ataque a Simancas, ya en el mes de diciembre.

En enero de 1812 cayó herido de un balazo en el brazo derecho, lo que no le impediría continuar en campaña, interviniendo el 17 de abril en la toma de Baza y siendo protagonista el 19 de un enconado combate contra diez dragones franceses, a los que se enfrentó en lucha cuerpo a cuerpo, poniendo fuera de combate a cinco enemigos, haciendo huir a otros cuatro y consiguiendo apresar al oficial que los mandaba, después de haber perdido tres dedos de la mano izquierda. Posteriormente sería hecho prisionero pero conseguiría recobrar la libertad al poco tiempo, pudiendo combatir el 18 de diciembre en Tomelloso, donde volvería a resultar herido.

Terminada la guerra pasó a servir en la Real Brigada de Carabineros, alcanzando en julio de 1816 el empleo de teniente y recibiendo a finales de ese año la Cruz de San Fernando de 1.ª Clase en premio al combate mantenido cuatro años antes.

Hasta 1821 llevó una existencia tranquila, dedicado al trabajo rutinario del Cuerpo, pero el 26 de junio del citado año se sublevó en Castro del Río la Brigada de Carabineros, pronunciándose a favor del Rey, por lo que abandonó este Cuerpo y se presentó en Córdoba a los constitucionalistas.

Tras la entrada en España del Ejército de Angulema pasó a la situación de ilimitado e indefinido, expidiéndosele el retiro para la ciudad de Sevilla en 1830.

Muerto Fernando VII se acogió a la amnistía real siendo nombrado en el mes de junio de 1835 segundo comandante de Carabineros de la Hacienda Pública y en septiembre comandante general de la provincia de Huelva, en cuya capital había intervenido para sofocar el pronunciamiento habido el día 4.

A finales de 1836 se le encomendó el mando del Escuadrón de la Guardia Nacional de Sevilla, con el que se incorporó al grueso de las tropas encargadas de oponerse a la entrada de expediciones carlistas en Andalucía, siendo nombrado comandante general de la Caballería y puesto al frente de la 1.ª brigada, pasando seguidamente a mandar la vanguardia, con la que se enfrentó en Mairena a la expedición del general Gómez, al que persiguió en su retirada hacia la Serranía de Ronda. Tras incorporarse a las fuerzas del general Narváez en Morón de la Frontera intervino en lo combates de Sierra Valleja y Majaceite, siéndole concedido como premio el empleo de coronel.

En febrero de 1837 recibió la orden de perseguir a la expedición de don Basilio, encargándole Narváez del mando de un escuadrón de Coraceros de la Guardia Real y de otros dos de Francos de Sevilla y Córdoba.

Seguidamente se le encomendó la misión de liberar a un convoy detenido en Manzanares por la partida de don Basilio, consiguiendo que pudiese continuar su camino y escoltándole hasta Andújar.

En marzo de 1838 fue destinado al mando de la Comandancia de Carabineros de Málaga, pero seis meses después fue baja en el cargo por motivos de reorganización del Cuerpo.

Al año siguiente se le confió la Comandancia de Carabineros de Sevilla y fue elegido diputado a Cortes por aquella provincia, cargo que repetiría en las legislaturas de 1840 y 1841. En 1842 pasó a la situación de reemplazo y en el mes de octubre se le concedió el retiro para Sevilla.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Secc. 1.ª, leg. S-2779.

A. de Ceballos-Escalera y Gila, J. L. Isabel Sánchez y L. de Ceballos-Escalera y Gila, La Real y Militar Orden de San Fernando, Madrid, Palafox & Pezuela, 2003; J. M.ª Gárate Córdoba, “El Coronel D. Hipólito Silva de la Hera, primer laureado de Caballería”, en Ejército, n.º 438 (1976), págs. 11-13.

 

José Luis Isabel Sánchez

 

 

 

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