Santamarca y Donato, Bartolomé Eladio. Conde de Santamarca (I). Almería, 18.II.1806 – París (Francia), 9.X.1874. Banquero, mecenas, coleccionista.
Hijo de Juan Carlos Jacobo María de Santamarca y Zambonini, natural de Novara (Italia), y de Magdalena Donato y Carmona, natural de San Felipe de Játiva (Valencia), Bartolomé fue bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro de Almería el 19 de febrero de 1806. Desde muy joven vivió en Madrid, donde se casó con su prima en segundo grado la coruñesa Juliana Rita Rafaela Donato en la parroquia de San Sebastián el 16 de febrero de 1840.
En 1841 fue nombrado caballero Gran Cruz de Isabel la Católica y comendador de la misma, así como caballero de la Orden de Carlos III. Más tarde, recibió los títulos de caballero del Santo Sepulcro de Jerusalén, comisario de Guerra y honorario de la Marina.
El 8 de enero de 1849 logró su primer nombramiento importante, el de gentilhombre de Cámara de Su Majestad, lo que le permitió un mayor acercamiento a los ambientes palatinos.
En concordancia con la nueva situación social que Bartolomé fue adquiriendo entre la sociedad madrileña, en noviembre de 1846 compró a María Manuela Negrete y Cepeda, V condesa del Campo de Alange, su casa-palacio en la calle Alcalá, números 70 y 72, para la realización de una suntuosa residencia palaciega. El proyecto fue encargado al arquitecto José Alejandro y Álvarez, que lo terminó en octubre del año siguiente. La casa-palacio, de cuatro plantas y tres portales, se construyó en un estilo refinado, entre clasicista e italianizante, propio de la arquitectura isabelina de la década de 1840. En 1926, fue derribada para la ampliación del Banco de España.
El 1 de septiembre de 1863 el papa Pío IX le concedió el título pontificio de conde de Santamarca, con sucesión en los hijos varones, haciéndolo extensible a las hembras el 8 de marzo de 1864, y el 28 de octubre del mismo fue convertido en título del Reino por Real Decreto. De esta manera, culminaba la brillante y ascendente carrera social de Santamarca.
Su nombramiento como senador vitalicio del Reino el 30 de diciembre de 1864 le permitió formar parte de la vida política española en la siguiente legislatura.
Consciente de la importancia de su posición social en la Corte isabelina, Bartolomé hizo gala de la ostentación y riqueza de su rango e imitó a otros miembros de su clase, también banqueros y nobles como el marqués de Salamanca o el conde de la Remisa, reuniendo una gran colección artística de más de doscientas ochenta obras para decorar las diferentes estancias de su casa-palacio. No solamente reunió piezas antiguas, sino que buscó y adquirió también pinturas y esculturas de los artistas de su tiempo, con el fin de que su colección tuviera un cierto aire de modernidad.
Incluso realizó la labor de mecenazgo protegiendo a varios artistas, como a Antonio de Brugada, conocido marinista romántico que entabló amistad con el pintor Francisco de Goya durante su estancia en Burdeos desde 1824 hasta 1828, y vivió incluso en la casa-palacio del conde en 1857. Esta protección se extendió también a José de Brugada, hermano del anterior, Vicente Camarón y Genaro Pérez Villaamil. Gran parte de la colección, actualmente conservada en la Fundación Santamarca en Madrid, está representada por el paisaje, lo cual se deduce el gusto del conde por dicho género, aunque no faltan los cuadros religiosos, los bodegones, los floreros, los de carácter costumbrista y, en menor medida, los de historia y mitología. Bartolomé fue también conocido como prestador de sus cuadros para varias exposiciones, como la celebrada por el Liceo Artístico y Literario de Madrid en 1846.
Del matrimonio de los primeros condes de Santamarca, nacieron cuatro hijos: Julia, Leopoldo, Carlota y Rita. Solamente sobrevivió su segunda hija, Carlota, quedando, a la muerte de Bartolomé el 9 de octubre de 1874, como heredera universal de la casa-palacio de la calle Alcalá y de los bienes artísticos.
El conde de Santamarca fue enterrado en el panteón familiar del cementerio de la Archicofradía Sacramental de San Isidro de Madrid, siendo años más tarde trasladado, junto al resto de su familia, a la iglesia del Asilo Santamarca de Madrid, donde permanece en la actualidad.
Cuatro retratos, representados en tres pinturas y una escultura, del conde de Santamarca realizados en diferentes etapas de su vida permiten hacerse una idea de cómo era su físico. Citándolos por orden cronológico, el primero de ellos, fechado en 1841, fue pintado al óleo por Antonio de Brugada cuando Bartolomé tenía treinta y cinco años; en 1864, Bernardo López Piquer le retrató en un pastel; en 1876 Adam Salomon ejecutó un busto en mármol y, por último, en 1911, Ricardo de Madrazo hizo una copia al óleo del retrato de López Piquer. Estas dos últimas obras fueron realizadas después de la muerte del conde, probablemente por encargo de su hija Carlota. Los cuatros retratos se conservan en la Fundación Santamarca de Madrid.
Paradigma del hombre de empresa liberal e ilustrado del reinado de Isabel II. Burgués ennoblecido, banquero, coleccionista de obras de arte y mecenas de artistas, fue una figura muy importante en los círculos financieros y cortesanos del Madrid isabelino.
Fuentes y bibl.: Archivo de la Fundación Santamarca (Madrid).
VV. AA., Colección Santamarca. Pinturas restauradas en 1983, Madrid, Sala de exposiciones del Banco Exterior, febrero- marzo de 1984; J. L. Díez García, Catálogo de pinturas de la Colección Santamarca, memoria de licenciatura, Madrid, 1984 (inéd.).
Berta Burguera Arienza
