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Ignacio Alonso Zapatero

Biografía

Alonso Zapatero, Ignacio. Cuevillas. Cervera del Río Alhama (La Rioja), 1.II.1764 – Santurce (Vizcaya), 5.XII.1835. Guerrillero, carlista.

Su verdadero nombre era Ignacio Alonso Zapatero, pero pronto fue conocido como Cuevillas, apodo que parece proceder del hecho de que tanto su padrino como su abuelo paterno, con quien pasó en su niñez largas temporadas, eran naturales del cercano pueblo de La Cueva (Soria). De familia noble pero de escasos medios, el 20 de abril de 1791 ingresó en el resguardo como dependiente montado y en la persecución de contrabandistas y bandidos ascendió a teniente el 10 de agosto de 1799 y a cabo principal en 5 de mayo de 1802, categoría en la que se encontraba en Castro Urdiales al comenzar la guerra de la Independencia. Según su memorial de 1825, “fue el primero que en 1808 formó el designio de levantar una Guerrilla en la Rioja, Merindades de Castilla la Vieja y pueblos confinantes para hostilizar a las tropas francesas, llegando a organizar una Guerrilla de cerca de tres mil hombres [...] con lo que logró distraer la atención de los enemigos y causarles notables daños, y a su imitación se fueron levantando otras muchas Guerrillas por diversas partes de la Península”.

El 5 de mayo de 1812 se le confiere el empleo de comandante general de los Resguardos de la Provincia de Burgos. Terminada la guerra, Fernando VII dispuso que tanto él como todos sus descendientes incorporaran a su apellido el apodo Cuevillas.

Trasladado a petición propia del resguardo de Burgos al de Palencia, en cuyo puesto pidió el retiro, allí se encontraba en 1821 “y no pudiendo sobrellevar la depresión y ultraje que observó se hacía de la sagrada Persona y Soberanía de V. M. y de la Religión —escribió en 1825—, en el sistema llamado Constitucional, vino a esta Corte, conferenció con Antonio Ugarte y Larrazabal, secretario actual del Consejo de Estado, y se puso de acuerdo con el mismo para emprender el levantamiento de tropas y trastornar dicho sistema y reponer a V. M. en el pleno goce de los derechos de su Soberanía. Con este objeto marchó de esta Corte al Valle de Mena, en la provincia de Santander, donde estuvo de observación hasta el mes de mayo de 1822, en que dio principio a levantar gente en las merindades de Castilla la Vieja, y llegó a reunir más de dos mil quinientos hombres de infantería y caballería, a cuyo frente se puso como comandante, y lo fue, nombrado por la Regencia de Urgel, de La Rioja y dichas merindades, donde con la fuerza que mandaba tuvo que sostener con fortuna varios y repetidos encuentros con los constitucionales”. Aunque la campaña de Cuevillas contra los constitucionales pudo comenzar unos meses antes de la fecha que él mismo indica, su nombre aparece sobre todo a partir del momento en que el general Quesada se hace cargo de las fuerzas navarras, a las que se incorpora, y pese a que las vicisitudes de la campaña obligaron a su jefe a repasar la frontera, Cuevillas se mantuvo sobre el terreno hasta la intervención francesa, momento en el que Quesada le encarga el mando de la segunda brigada de su división, a cuyo frente permanece el resto de la guerra.

Gobernador de Burgos al final de la guerra, el 22 de enero de 1824 fue nombrado juez de Contrabandos de Vizcaya. En virtud de una exposición al rey de 14 de enero de 1825, en que hacía constar sus méritos desde la guerra de la Independencia hasta la caída del liberalismo, obtuvo los despachos de teniente coronel, coronel y brigadier de infantería con antigüedad, respectivamente, de 17 de noviembre de 1822, 9 de agosto de 1824 y 3 de febrero de 1825. Una petición posterior en que se pedía el sueldo de brigadier por haber gastado sus ingresos en servicio del Rey y haber sido destruida su casa y cuanto en ella tenía por los liberales no consiguió su propósito, pero sí que se concedieran a su mujer los beneficios del montepío militar.

Aunque Sojo y Lomba sugiere la hipótesis de que Cuevillas falleció en territorio carlista, tal vez a consecuencia de las heridas recibidas en la acción de Castrejana, lo cierto, según puede verse, el legajo depositado en el Archivo de la Diputación de Vizcaya, es que reconoció a Carlos durante la sublevación de Bilbao en 1833, por lo que fue cesado en su destino, pero permaneció en territorio controlado por los isabelinos hasta la fecha de su muerte.

Casó en primeras nupcias con Catalina Remón, matrimonio del que tuvo cuatro hijos, y en segundas con Dominica Ruiz de Vallejo, con la que tuvo otros cinco hijos.

 

Fuentes y bibl. ~: Archivo General Militar de Segovia, expediente personal; Archivo de la Diputación de Vizcaya, JudicialCorregimiento, leg. 1197-34.

F. de Sojo y Lomba, “El brigadier don Ignacio Alonso de Cuevillas, célebre prócer guerrillero de la Guerra de la Independencia”, en Altamira. Revista del Centro de Estudios Montañeses, I (1975), págs. 141-274.

 

Alfonso Bullón de Mendoza y Gómez de Valugera