Ingresó en el cuerpo de Guardias Walonas del cual era capitán —teniente coronel del Ejército— en 1822. Pasó después a la Guardia Real. En 1833, a la muerte de Fernando VII, se levantó en Alcañiz a favor de los derechos de Carlos (V), junto a los habitantes del pueblo. En Morella se presentó al brigadier Ba­rón de Herves. Participó en la acción de Calanda y, fusilado el barón de Herves y el coronel Carlos Vito­ria —gobernador de la plaza de Morella—, fue nom­brado por Don Carlos comandante general del inci­piente ejército carlista del Maestrazgo. A finales de 1834 ganó al brigadier isabelino conde de Mirasol la acción de Castejoncillo. Tomó Balea y sostuvo sin éxito la acción de Mayals contra el brigadier Brelon y el brigadier Caructala.

En septiembre de 1834 atacó Beceite. Pese a su co­nocimiento, no consiguió el despegue del carlismo en Aragón y su ejército no pasó de mil seiscientos hom­bres. Fue nombrado brigadier del ejército carlista. [...]