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Pedro Ortiz de Pinedo y Villodas

Biografía

Ortiz de Pinedo y Villodas, Pedro. Tortosa (Tarragona), 23.II.1797 – Valladolid, 2.VI.1862. Militar, brigadier de Ingenieros.

Ingresaba en el servicio como cadete de menor edad, el 30 de diciembre de 1812, pasando como cadete con antigüedad, el 23 de febrero de 1813, al Colegio Militar de San Fernando de Cádiz, donde estudió las matemáticas, en el marco de la Guerra de la Independencia. En 1814 pasaba como subteniente alumno a la Academia Especial del Cuerpo de Ingenieros en Alcalá de Henares. La Academia de Ingenieros, había estado cerrada durante la guerra citada, reabriéndose en 1815 una vez terminada la contienda.

Ortiz, salía del centro de enseñanza como teniente, una vez terminados sus estudios, el 20 de diciembre de 1819. En ese año era destinado a la Dirección-Subinspección de Ingenieros de Valencia, donde desempeña la Comandancia de Cartagena y otras comisiones. En 1820 formaba parte de la brigada de Ingenieros que levantaba el croquis de la sierra de Crevillente y más tarde, el plano de Zaragoza.

Cuando se produjo la entrada de los llamados “Cien mil hijos de San Luis”, para reponer a Fernando VII en el absolutismo, Ortega participó en la defensa de Alicante hasta su capitulación, formando parte en numerosas salidas llevadas a cabo por la guarnición. Depurado por constitucionalista, quedaba con licencia indefinida en Córdoba, Toledo, Canillejas (Salamanca) y Espejo (Córdoba). Finalmente, en la provincia de Álava, hasta que, a fines de 1826, habiendo sido “purificado”, recibe su licencia ilimitada con la que permanece hasta que el 29 de noviembre de 1826 es destinado al entonces único Regimiento del Arma, donde desempeñaba el cometido de habilitado.

El 10 de septiembre de 1828 ascendía a capitán de Ingenieros. De 1830 a 1835, por disposición del ingeniero general, era llamado a la Corte para desempeñar una comisión del real servicio y concluida ésta, volvía a su anterior situación. El 13 de febrero de 1836 se le destinaba a la dirección subinspección de Castilla la Nueva, y por disposición del capitán general, formaba parte de la columna del brigadier López Pinto. Posteriormente, operaba con las tropas de zapadores en las columnas móviles de Castilla la Nueva, Guadalajara, Cuenca, Ciudad Real y Toledo, en persecución de partidas carlistas, hallándose en las acciones de Terrí, Trillo, y Tierzo (Guadalajara), y en la desgraciada acción de Ateca, en La Mancha, Ciudad Real y Toledo a las órdenes del general Trinidad Balboa. Por sus acciones en las dos últimas provincias, se le concedía la Cruz de San Fernando de 1ª clase, concedida según un Real Diploma de 14 de enero de 1840. También fortificaba Moya (Cuenca) y reconocía Requena (Valencia).  

Promovido a Primer Comandante de Batallón con fecha de 6 de diciembre de 1838, el 1 de febrero del siguiente año, el capitán general lo destinaba a una comisión del servicio. De nuevo en el desarrollo de la Guerra Carlista, el 9 de mayo de 1839 era nombrado jefe de Estado Mayor interino de las provincias de Toledo y de Ciudad Real. El 18 de febrero de 1840 pasaba a las órdenes del comandante general gubernamental de Ciudad Real, Trinidad Balboa. En la última fase de la guerra, era mayor general de Ingenieros de la División del general Concha, actuando en la zona de Cuenca, desde abril de 1840 hasta fines de junio, encontrándose en la sorpresa de Mira (Cuenca) y demás movimientos.

El 17 de julio de 1841 tomaba el mando del 2° batallón del Regimiento del Arma, y a partir de 1844 estuvo destinado sucesivamente en las direcciones-subinspecciones del Cuerpo en Aragón y Castilla la Nueva.

Ascendía a teniente coronel de Ingenieros el 15 de enero de 1843. De 1844 a 1849 era destinado a la Dirección Subinspección de Aragón, encargándose del detall general de la misma y de la comandancia de Zaragoza. En 31 de enero de 1847 redacta un informe sobre el estado y reparación de la torre nueva de Zaragoza.

En diciembre de 1848, Pedro Ortiz de Pinedo forma un presupuesto del coste que tendrá la restauración de la mezquita en el castillo de la Aljafería con arreglo a los restos de tallas y demás que existen de la misma. Su importe, entre albañilería, tallado de mármoles y escultura en madera y estuco, asciende a 44.800 reales de vellón. Acompañan al presupuesto los dibujos en lápiz que indican la forma de la restauración para el florón del techo, los entrepaños del primer y segundo cuerpos y la portada exterior. De nuevo, Ortiz de Pinedo, en noviembre de 1850, redacta un presupuesto del coste a que podrá ascender el limpiar el afiligranado de la mezquita, cerrar su comunicación a los corrales y abrirla por las cuadras y construir de nuevo y colocar la puerta de entrada a la mezquita con molduras arabescas, con un importe total de 2.730 reales de vellón. Y con la misma fecha forma un presupuesto del coste a que podrá ascender el restablecimiento de suelo, vestido de paredes y restauración de la cornisa y techo del cuarto ante alcoba de Santa Isabel en el castillo de la Aljafería. El importe presupuestado de 44.610 reales le parece inalcanzable para los fondos en poder del Real Patrimonio y ofrece alternativas para reducirlo.

Con anterioridad, en 1848 examinaba el Plano del perímetro del edificio de la Aljafería con un proyecto de fortificación, y el Plano para el cálculo de desmontes y rellenos que exige el proyecto de fortificación de la Aljafería, ambos realizados por el capitán de Ingenieros Andrés Brull. El 4 de diciembre de 1848 formaba un presupuesto para la restauración del oratorio islámico del castillo de la Aljafería. Como comandante de Ingenieros de la plaza se halló en el incendio ocurrido el 4 de agosto de 1849 en el polvorín, impidiendo que se comunicara al almacén de pólvora que se hallaba inmediato. En 1850, Ortiz de Pinedo elaboraba una serie de presupuestos para “realizar diversas labores en el oratorio, arreglar la ante alcoba de Santa Isabel, en la Aljafería”, y en 1851 nuevo presupuesto para “embaldosar la ante alcoba y alcoba de Santa Isabel con azulejos finos de Manises”.

Promovido a coronel de Ingenieros el 4 de julio de 1853, participó en la represión de las ocurrencias que tuvieron lugar en Zaragoza el 20 de febrero de 1854 con motivo de la insurrección del Regimiento Infantería de Córdoba. El 19 de septiembre de 1854 era destinado a la Dirección Subinspección de Castilla la Nueva, de donde, el 2 de octubre se le destinaba a la Comandancia de Zaragoza y posteriormente, el 1° de noviembre de la de Madrid. En 1858 era nombrado jefe de la Dirección-Subinspección de las islas Baleares y con fecha de 6 de septiembre de 1859 ascendía a brigadier del Cuerpo, con destino a Castilla la Vieja.

Además de la Cruz de San Fernando, ya citada, estaba en posesión de la Cruz y Placa de la Orden de San Hermenegildo, y era Comendador de la Real Orden de Carlos III y Caballero de la Orden Americana de Isabel la Católica.

 

Fuentes y Bibl.: Archivo General Militar de Segovia (AGMS), Expedientes Personales.

Estados del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, 1820-1863; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa. 1993, 2 ts.; J. Carrillo de Albornoz y Galbeño, “Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando pertenecientes al Arma de Ingenieros”, en Memorial del Arma de Ingenieros (Madrid, Ministerio de Defensa), n.os 63-66 (2001 y 2002); P. I. Sobradiel, La Aljafería, 1800–1900, Las Claves para su recuperación, Zaragoza, Instituto de Estudios Islámicos y del Oriente Próximo, 2009.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño