Marín Barbero, Luis Francisco. Madrid, 13.II.1816 – 25.XII.1889. Siervo de María, capellán, vicario general.
Fray Luis Francisco fue bautizado con el nombre de Luis Benigno. Era hijo de Francisco Marín y de Cayetana Barbero. El 15 de octubre de 1830 pidió vestir el hábito de los Siervos de María del convento de Barcelona, donde hizo la profesión solemne el 24 de octubre de 1831. El poco tiempo que permaneció en el claustro estuvo en el convento de San Miguel de Las Cuevas de Cañart (Teruel), durante cinco años.
Tras la exclaustración, se trasladó a Madrid, de hecho su nombre está en “la lista de los regulares exclaustrados”, residentes en la diócesis de Toledo (departamento de Madrid), correspondiente a 1838. Inició su sacerdocio el 20 de septiembre de 1845 y empezó a ejercer como capellán de la Congregación de los Dolores de Madrid en torno a 1846. Durante ese tiempo tuvo relación con los tíos de la que después será santa Vicenta María López y Vicuña. Cuando llegó ésta a Madrid (1854) y como acababa de cumplir los siete años, la dispusieron para su primera confesión y ella pidió confesarse con Luis Francisco Marín. Le había conocido Vicenta María en la casa de sus tíos. Luis Francisco le administró varias veces el sacramento de la penitencia, en el breve tiempo, que pasó la niña con sus padres en Madrid.
En 1876 fue nombrado vicario general; posteriormente, en octubre de 1882 fue confirmado en el cargo, y de nuevo fue ratificado el 28 de julio de 1889, pocos meses antes de su muerte. Además de mantenerse en contacto con el prior general de la Orden, mantuvo una cordial relación con los monasterios de las Siervas de María de Valencia, Sagunto y Madrid (a éstas las apoyó para formalizar su situación como religiosas Servitas). Se preocupó por el sostén de la Orden, promovió, tanto la expansión de la Orden, como la devoción y el culto hacia sus santos, incluso mandando limosnas para la canonización de los Siete Santos; se preocupó por las vocaciones; y vivió y promovió la devoción a la Virgen María. Sobre la refundación de la Orden en España, escribió al prior general en 1876 diciéndole que era molto difficile se non imposibile, y que de los frailes sólo tenía noticias de tres de ellos. Además ejerció una gran labor como propagador de la devoción a la Dolorosa, fundó diversas confraternidades y asociaciones de la Tercera Orden. Mantuvo correspondencia y relación con las Terceras Órdenes de las parroquias de San Miguel y Santiago (Murcia), de San Bartolomé (Murcia); con la Tercera Orden de Valls (Tarragona); con la VOT de Servitas de la parroquia de Santiago (Ciudad Real); con la Tercera Orden de la parroquia de la Concepción y Asunción de Nuestra Señora (Barcelona).
Agregó a la Congregación de los Dolores y Tercera Orden de Madrid; las Salesas de Vitoria y de Madrid, la Congregación de los Dolores de san Esteban en Castellar del Valles (Barcelona); también agregó a las Mercedarias Descalzas de Miguelturra (Ciudad Real), a las Hermanas de los Dolores del Hospital de San Jacinto de Córdoba, la Congregación de la Santísima Virgen del Carmen, establecida en San Ginés (Madrid).
Fray Luis Francisco Marín murió, en Madrid, después de una parálisis progresiva, el 25 de diciembre de 1889, cuando tenía setenta y cuatro años y cincuenta y nueve de vida religiosa. Permaneció hasta el final de sus días en Madrid, al frente de la Tercera Orden, en la iglesia de San Nicolás, donde ejerció como penitenciario.
Obras de ~: Devota novena dedicada a los siete BB. Padres Fundadores de la esclarecida Orden de lo Siervos de María S.ma de los Dolores en la que se han intercalado muchas noticias históricas de los prodigios de su fundación, Madrid, Imprenta y librería de D. E. Aguado, 1859; Librito de las prácticas de la piadosa asociacion titulada Turnos Compasivos a Maria Dolorosa, Madrid, Imprenta de las Escuelas Pías, 1861.
Bibl.: V. Lorente Pérez, “Descripción de la iglesia y convento servita de Las cuevas de Cañart por fray Luis Francisco Marín en 1836”, en Studi Storici O.S.M., 54 (2004), págs. 213-264.
Vicente Lorente Pérez