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Juan Rodríguez

Biografía

Rodríguez, Juan. San Felices de los Gállegos (Salamanca), 1593 – Madrid, 1683. Asentista de ejércitos y arrendador de rentas de Felipe IV y Carlos II.

Dedicado a los arrendamientos de rentas adquirió el oficio de tesorero general de de las de Salinas de Atienza, Cuenca y Espartinas durante el reinado de Felipe IV, mientras diversificaba sus inversiones y negocios hasta convertirse en un acaudalado personaje de la Corte. Casado con Francisca Bernal de los Ríos, también hija de asentista, tuvo cuatro hijos. Francisco Esteban, futuro I marqués de Santiago, era el mayor y junto a él crecieron Juan, Manuel y Francisca. Esta última casó con un oficial segundo de la Secretaría del Consejo de Hacienda, mientras los otros dos hermanos atendían en distintos lugares de la Península al negocio familiar como lo demuestra el hecho de que Juan, a fines del siglo XVII, estuviera avecindado en Sanlúcar y fuera enterrado en Sevilla. Los tres varones fueron secretarios del rey, un puesto que podía adquirirse ad honorem desde tiempos de Felipe IV y que su padre debió procurar para ellos.

Durante la última parte del reinado del cuarto Austria y en el de Carlos II, esta firma mantuvo una línea muy regular en sus negocios. Incluso pudo salir indemne de los efectos de la suspensión de pagos decretada el 14 de agosto de 1662, tras desencadenar una maniobra que mejoró el precio de arrendamiento de la Renta del Tabaco para el período 1663-1673 y proveer en la Corte 50.000 escudos de a 10 reales de vellón, 342.500 reales al contado y 157.500 restantes en mil quinientos vestidos de tropa para el Ejército de Extremadura, de manera que los 42.000.000 de maravedís que tenía decretados por la suspensión de 1662 fueron asumidos como deudas por la Real Hacienda sin discusión posible. Operaciones de este cariz no sólo le permitieron sobrevivir sino también crecer en las negociaciones con la Monarquía e hicieron aumentar su patrimonio, a pesar de las turbulencias financieras vividas a fines del reinado de Felipe IV y durante el reinado de Carlos II.

Instalado en Madrid en unas casas principales de la Calle de Cedaceros —esquina a la del Sordo (hoy Calle Zorrilla)—, que durante un tiempo serían también las de su hijo, el I marqués de Santiago, conquistó un estatus económico destacado y externamente reconocido que sirvió de privilegiada plataforma para los grandes negocios de abastecimiento de ejércitos de su sucesor durante la Guerra de Sucesión.

 

Bibl.: C. Sanz Ayán, Los banqueros de Carlos II, Salamanca, Universidad de Valladolid-Junta de Castilla y León, 1989; Estado, Monarquía y Finanzas, Madrid, CEPC, 2004.

 

Carmen Sanz Ayán