Baquero Santos, Antonio. La Fregeneda (Salamanca), 11.XI.1897 – Teruel, 24.VI.1938. Militar y caballero Laureado de San Fernando.
Fueron sus padres Isidro Baquero Rodríguez y Sara Santos Pérez. Ingresó en febrero de 1915 como educando de banda voluntario en el Regimiento de Burgos, de guarnición en León, en el que en el mes de diciembre siguiente pasó a ser soldado de segunda por haber cumplido dieciocho años. En mayo de 1916 fue ascendido a cabo y en diciembre de 1918 a sargento, incorporándose dos años después al Colegio Preparatorio Militar de Burgos para ingreso en las academias militares.
En diciembre de 1924 hizo su ingreso en la Academia de Infantería, cursando en ella su carrera hasta que en mayo de 1825 fue promovido al empleo de alférez y destinado al Regimiento de Las Palmas, al que se incorporó en la plaza de igual nombre.
En diciembre de 1825 embarcó hacia Marruecos formando parte de la Compañía Expedicionario de su Regimiento, llegando a Larache y realizando diversos servicios durante los meses siguientes.
En mayo de 1927 fue ascendido al empleo de teniente y en agosto regresó a Las Palmas, marchando el mes siguiente a Toledo para incorporarse como alumno a la Escuela de Gimnasia, en la que causó baja pocos días después por haber sido destinado al Batallón de Cazadores de África, al que se incorporó en Melilla, embarcando a continuación hacia Alhucemas.
Durante los años siguientes intervino en diversas operaciones en el protectorado encuadrado en el Grupo de Fuerzas Regulares de Alhucemas, con el que intervino durante los años siguientes en diversas operaciones de campaña.
En 1935 pasó de Regulares de Alhucemas al Batallón de Cazadores n.º 4, en Melilla, donde continuaba al comenzar la Guerra Civil, en la que intervino formando parte del ejército nacional.
El 20 de abril de 1938 se encontraba al mando de la 1.ª Compañía del 6.º Tabor de Alhucemas guarneciendo las trincheras del Parque del Oeste (Ciudad Universitaria), cuando a las dos y treinta horas, aproximadamente, el enemigo hizo explotar varias minas que destruyeron la mitad de las defensas ocupadas por su unidad, sepultando los escombros a casi toda la guarnición, realizando el enemigo, acto seguido, un intenso ataque, consiguiendo ocupar las derruidas trincheras e intentando progresar hacia el interior de la posición.
El capitán Vaquero, con escaso número de individuos disponibles y sin mandos subalternos, ya que el único oficial a sus órdenes había sido herido, logró con sus acertadas disposiciones y valor contener al enemigo, que había avanzado por los ramales de comunicación del sistema defensivo hasta unos diez metros de su mismo puesto de mando y con el escaso refuerzo que recibió de un pelotón y dos escuadras reorganizó sus reducidas fuerzas y contraatacó con formidable ímpetu al enemigo, usando en la lucha el arma blanca y granadas de mano, consiguiendo rechazar al contrario y recuperar las defensas perdidas y destruidas por las voladuras, que constituían una posición de gran importancia.
Logrado este éxito continuó el avance, persiguiendo tenazmente al enemigo y se apoderó de sus propias trincheras, llegando hasta el monumento a los héroes de las Campañas Coloniales, en donde ordenó el repliegue de sus fuerzas para fortificarse en la primera línea de trincheras enemigas, quedando rectificado a vanguardia el dispositivo general de defensa de las fuerzas nacionales con este avance y ocupación de las fortificaciones contrarias, tomadas después de una lucha aproximada de tres horas. Durante ellas, la compañía del capitán Vaquero tuvo sesenta y cuatro bajas de ciento cincuenta y dos individuos que tomaron parte en la lucha, habiendo atacado el enemigo con efectivos de un batallón.
Juzgado en juicio contradictorio su actuación, se consideró como heroica, por lo que por Orden de 13 de noviembre de 1940 se le concedió la Cruz Laureada de San Fernando.
Continuando en campaña, resultó herido en la ocupación de Pozuelo y Majadahonda y posteriormente encontró la muerte en La Muela de Sarrión (Frente de Teruel), mandando el 4.º Tabor de Regulares de Alhucemas. En 1932 el Califa de la Zona del Protectorado de España en Marruecos le había nombrado caballero de la Orden de la Mehdauia Jalifiana. Estuvo casado con Águeda Iván Valdés.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), secc. 1.ª, leg. B-596.
J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería, t. I, Madrid, Ministerio de Defensa, 2001.
José Luis Isabel Sánchez