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Félix Alonso Díaz

Biografía

Alonso Díaz, Félix. Armenteros (Salamanca), 18.V.1873 – Navarredondilla (Ávila), 1937. Militar y caballero Laureado de San Fernando.

A los diecinueve años ingresó como quinto en la Caja de Reclutas de Salamanca, siendo un año más tarde destinado como soldado al Regimiento de Garellano, al que se incorporó en Bilbao.

En 1894 fue ascendido a cabo y al año siguiente a sargento, en ambas ocasiones por elección, siendo trasladado antes de finalizar el año al Regimiento de Cantabria, de guarnición en Pamplona, donde fue baja voluntaria en 1896 con destino al Batallón de Cazadores Expedicionario de Visayas, en Filipinas, por permuta con otro de su clase y Cuerpo, desembarcando en el mes de diciembre en Manila.

Enseguida entró en operaciones en la provincia de Zambales, siendo trasladado en el mes de septiembre de 1897 a la de Tarlac, donde siguió combatiendo a los insurrectos.

En febrero del año siguiente se le encomendó guarnecer el destacamento de Bani al mando de diez soldados europeos, y un cabo y cuatro guardias civiles indígenas, siendo el día 7 de marzo atacado por más de dos mil independentistas.

Después de defenderse tenazmente en el cuartel donde se alojaban, un edificio de madera y caña, al ser incendiado hubieron de refugiarse para continuar la resistencia en el convento, el cual, a la vez que la iglesia, fue pasto de las llamas comunicadas por haber prendido fuego el enemigo a todo el poblado. La defensa, en la que tuvo el destacamento dos muertos y un herido, se sostuvo enérgicamente gracias al arrojo y serenidad del sargento Alonso, que se impuso y sostuvo el espíritu de su tropa.

En lo peor del asedio consiguió abatir de un disparo al jefe de los insurrectos, lo que sembró el desconcierto en los atacantes y permitió al destacamento apoderarse del banderín enemigo y eludir el cerco. Para emprender la retirada hacia un punto ocupado por fuerzas leales, fue necesario tomar un puente y cruzarlo, única salida del pueblo por la parte sur y hacia el cual convergían los disparos del enemigo, perdiendo otro hombre. Durante el trayecto hacia Agno, a lo largo de cinco horas, combatió a la desesperada, fue atacado constantemente, se le hizo otra baja y estuvo a punto de ser envuelto por el enemigo, a pesar de lo cual supo mantener la moral de la tropa y evitar la defección de los guardias indígenas, obligándolos a combatir y teniendo que desarmar y reducir al cabo, tras intentar traicionarlos, consiguiendo, por fin, incorporarse al destacamento de Agno, en el que, bajo el mando del segundo teniente José Gómez Zamalloa, resistieron un nuevo ataque hasta el día 16, en que se emprendió la retirada hacia Tarlac.

Cuando regresaron las tropas españolas a la zona del asedio, descubrieron con horror que las guarniciones de todos los destacamentos avanzados habían sido pasadas a cuchillo, excepto la de Bani.

Al mes siguiente fue ascendido a segundo teniente de la Escala de Reserva Retribuida en recompensa por la defensa de los destacamentos de Bani y Agno y retiradas de los mismos, siendo propuesto para la Cruz Laureada de San Fernando, que, tras el correspondiente juicio contradictorio, le sería concedida por real orden de 12 de febrero de 1904.

El 4 de junio de 1898 fue sitiada Tarlac por numerosas fuerzas insurrectas, teniendo que resistir ataques diarios, en cuya situación continuó hasta el 11 de julio, en que, agotados los víveres y municiones, la plaza tuvo que capitular, siendo hecho prisionero de guerra por los insurrectos filipinos.

Desconociéndose su situación, a finales de enero de 1899 fue dado de baja en Cazadores de Visayas por pase al cuadro de reemplazos, continuando privado de libertad hasta ser liberado por las tropas americanas el 10 de diciembre siguiente, después de un año y cinco meses de cautiverio, siendo trasladado a Manila, donde permaneció el resto del año.

En el mes de enero de 1900 embarcó hacia la Península, desembarcando en Barcelona, donde se le concedieron dos meses de permiso para Armenteros, siendo en el mes de marzo destinado al Regimiento de Reserva de Salamanca y en situación de reserva en Armenteros. Al año siguiente le fue concedido el traslado de residencia a Salamanca.

Las penurias y enfermedades sufridas por el héroe durante el cautiverio le hicieron perder la vista, lo que motivó su pase a la situación de retirado en el mes de julio de 1902, siendo ascendido a primer teniente por ser Caballero de San Fernando.

Además de la Cruz de San Fernando, en 1900 había recibido la Medalla de Oro de Sufrimientos por la Patria y dos años después la Cruz de 1.ª Clase al Mérito Militar.

A su muerte fue enterrado en Navarredondilla (Ávila). En junio de 1901 había contraído matrimonio con Antonia Sánchez García, con la que tuvo cuatro hijos.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia, sección 1.ª, leg. A-1258.

J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería, t. II, Madrid, Ministerio de Defensa, 2001.

 

José Luis Isabel Sánchez