Mellid de Bolaño y Sánchez, José Luis. Santa María de Campos (Lugo), 5.VI.1791 – Madrid, 10.I.1872. Militar y caballero Laureado de San Fernando.
Recibió a los dieciocho años el nombramiento de teniente de Cuerpos Francos, interviniendo seguidamente en la Guerra de la Independencia, en la que combatió a los franceses en Galicia hasta 1813, año en que fue destinado a Ultramar.
Ingresó como sargento segundo en 1815 en el Regimiento de Infantería de Voluntarios Distinguidos de la Concordia Española del Perú, creado por el teniente general Abascal.
En 1819 fue nombrado por el virrey Pezuela subteniente de Milicias Disciplinadas de Lima y poco después subteniente del Regimiento de Arequipa, con el que combatió a los insurgentes y tomó parte en la defensa de Callao en todos los ataques realizados a esta plaza por lord Cochrane, vicealmirante y general en jefe de la Escuadra chilena.
En febrero de 1821 obtuvo el empleo de teniente y al llegar septiembre se encontraba defendiendo la fortaleza de Callao cuando ésta tuvo que capitular el día 21 ante el general San Martín. Hecho prisionero y llevado a Lima, consiguió huir en enero de 1823, embarcando en el puerto de Callao en un bergantín inglés y llegando a Río de Janeiro, donde, ante la imposibilidad de incorporarse directamente a su unidad, optó por regresar a la Península; desembarcó en Gibraltar, donde encontró una goleta inglesa que partía hacia el Pacífico y se comprometía a llevarle a Perú.
Habiendo iniciado el viaje en el mes de agosto, la travesía resultó accidentada en aquel pequeño barco de tan sólo seis tripulantes, pues, además de sufrir un fuerte temporal, estuvieron a punto de estrellarse contra la isla de los Estados debido a un mal funcionamiento de la brújula. Desembarcaron el 27 de octubre y reconocieron la Tierra de Fuego y las islas de Diego Ramírez, para a continuación doblar el cabo de Hornos entre grandes bloques de hielo y descomunales olas, consiguiendo llegar el 25 de noviembre a Valparaíso.
De nuevo embarcado, el 2 de enero de 1824 llegó a las costas del Perú y el 29 de febrero se incorporaba al Ejército Real, recibiendo del virrey el nombramiento de secretario del Gobierno y Comandancia General del Callao y provincia de Lima, pasando en unión de su familia a dicha plaza.
En el mes de noviembre los insurrectos iniciaron un largo sitio de catorce meses a la plaza, que terminó con su forzosa capitulación en enero de 1826, sobreviviendo a la mortandad y horrores de tan porfiada lucha y particularizándose en ser el primero que se arrojó, a pesar del inminente riesgo de su vida, a apagar el fuego que el 28 de septiembre de 1825 se había prendido en el cuartel del Baluarte del Rey, acuartelamiento del Regimiento de Infantería de Arequipa, subiendo él mismo a cortar y dividir el techo de tablazón y encerado que lo cubría, para que no siguiese propagándose el incendio, sin cuya operación hubiese alcanzado los depósitos de pólvora y ocasionado males de mayor trascendencia a la guarnición y a la defensa de la plaza. El incendio fue tan pavoroso que el enemigo levantó el sitio y se alejaron los barcos que realizaban el bloqueo por mar, creyendo todos que el fuerte iba a saltar por los aires. En 1831 vería recompensada su heroica acción con la Cruz de San Fernando de 2.ª Clase, Laureada.
En noviembre de 1826 embarcó en una fragata francesa con destino a Europa, remontando por cuarta vez el cabo de Hornos y llegando en el mes de abril de 1827 a la Península, para pasar a servir a las inmediatas órdenes del mariscal de campo Rodil, comandante general de la 1.ª Brigada del Ejército de Observación del Tajo, de cuya plana mayor fue nombrado ayudante.
Disuelta dicha brigada a comienzos de 1828, en el mes de junio obtuvo la licencia ilimitada, volviendo al año siguiente a las inmediatas órdenes del general Rodil, a la sazón inspector general de Carabineros.
En 1831 fue ascendido a primer comandante de Infantería y a segundo jefe de Carabineros, y dos años después nombrado secretario de la Inspección General de dicho Cuerpo, cargo que continuó ocupando al ser ascendido en 1834 a teniente coronel de Infantería y primer jefe de Carabineros.
En junio de 1835 fue nombrado oficial supernumerario de la Secretaría de Estado y del Despacho de la Guerra, y en octubre teniente de rey de la plaza de Manila con el empleo de coronel, partiendo al año siguiente hacia Filipinas.
En 1843 tuvo que enfrentarse a la sublevación de gran parte del Regimiento del Príncipe, que había partido del cuartel de Malate y se había apoderado del fuerte de Santiago, en el que consiguió penetrar y neutralizar el levantamiento, siendo propuesto por el general Oraa, capitán general de Filipinas, para el ascenso a brigadier, recomendación que no sería atendida.
Tras desempeñar hasta 1853 el citado cargo de teniente de rey, en dicho año recibió el ascenso a brigadier, dirigiéndose en el mes de julio del año siguiente hacia la Península, a través de un interminable viaje con escalas en China, Macao, Hong-Kong, Ceilán, Suez, El Cairo, Alejandría, Malta y Gibraltar, teniendo que permanecer en este puerto más de veinte días guardando cuarentena por haber epidemia de cólera.
En el mes de diciembre llegó a Madrid en un estado tan lamentable que tuvo enseguida que guardar cama, pasando enfermo el año siguiente y tratando de recuperar la salud, muy quebrantada por los diecisiete años pasados en Filipinas.
Hallándose en situación de cuartel, el 14 de julio de 1856 cooperó en el desarme de la sublevada Milicia Nacional, por lo que se le recompensó con la Cruz de San Fernando de 3.ª Clase. En 1858 desempeñó sucesivamente los cargos de gobernador militar de las plazas de Seo de Urgel y Huelva, y en 1859 el de Cuenca, solicitando en este último año el pase a la situación de cuartel en Madrid, debido a su mal estado de salud.
Poseía las Encomiendas de las Órdenes de Isabel la Católica (1852) y Carlos III (1853). Estuvo casado con María del Rosario Jáuregui.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Secc.
1.ª, leg. M-2604.
P. Chamorro Baquerizo, Estado Mayor General del Ejército español, t. IX, Madrid, 1851-1854; J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería, t. I, Madrid, Ministerio de Defensa, 2001.
José Luis Isabel Sánchez