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Charles de Tisnacq

Biografía

Tisnacq, Charles de. Bruselas (Bélgica), c. 1550 – ?, III.1597. Capitán interino de la Guarda de Archeros de Corps y gentilhombre de la casa de Felipe II.

Primogénito del presidente Charles de Tisnacq y de Catherine Boissot, su infancia y parte de su juventud transcurrieron en los Países Bajos hasta el año 1559 cuando viajó junto a sus padres a Castilla, al concederse el oficio de guardasellos a su progenitor. Los servicios y el prestigio de éste, le abrieron muchas puertas y en 1567 fue nombrado gentilhombre de la casa de Borgoña del Rey. Asimismo, se le permitió viajar en el Ejército que acudió a Flandes con el duque de Alba, donde sirvió durante tres años en que se sufragó sus gastos, así como los de ocho caballos en la defensa de Genlis y en el sitio de Mons y el de Haarlem.

Una vez de vuelta en Castilla, continuó sirviendo a Felipe II en su oficio palatino hasta el año de 1578, cuando fue nombrado capitán interino de la Guarda de Archeros de Corps. El oficio de capitán estaba vacante desde el ajusticiamiento de Horn y el teniente Selles había decidido retornar a Flandes en ese momento, por lo que se hacía necesario el nombramiento de un flamenco de confianza que utilizara la mano dura para evitar el descontrol de la unidad. Sin duda, las excelentes relaciones de su difunto padre con la facción “ebolista” favorecieron su nombramiento en un momento en que los “papistas”, herederos de los ideales políticos e ideológicos de los “ebolistas”, gozaban de una posición preeminente en la Corte.

Su período como capitán interino de la Guarda puede ser considerado como uno de los más conflictivos, ya que intentó acabar con ciertas tradiciones arraigadas en la unidad que perjudicaban su funcionamiento.

De especial crudeza fueron los incidentes durante la jornada de Monzón de 1585 siendo muy numerosos los memoriales de quejas de los archeros.

La situación obligó a Felipe II a buscar una decisión definitiva sobre la unidad y nombró en 1588 como nuevo capitán de la misma a Philippe de Croy, conde de Solre, y como teniente a su hermano Jacques. El relevo de Tisnacq al frente de la Guarda no significó, sin embargo, que éste perdiera la confianza del Rey, ya que se le concedió la encomienda de Alcolea de la Orden de Calatrava en 1590 y se le destinó a misiones más importantes.

En esos momentos, preocupaba mucho en la Corte madrileña la consecución de la paz con los rebeldes flamencos, para así poder centrar todos los esfuerzos en la intervención en Francia. El elegido para intentar realizar tan delicada misión fue Charles de Tisnacq y cuando en 1592 éste pidió poder retornar a Flandes se le concedió, junto a un entretenimiento de cincuenta escudos y diversas mercedes monetarias o de exención de aposento. Se le encargaría la compleja misión de abrir unas negociaciones encaminadas a conseguir la paz. Tisnacq había escrito diversos memoriales sobre cómo llegar a un acuerdo con los rebeldes de Flandes y disponía de varios confidentes como Lindanus, obispo de Amberes, Assonleville y Vander Burcht, por lo que se le encomendó que pusiese sus ideas en práctica. Una vez en Flandes, desarrolló una actividad frenética y contactó con la Corte imperial para agilizar el inicio de conversaciones. Tisnacq mantuvo correspondencia con Guillén de San Clemente, con el nuncio de Colonia y, sobre todo, con el barón de Reder, que fue uno de los personajes comisionados por Rodolfo II para conseguir esa paz. Sin embargo, el retraso en aplicar sus ideas conllevó que sus gestiones fracasaran y que cuando los delegados imperiales llegaron a Flandes en 1594 no se atendió a sus peticiones.

La labor de Charles de Tisnacq no se limitó a buscar la paz con los rebeldes sino que también se dedicó a escribir diversos memoriales al Rey sobre cómo mejorar la posición real en Flandes.

En 1596 fue comisionado por el archiduque Alberto para que realizara un viaje a la península Ibérica para informar sobre la situación vivida en los distintos frentes de la Monarquía en guerra y en los Países Bajos. En noviembre de ese año se encontraba en Calais para embarcarse, pero hasta febrero del año siguiente no pudo hacerlo debido al mal tiempo. El 14 de febrero se encaminó hacia la Península pero falleció de peste nada más desembarcar en su destino.

 

Fuentes y bibl.: Archives Gènèrales du Royaume, Papiers d´État et de l´Audience, reg. 183, fols. 147 y 149; Archivo General de Simancas, Estado, legs. 604, fol. 78, 606; fols. 33-50, 607; fols. 164-167 y 613; fol. 32; Archivo Histórico Nacional, Estado, lib. 251, fols. 192v.-194r.; Órdenes Militares, Calatrava, exp. 2579; Instituto Valencia de Don Juan, envío 51, fol. 5; ms. 26-V-20.

F. Fernández Izquierdo, La Orden Militar de Calatrava en el siglo xvi. Infraestructura institucional. Sociología y prosopografía de sus caballeros, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1992, pág. 321 (col. Biblioteca de historia, vol. 15); J. E. Hortal Muñoz, “Las guardas palatino-personales de Felipe II”, en J. Martínez Millán y S. Fernández Conti (dirs.), La monarquía de Felipe II: la Casa del rey, vols. I y II, Madrid, Fundación Mapfre-Tavera, 2005, págs. 464-469 y pág. 454, respect.

 

José Eloy Hortal Muñoz

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