Caymó Bascós, Pedro. San Feliú de Guixols (Gerona), 19.IV.1819 – 16.VIII.1878. Político republicano.
Hijo de Lucía Bascós Boet y del patrón de barco Pedro Caymó Calsada, nació en una familia de humildes propietarios en la que aprendió a leer y escribir.
Cuando apenas contaba doce años se trasladó con sus padres a Puerto Rico, entrando a trabajar en una casa comercial de Mayagüez.
Tras permanecer veinte años en las Antillas y hacer una modesta fortuna, regresó a España, estableciéndose en 1853 como comerciante en su pueblo natal, donde contrajo matrimonio con Isabel Batalla Bussot el 2 de julio de 1855. Tras la Vicalvarada, fue elegido capitán de la restablecida Milicia Nacional de San Feliú en agosto de 1854.
En julio de 1856 se opuso al golpe de O’Donnell, marchando con dos compañías de milicianos a Gerona, por lo que tuvo que emigrar a Francia, de donde regresó tras la amnistía. Al ingresar en el Partido Demócrata, ayudó a organizarlo en los pueblos costeros del Bajo Ampurdán, abriéndosele un proceso por su actividad política que le obligó a esconderse en 1859.
En 1863 fue apresado por su supuesta pertenencia a una asociación secreta obrera de Barcelona, permaneciendo un mes y medio incomunicado en la cárcel de Manresa, de la que salió libre bajo fianza. Teniendo cuatro causas abiertas por censurar en la prensa a los progresistas de su localidad, fue reclamado por el juzgado de La Bisbal, siendo detenido y condenado a pagar cien duros de multa y a cumplir un mes de arresto en el calabozo de la población.
Desde el pronunciamiento de Prim de enero de 1866 no cesó de ser perseguido por sus ideas republicanas, viviendo oculto la mayor parte del tiempo. Acogido al indulto que siguió al fracasado alzamiento de agosto de 1867, regresó a mediados de septiembre a su casa, con su mujer y dos hijas, viviendo bajo vigilancia y sin permiso para ausentarse de San Feliú. Desde marzo de 1868 presidió la Junta secreta republicana de la provincia de Gerona y al mes siguiente fue encerrado en la cárcel de Gerona acusado de ser el autor de una carta en la que se daba noticia de dicha junta, siendo más tarde puesto en libertad por falta de pruebas. En agosto fue otra vez apresado en Figueras y encerrado nuevamente en la capital, donde se le incoó un expediente de resultas del cual se determinó su destierro a Lugo o a Ultramar, sin que llegase a ejecutarse por sobrevenir la revolución de 1868. Al producirse el alzamiento de Gerona el 30 de septiembre, fue liberado de la cárcel por los revolucionarios que le nombraron vocal de la Junta revolucionaria interina de la provincia, mientras que en San Feliú le proclamaban presidente de su Junta de gobierno. Ese mismo día salió para su pueblo, reclutando trescientos hombres de San Feliú, Castillo de Aro, Llagostera y otros lugares, con los que regresó a la capital al día siguiente, sin que fuera necesaria su actuación por haberse pronunciado sin reservas la guarnición militar. El día 8 fue elegido por sufragio universal para la Junta provincial definitiva que se disolvió el 23 de octubre. Al nombrar la Junta revolucionaria de San Feliú el ayuntamiento, fue elegido alcalde interino, ocupando el mismo cargo tras las elecciones municipales y democráticas de diciembre de 1868.
Presidente del Comité republicano democrático federal de San Feliú y miembro del Comité electoral de la provincia de Gerona, fue elegido diputado de las Cortes Constituyentes por esta circunscripción en enero de 1869. Como parlamentario no tuvo una participación muy destacada, aunque apoyó la creación de bancos agrícolas, el libre comercio, la abolición de las quintas y del impuesto personal y la separación de la Iglesia del Estado. Representó a dicha provincia en el Pacto federal de Tortosa (18 de mayo) y fue unode los diputados que se alzaron en armas durante la insurrección federal de octubre de 1869, encargándose el día 3 de levantar los pueblos de la Marina gerundense, mientras que José Toribio de Ameller sublevaba la Montaña y Francisco Suñer Capdevila, el Ampurdán, con el propósito fallido de reunir las columnas republicanas para caer con ellas sobre la capital. En La Bisbal, donde concentró una fuerza de tres mil hombres, proclamó la República el día 4, enfrentándose el 6 a las tropas del brigadier Romualdo Crespo, que le hizo prisionero cuando trataba de negociar una tregua con él, dispersándose los rebeldes federales tres días después.
Sentenciado a pena de muerte por el Consejo de guerra de Gerona, el regente Serrano, por mediación del general Prim, le conmutó dicha pena por la de confinamiento en las Filipinas, condena que, ante la falta de buques, le fue cambiada el 14 de diciembre por la de extrañamiento del reino, fijando el 21 de diciembre su residencia en Marsella y más tarde en Mónaco, donde escribió en marzo de 1870 un opúsculo sobre los sucesos de La Bisbal que fue publicado en Barcelona por su correligionario Inocente López Bernagosi.
Figuró como colaborador del diario madrileño La República Federal, de Miguel Morayta, en diciembre de 1869. Habiendo causado baja en las Cortes en enero de 1870, fue reelegido diputado por Gerona el 17 de marzo de ese año y, tras regresar del exilio el 18 de agosto, fue admitida su acta electoral el 24 de diciembre, sin que llegase a ocupar el escaño antes de cerrarse la legislatura en enero de 1871. Recién elegido alcalde de San Feliú, fue destituido el 26 de febrero de 1872 por negarse a autorizar el apremio contra los deudores de la contribución. Restituido como alcalde el 6 de julio, se sumó a la proclamación de la República y ocupó la jefatura del Batallón de los Voluntarios de la República en febrero de 1873. Al recrudecerse la guerra carlista, se encargó de organizar la defensa de la población: fortificó la villa, abrió una suscripción entre los grandes contribuyentes para comprar fusiles en el extranjero, armó siete compañías, desalojó en junio la iglesia parroquial para acuartelar a los voluntarios y movilizó a las mujeres para fabricar cartuchos, logrando con todo ello disuadir a las fuerzas carlistas. Tras ser reelegido alcalde en las elecciones de agosto, fue destituido del cargo por el capitán general de Cataluña el 1 de abril de 1874, abriéndosele un sumario por agitador federal y por su pasada actuación al frente del municipio. En junio de ese año fue apresado y enviado a Barcelona, donde permaneció varias semanas encarcelado en las Atarazanas y en el castillo de Montjuich, recobrando la libertad para cumplir un destierro de dos años fuera de su provincia. Tras acogerse a la amnistía de 1876, regresó a San Feliú, donde falleció sin recibir los sacramentos. En 1907 le fue dedicada una calle en su villa natal.
Obras de ~: Reseña histórica de los sucesos de la villa de La Bisbal y su distrito, en la insurrección republicana-federal del mes de octubre de 1869, Barcelona, Librería de I. López, 1870.
Bibl.: Los diputados pintados por sus hechos. Colección de estudios biográficos sobre los elegidos por el sufragio universal en las Constituyentes de 1869, t. II, Madrid, R. Labajos y Cía., 1869- 1870, págs. 129-133; R. González, “Caymó y Bascós”, en M. Ibo Alfaro (dir.), Fisonomía de las Constituyentes. Biografías, t. III, Madrid, Imprenta de Santos Larxe, 1869, págs. 640-647; Un testigo imparcial, Crónica verídica y detallada de los sucesos acaecidos en la villa de La Bisbal y su comarca, con motivo del levantamiento republicano del mes de octubre de 1869, La Bisbal, Imprenta J. Gener, 1869; J. A. Albert y N. Farró Albert, Contestación que dan al folleto impreso en el extranjero por el diputado constituyente Pedro Caymó y Bascós [...], acerca de los sucesos ocurridos en la provincia de Gerona en el mes de octubre de 1869 cuando la sublevación republicana federal, Gerona, Imprenta M. Llach, 1870; E. Rodríguez-Solís, Historia del Partido Republicano español, t. II, Madrid, Imprenta de F. Cao y D. del Val, 1893, pág. 640; E. Navarro, Historia crítica de los hombres del republicanismo catalán en la última década (1905-1914), Barcelona, Ortega y Artís, impresores, 1915, págs. 197-200; C. Rahola, Vides heroiques, Gerona, Casa d’Assistència i Ensenyament, 1932; J. Clara y A. Jiménez, El federal Pere Caimó (1819-1878), Barcelona, Pòrtic, 1975; J. Clara, El federalisme a les comarques gironines, 1868-1874, Gerona, Diputació, 1986.
Gregorio de la Fuente Monge