Díaz-Agero y Gutiérrez, Agustín. Conde de Malladas (II). Salamanca, 28.VIII.1841 – Madrid, 2.XII.1924. Abogado y político.
Nace en el seno de una familia salmantina acomodada, hijo de José Díaz-Agero y González-Correas, natural de Béjar, y de Lucía Gutiérrez, de la capital.
Su padre, doctor en Jurisprudencia y caballero de la Orden Militar de Montesa, fue diputado a Cortes y, siendo vecino de Madrid, desde 1848 empezó a formar el patrimonio familiar en la provincia de Cáceres, compró la encomienda de Malladas (Moraleja) y la consolidó con nuevas compras a lo largo del siglo; estas propiedades dieron origen a la denominación escogida para el título nobiliario de conde de Malladas, concedido por el rey Alfonso XII a principios de abril de 1885. Su hijo Agustín estudió Derecho y vivió en Salamanca y Madrid. Desde muy joven accedió a la carrera política. Por las filas moderadas salió elegido diputado por Pontevedra en la primavera de 1867; en esta legislatura de 1866-1867 fue secretario por edad del Congreso y en la siguiente de 1867-1868. Con la Revolución de septiembre se apartó de la política y como alfonsino volvió a ella con la Restauración. En 1879 salió diputado conservador por Coria (Cáceres) hasta que terminó la legislatura en 1881. Por entonces sus coetáneos destacaban su valía como orador y abogado, que le abrían las puertas de cargos importantes, entre ellos el de consejero de administración del ferrocarril de Salamanca; los lazos con esta provincia persistieron en sus propiedades rústicas y urbanas de Robleda y en la capital, donde nacieron algunos de sus hijos.
Con la vuelta al poder de los conservadores, en 1884 sale elegido senador por Cáceres. En esta legislatura, que se prolonga hasta principios de 1886, participa en distintas secciones y comisiones referidas a los ferrocarriles vascos y a las carreteras, algunas gallegas, entre las que destaca la de Redondela a La Guardia hasta el puente internacional sobre el Miño, alguna en la frontera con Portugal, otras de Madrid, Toledo y Alicante, así como en comisiones de protocolo. Agustín Díaz estaba condecorado con la Gran Cruz de Isabel la Católica y sucedió en la merced de conde de Malladas tras la muerte de su padre, a principios de junio de 1888. Unos meses después solicitó la llave de gentilhombre de cámara por medio del marqués de Nájera, que intercedió por él a finales de diciembre de 1888. Fue nombrado gentilhombre de cámara con ejercicio el 20 de mayo de 1889 y juró el 1 de agosto.
Se confirmó así la opinión de sus coetáneos, que le estimaban apreciado en la Corte y entre la aristocracia.
Volvió a las Cortes con el turno de los conservadores, como diputado por Madrid en 1891. Estaba muy integrado en la vida madrileña, era socio del Casino y de otras asociaciones y, según sus coetáneos, era muy popular por los socorros que concedía.
Integrado en las filas silvelistas, salió senador en 1898 por Ávila y a finales de abril de 1899 fue nombrado vitalicio en la vacante de Manuel de la Pezuela y Lobo. Desde entonces y hasta 1923 participó en diversas secciones, pero apenas intervino en debates y comisiones, la mayoría de carreteras, entre ellas la de Coria a la estación de Plasencia, las de saneamiento y tranvía de Almería, el ferrocarril de Berja a Ugíjar y otras de protocolo.
Obras de ~: con J. B. Jiménez, Memoria sobre el material de ferrocarriles, Madrid, Imprenta Nacional, 1864.
Fuentes y bibl.: Archivo del Senado (Madrid), Expediente personal del Senador Conde de Malladas D. Agustín Díaz Agero y Gutiérrez, por las provincias de Cáceres y Ávila, y vitalicio, ES.28079.HIS-0263-06.
P. E. Tebar y J. de Olmedo, Las Segundas Cortes de la Restauración, semblanzas parlamentarias, Madrid, Manuel G. Hernández, 1879, pág. 232; I. Castillo, El parlamento español en 1910, Madrid, Redacción y Administración don Felipe, 1910; F. Sánchez Marroyo, Dehesas y terratenientes en Extremadura: la propiedad de la tierra en la provincia de Cáceres en los siglos XIX y XX, Mérida, Asamblea de Extremadura, 1994, págs. 368-369; P. Carasa Soto (dir.), Elites políticas castellanas de la Restauración. Diccionario biográfico de parlamentarios castellanos y leoneses (1876-1923), vol. I, Salamanca, Junta de Castilla y León, 1997, pág. 234; E. Cabezas Ávila, Los de siempre. Poder, familia y ciudad (Ávila, 1875-1923), Madrid, Centro de Investigaciones Sociológicas, 2000, pág. 206.
Pilar Calvo Caballero