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José María Dardalla y Gutiérrez

Biografía

Dardalla y Gutiérrez, José María. Sevilla, 1821 – Bilbao (Vizcaya), 18.VIII.1868. Actor.

José María Dardalla, de posible ascendencia calé, inimitable intérprete de tipos flamencos, en obras de carácter costumbrista, formó, y mantuvo durante años, una compañía teatral especializada en lo que se llamó “género andaluz”. Los títulos que ocupaban los carteles de dicha formación indican sobradamente los asuntos cultivados y los ambientes y personajes que representaban: Diego Corrientes, o el bandido generoso; José María el Tempranillo; También es noble un torero; La hija del bandido; Caparrota o amores de un bandolero; Los siete niños de Écija; Los bandidos de Sierra Morena; El día de toros en Cádiz; Pepa la cigarrera; Pepe-Hillo; El ventorrillo de Alfarache.

Aunque, de la lista de comedias y sainetes que representó, destacaron Los celos del tío Macaco, La flor de la canela y La cigarrera de Cádiz. La inclusión de cantes, bailes y canciones andaluzas era harto habitual en estas piezas dramáticas.

La compañía de comedias andaluzas de José María Dardalla —compuesta además por los actores Pardo, Guerrero y Vico—, llegó a Madrid en la segunda mitad de la década de 1840 en la que ya había cantables de carácter flamenco o preflamenco. En la capital española representó en 1848 los dramas El corazón de un bandido —donde hizo su debut su hija Cándida Dardalla y Rodríguez— y Treinta días después.

Luego marchó a Cádiz habiendo sido contratados por el Teatro del Balón, donde estuvieron representando obras como La perla gitana, De Cádiz al Puerto, Rosío la Guñolera, Manolito Gázquez, No fiarse de compadres y otras. Aunque la popularidad alcanzada con sus interpretaciones de personajes estereotipados de su tierra andaluza no le hizo desistir de volver con frecuencia a Madrid. Así, en 1854, dio a conocer en el madrileño teatro de Verano La vida de Juan Soldado, y en el teatro del Príncipe La vaquera de la Hinojosa, en la que intervenía su citada hija. A mediados de la década de 1860 trabajó en el Teatro Novedades de Madrid y para entonces contaba con un elenco tan numeroso de actores, que en su compañía figuraban dos cuadros, explotando ya géneros tan distintos como el melodrama espectáculo además del género andaluz, que tanto éxito le había reportado.

De hecho, paulatinamente, de actor especializado en papeles cómicos se había transformado en especialista en otros de mayor enjundia, a veces tragicómicos.

Su mayor reputación la alcanzó en una obra dramática: La muerte de César, de Ventura de la Vega, que estrenó en 1867 en el madrileño Teatro del Príncipe.

Figuras destacadas en el desempeño de melodramas fueron su propia hija Cándida y el esposo de ésta, Antonio Zamora.

Falleció en Bilbao, a causa de una afección de laringe cuando su compañía representaba una función en homenaje a Romea.

 

Bibl.: L. Calvo Revilla, Actores célebres del Teatro del Príncipe o Español, siglo xix: Manera de representar cada actor. Anécdotas y datos biográficos, Madrid, Imprenta Municipal, 1920, págs. 82- 83; M. Jiménez Moya, “José María y Cándida Dardalla”, en Ilustración Popular (Barcelona), n.º 346 (marzo de 1936); J. López Rubio, “La Carmen de Merimée”, en ABC (Madrid), 28 de mayo de 1984, pág. 3; F. Vega, Quién es quién, Barcelona, CILEH, 1991, pág. 275; M. Gómez García, Diccionario del teatro, Madrid, Ediciones Akal, 1997, pág. 242; J. Rondón Rodríguez, “Cuando sale la aurora... Datos, noticias y apuntes sobre el origen y evolución del cante por serranas”, en II Concurso de trabajos de investigación o ensayo del cante por serranas (Prado del Rey, Cádiz), julio de 2003, pág. 9; J. Huerta Calvo, E. Peral Vega y H. Urzáiz Tortajada, Teatro español (de la A a la Z), Madrid, Espasa Calpe, 2005, pág. 211; E. Cobo, La comedia flamenca, Barcelona, Ediciones Carena, 2007.

 

Manuel Román Fernández