Gelabert, Hortensia. Cuba, f. s. XIX-p. s. XX – La Habana (Cuba), 1958. Actriz.
Se ignora cuándo y en qué lugar concreto de Cuba nació. Se trasladó a España y entró en la compañía de María Guerrero y tuvo resonados éxitos teatrales, con obras como La honra de los hombres, Como hormigas y Telas de araña.
Contrajo matrimonio con el actor Emilio Thuillier, éste en segundas nupcias.
Corría el año 1919 cuando Hortensia Gelabert recibió la invitación de Jacinto Benavente para que participara en la que iba a ser la segunda película con argumento escrito por el célebre dramaturgo, que se tituló La madona de las rosas. El autor, después de haber rodado Los intereses creados, se había interesado por el llamado séptimo arte y hasta participó económicamente en la aventura de producir dichas películas, aunque más tarde terminó desilusionándose.
Hortensia Gelabert, que gozaba entonces de gran prestigio teatral, aceptó, y, junto a Carmen Moragas encabezando el reparto, figuraron también su marido, Emilio Thuillier, Carmen Carbonell y Mariano Asquerino.
Benavente dirigió a aquellos actores, aunque nada supiera de la moderna técnica del cine mudo.
Sufragó la película, que costó 30.000 pesetas, elevada cifra para esa época.
En la década de 1920, tuvo Hortensia Gelabert, durante varias temporadas, compañía propia, en la que empezaron jóvenes actrices a las que impartió su indudable magisterio, entre ellas Mary Carrillo, futura gran actriz.
En 1931, inesperadamente, cuando todavía mantenía su crédito como excelente actriz, decidió retirarse de los escenarios. Buscó nuevos horizontes en su vida y se le ocurrió instalar en Madrid una casa de modas.
Finalizada la Guerra Civil, añorando sus felices tiempos pretéritos volvió al teatro, logrando un gran éxito con El Cardenal. Aquella fue una fugaz reaparición, pues volvió a su tierra cubana, instalándose en La Habana, donde obtuvo una plaza de profesora de declamación en el Conservatorio Municipal. Alternó esa ocupación con sus intervenciones en programas de radio y, años después, también apareció en programas dramáticos televisivos.
Ya no volvió más a España y en su isla de nacimiento le llegó su mutis final.
Bibl.: M. Román, Los cómicos, vol. I, Barcelona, Royal Books, 1995, págs. 118-120; M. Gómez García, Diccionario del teatro, Madrid, Ediciones Akal, 1997, pág. 354.
Manuel Román Fernández
