Boldún y Corellano, Elisa. Sevilla, 1847 – Valencia, 1915. Actriz.
Hija del actor Calixto Boldún y Conde, recibió una educación esmerada y ofreció desde su infancia inequívocas pruebas de sus dotes artísticas. Cuando apenas había cumplido los ocho años de edad se presentó al público en el teatro Principal de Cádiz con las obras Hijas y madres, de Tamayo y Baus, y La archiduquesita, de Hartzenbusch, con favorable respuesta del público.
En 1858 sus padres la matricularon en el Conservatorio de Madrid, logrando una beca de estudios, donde recibió clases del eminente primer actor y profesor Julián Romea, quien, al advertir las aptitudes de su jovencísima alumna, la contrató en su compañía como dama joven, proporcionándole en 1860 el estreno del drama La oración de la tarde, de Larra, en el antiguo teatro Lope de Vega.
A los trece años pasó a la compañía dramática que formó en el teatro del Príncipe el primer actor Pedro Delgado y, junto a Teodora Lamadrid y Mariano Fernández en el cartel, representó El tanto por ciento, de López de Ayala, entre clamorosas ovaciones del público el día del estreno. Realizó después una gira por teatros de Barcelona, Zaragoza, San Sebastián, Bilbao, Valladolid, Madrid y Granada. Otro de sus más aplaudidos estrenos sucedió con la obra O locura o santidad, de José Echegaray.
En 1866, hallándose de nuevo en el teatro Español de la capital de España, bajo la dirección de su maestro Julián Romea, pusieron en escena el melodrama Sullivan, de gran éxito. A continuación estrenó en el teatro Principal madrileño, con la compañía de Matilde Díez y Manuel Catalina, las obras Amor, honor y poder, La Beltraneja, El Caballero de Gracia, La mosca blanca y Don Juan Tenorio, cuyo papel de Inés declamó de un modo distinto a como lo había hecho Bárbara Lamadrid.
En 1872 era primera dama del teatro Español. Representó entonces, entre otros repertorios, Los amantes de Teruel, de Hartzenbusch; El vergonzoso en palacio, de Tirso de Molina, y El castigo sin venganza, de Lope de Vega, en la que el galán fue interpretado por Rafael Calvo.
En 1874 pasa al madrileño teatro del Circo con la formación encabezada por Rafael Calvo y Victorino Tamayo, con quienes realizó una temporada clamorosa. Después se traslada otra vez al teatro Español, en la compañía de Rafael Calvo y Antonio Vico.
En pleno éxito y juventud, pues aún contaba con tan sólo veintiocho años y cuando sus admiradores esperaban seguir gozando con sus interpretaciones, decidió retirarse de la escena definitivamente al contraer matrimonio; lo hizo en la iglesia madrileña de San Sebastián con persona ajena al teatro. Se radicó en Valencia, alejada ya de famas y vanidades.
En la noche de su despedida, con una función de beneficio como se etiquetaba a aquellas de grandes homenajes, le dedicaron un soneto, uno de cuyos cuartetos reza: “Si al par que el entusiasmo y el deseo / fuese grande el valer de nuestra lira / el nombre de Boldún, que hoy nos inspira, / resistiera el agua del Leteo”.
Sufrió ceguera en los últimos años de su vida. En la historia del teatro español se considera a Elisa Boldún una de las más grandes renovadoras de la escena.
Bibl.: E. Martínez de Velasco, “Actuales primeros actores en el Teatro del Circo”, en La Ilustración Española y Americana (Madrid), n.º 41, año XIX (8 de noviembre de 1875), pág. 286; J. Ezquerra del Bayo y L. Pérez Bueno, Retratos de mujeres españolas del siglo xix, Madrid, Junta de Iconografía Nacional-Imprenta de Julio Cosano, 1924, pág. 325; VV. AA., Gran Enciclopedia de Madrid-Castilla-La Mancha, Madrid, Unali, 1982, pág. 440; F. Vega, Quién es quién, Barcelona, CILEH, 1991, pág. 150; M. Gómez García, Diccionario del teatro, Madrid, Akal, 1997, pág. 108; J. Huerta Calvo, E. Peral Vega y H. U rzáiz Tortajada, Teatro español (de la A a la Z), Madrid, Espasa Calpe, 2005, págs. 89-90.
Manuel Román Fernández
