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Diego de Villalobos y Benavides

Biografía

Villalobos y Benavides, Diego de. México, ú. t. s. XVI – Madrid, 16.IV.1637. Administrador, militar y escritor.

Diego de Villalobos y Benavides era hijo de un administrador español (Pedro de Villalobos, oidor de la Audiencia de México, presidente de la Audiencia de Guatemala) y nieto, por vía materna, de conquistador (Francisco Velázquez de Benavides). A la muerte de sus padres, su hermano mayor, Simón, trasladó a toda la familia de retorno a la Península. Diego debió de ingresar hacia 1592 o 1593 en las galeras de España en las que sirvió durante diez meses a su costa. Buscando un escenario mejor, en 1594 pasó a Flandes con una carta de recomendación del propio Felipe II. Allí sirvió en las diversas campañas que se desarrollaron desde la segunda mitad de ese año 1598-1599. En ese momento, como tantos otros militares españoles, Villalobos abandonó Flandes con la esperanza de alcanzar alguna merced en la Corte. Su viaje fue accidentado, ya que cayó prisionero de los holandeses y no fue puesto en libertad hasta pagar un grueso rescate. Hasta ese momento la carrera de Villalobos (primer apellido que se omite generalmente durante su estancia en Flandes) había sido la normal para un hidalgo segundón: de soldado aventajado había pasado a capitán de Infantería y de ahí había obtenido durante el sitio de Amiens (25 de agosto de 1597) la patente de capitán de lanzas a caballo. Junto con el deseo de ver reconocidos sus méritos, Diego regresaba a la Península para hacerse cargo del mayorazgo familiar ante la muerte de su hermano mayor. Tras volver de Flandes se casó con Antonia Calatayud y Zagonera, hermana de Luis de Calatayud y Toledo, señor del Probencio y Catarroja.

Pese a sus gastos en la guerra y en el pago de rescate, Villalobos había rehecho su posición económica en la década de 1610 como se evidencia por la adquisición de juros por valor de unos ciento ochenta mil maravedís. Como tantos otros, Villalobos se dirigió a la Corte a intentar conseguir una merced o un oficio, pero éstos se hicieron esperar. Durante estos años escribió sus principales obras. Sólo a fines de la década de 1610 fue enviado a inspeccionar las villas de San Sebastián y Rentería, y ya en 1620 se le encargó el gobierno del muelle de Gibraltar y en 1622 recibió el nombramiento de corregidor y capitán de guerra de la ciudad de Málaga. Este cargo representó al tiempo el punto culminante de su carrera y el inicio de una rápida caída. Pronto se enfrentó con una parte de la oligarquía local, así como con algunas comisiones enviadas desde la Corte. Acusado de no atender lo suficiente a la justicia mientras se dedicaba en exceso a organizar la defensa, su juicio de residencia le resultó desastroso (1630). Diego pasó sus últimos años en Madrid; su hijo, Simón de Villalobos y Calatayud, no tomó la carrera de las armas como su padre, sino que siguió los pasos de su abuelo, se convirtió en jurista publicando diversas obras.

Villalobos y Benavides ha dejado diversas obras, entre las que destacan sus Comentarios sobre la guerra de Flandes a fines del siglo XVI con especial detenimiento en el asedio de Amiens (1597), en el que tuvo un papel importante. La imagen que da de sí Diego a través de sus escritos es la de un soldado contrarreformista que ha desarrollado una notable conciencia del carácter pluriterritorial de la Monarquía, pero que cuenta con significativas dificultades de comprensión de la política peninsular como para poder desarrollar una carrera administrativa satisfactoria.

 

Obras de ~: S. de Villalobos, Modo de Pelear a la gineta, ed. de ~, Valladolid, 1605; Descendencia de los Osorios, s. l., [1611]; Comentarios de las cosas sucedidas en los Países baxos de Flandes desde el año de mil quinientos y noventa y quatro hasta el de mil y quinientos y noventa y ocho, Madrid, Luis Sánchez, 1612 (ed. de A. Llorente, Madrid, Libros de Antaño, 1876).

 

Bibl.: J. J. Ruiz Ibáñez, “Espacios de Monarquía: La paz y la guerra en el pensamiento de Diego de Villalobos y Benavides”, en M. Rizzo y G. Mazzocchi (eds.), La Espada y la pluma: il mondo militare nella Lombardia espagnola cinquecentesca. Tai del Convengo Internazionale di Pavia, Luca, Mauro Baroni editore, 2000, págs. 65-81; G. Hurpin, “Diego de Villalobos, témoin et chroniqueur du siège d’Amiens (1597)”, en P. L. Mironneau e I. Pétay-Clottes (eds.), Paix des armes. Paix des âmes, París, Imprimerie Nationale, 2000, págs. 127-150.

 

José Javier Ruiz Ibáñez

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