Lugo y Molina, José de. La Orotava, Tenerife (Santa Cruz de Tenerife), 11.VIII.1754 – Bagnères de Bigorre (Francia), 28.II.1837. Cónsul.
Hijo de Francisco Estanislao de Lugo Viña y Alfaro (1705-1774) y de María Rosa de Molina y Briones (Garachico, 1733), era hermano menor del ilustrado y afrancesado Estanislao de Lugo. Recibió en Canarias una sólida educación que amplió con viajes y estancias en Francia, en Inglaterra y en Estados Unidos, iniciándose en los idiomas y prácticas comerciales de esos países (1777-1788). Diputado del comercio de Canarias en Londres (2 de enero de 1793), el 25 de octubre de 1794 consiguió una patente de vicecónsul sin sueldo en aquella ciudad. Amparado por su hermano Estanislao y su compatriota Porlier, se le tanteó para acompañar a Martínez de Irujo, fue nombrado el 9 de diciembre de 1795 ministro en Estados Unidos, pero prefirió el consulado de Dunkerque (5 de febrero de 1796), aunque permaneció en Londres hasta la declaración de guerra de España (5 de octubre). Llegado a Dunkerque el 24 de noviembre, se apresuró a marchar a París, bajo el pretexto de curarse, y desde allí solicitó su cambio. El 16 de junio de 1798 obtuvo el cargo de agente general de la nación española en Francia, con residencia en París, con los honores de comisario ordenador (20 de junio). Gozando un pingüe sueldo e importantes ventajas anejas, vivió allí a todo tren, pero no tardó en atraerse la hostilidad del Gobierno francés: no sólo quiso discutir y controlar los contratos de suministros a la escuadra española anclada en Brest, sino que se deshizo en discursos imprudentes sobre el golpe de Estado del 18 de brumario. El ministro Talleyrand le intimó a que saliese de París (17 de diciembre de 1799) y, a pesar de sus intentos de justificación, Lugo tuvo que marchar a principios de marzo de 1800, dirigiéndose a Bagnères-de-Bigorre, en donde contrajo matrimonio, el 21 de diciembre, con la hija de un hombre de negocios. Nombrado cónsul en Amberes el 26 de marzo de 1801, no aceptó el puesto, prefiriendo dedicarse a los negocios inmobiliarios y termales que había organizado en Bagnères con su familia política. El 23 de enero de 1803 ascendió a cónsul general en Lisboa, esperó varios meses antes de pasar a Madrid (26 de diciembre) y luego a Lisboa (1 de abril de 1804), en donde, ya distinguido con la Cruz de Carlos III (14 de abril), se entregó a operaciones muy equívocas sobre derechos consulares.
En 1868 tomó el partido de la Junta, la cual, aunque le tachaba de “sujeto poco grato”, le llamó a España, concediéndole el grado de comisario ordenador, con destino en Valencia. Pero Lugo escogió permanecer en Lisboa, como persona privada, para seguir ocupándose de sus negocios. Sólo volvió a Madrid en 1814 como diputado de Canarias en las Cortes. En 1815, tras la muerte de su mujer, obtuvo una licencia para regresar a Francia (25 de mayo de 1818) y se estableció en Bagnères, desde donde solicitó su jubilación (14 de diciembre de 1833), lográndola el 17 de diciembre de 1835 con el permiso de residir definitivamente en Francia. Como se ha visto, casó en 1800 con María Rosa Soulet y Dumoret, naciendo de esta unión seis hijos: Estanislao Evaristo (1801-1803), Olimpia Clementina (1803), Agustín (1805), Carlos (1807), Emilia (1809) y Teresa.
Fuentes y bibl.: Archivo General del Ministerio de Asuntos exteriores, Personal, leg. 152, exp. 7885; Archivo General de Simancas, Dirección General del Tesoro, invent. 16, g. 22, leg. 52; Archivo Histórico Nacional, Estado, leg. 3429/1; Orden de Carlos III, exp. 1230.
D. Ozanam, Les diplomates espagnols du xviiie siècle, Madrid- Bordeaux, Casa de Velázquez-Maison des Pays Ibériques, 1998.
Didier Ozanam