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Mateo Sánchez Salazar

Biografía

Sánchez Salazar, Mateo. Villatomil (Burgos), p. t. s. XVI – Llanos de Trujillo (Ecuador), 1583. Mercader.

Mateo Sánchez Salazar fue hijo de Martín Sánchez y de Teresa Martínez; viajó a Chile en 1555 como acompañante de Juan Núñez de Vargas, tesorero real. Fue vecino de Santiago de Guayaquil donde tenía tienda de mercaderías y él mismo viajaba para su distribución. Murió en un despoblado en los llanos de Trujillo, entre Olmos y Xayanca, cuando regresaba de un viaje de negocios hacia 1583. Tuvo dos hijos ilegítimos, uno en una mujer soltera, en la ciudad de Almaguer, gobernación de Popayán, llamado Juanillo; el segundo, también llamado Juanillo, habido en mujer casada y fue criado en la ciudad del Cuzco por un matrimonio, Mari Gómez y Juan de Segura.

Tuvo compañía comercial con Martín Alonso de los Ríos y su hijo Gonzalo de Goronda por espacio de seis años. Esta compañía le trajo muchos problemas puesto que Martín Alonso era mayordomo de Hernando Pizarro, y los bienes que habían puesto para realizar esa compañía pertenecían a Pizarro y no a Martín Alonso, habiendo sido traicionado. Como consecuencia le despojaron de muchas mercaderías, una parte eran suyas y las deudas se le acumularon, perdiendo en este negocio más de 3000 pesos. En el momento de redactar el codicilo de su testamento, en 1583, había enviado mercaderías para ser vendidas a la ciudad de Lima y a Nicaragua.

Tenía por sus esclavos a: Gregorio, criollo de la Nueva España, que compró a Periañez en la Ciudad de México; María, negra que compró al padre Diego Alvarez Borruto, cura de Guamelula; y a Juan, de Cabo Verde, al que compró en el puerto del realejo de Nicaragua de Trujillo a Luisa Hernández.

Mateo Sánchez de Salazar murió en el despoblado de los Llanos de Trujillo, entre Olmo y Jayanca, jurisdicción de Santiago de Guayaquil, en 1583, cuando regresaba de un viaje que había hecho a Nicaragua con fines comerciales. Realizó testamento en la ciudad de Guayaquil, donde residía, el 25 de enero de 1581 ante el escribano Hernando de Arnedo. El 22 de enero de 1583 añadió un codicilo a su testamento en la villa de Santo Domingo de Olmos, ante el escribano Juan Choco. Nombró por sus albaceas a Toribio de Castro y a Antonio de Navarrete, vecinos de Guayaquil. Designó por sus herederos a su padre, Martín Sánchez Granillo, y si él faltara a su hijo Juanillo, habido en mujer soltera, y cuando hubiera muerto a sus hermanos y pariente más cercanos.

Se enviaron a España varias partidas de dineros por bienes de Mateo Sánchez de Salazar. En 1585 se enviaron de la provincia de Honduras, 1578 tostones, quitadas costas. En la flota de 1587 se trajeron 5000 pesos de a nueve reales, en la nao de Nuestra Señora del Barrio, que, quitadas costas, se quedaron en 4961 pesos. La armada que salió de Quito, en 1589, trajo por sus bienes 860 pesos y 26 tomines de buen oro de veintidós quilates y medio. El total de bienes que quedaron por su muerte ascendieron a un cuento, 432.447 maravedíes. Esta cantidad fue abonada, en Sevilla, a Diego Sánchez de Salazar, vecino de Villatomil, a quien el escribano público de Burgos, Juan de Otañes, le pidió diese cuenta de su recibo en 1589. En sus últimas voluntades dejó por su deseo numerosas fundaciones en Guayaquil y España.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Contratación, legs. 222 N.7, 480 N.7 y 502 N.10.

A. Pereda López, La Emigración Burgalesa a América durante el siglo XVI, tesis doctoral, Burgos, Universidad, 1997 (inéd.); La Emigración Burgalesa a América durante el siglo XVI, Burgos, Caja de Burgos, 2000, pág. 296; “Legados y Fundaciones realizados con dinero americano en la provincia de Burgos durante la época de Felipe II”, en Ciencia, Economía y Política en Hispanoamérica Colonial, Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos, 2001, págs. 125-138

 

Ángela Pereda López