Parcero de Castro, Gregorio. Tuy (Pontevedra), 12.III.1566 – Tortosa (Tarragona), 17.XI.1663. Benedictino (OSB), abad general de la Congregación de San Benito de Valladolid y obispo de Elna, Gerona y Tortosa.
De fray Gregorio nada se sabe, fuera de la fecha y lugar de su nacimiento, hasta su ingreso en el Monasterio de San Martín de Santiago de Compostela, donde tomó el hábito el 22 de diciembre de 1590.
Estudió la Filosofía y la Teología en los Colegios de la Congregación de San Benito de Valladolid, a la que San Martín pertenecía, en San Esteban de Ribas de Sil (Orense) y en San Vicente de Salamanca, respectivamente.
Fue profesor en la Universidad también benedictina de Irache (Navarra), donde en 1629 recibió el grado de doctor en Filosofía y Teología, pero pronto cambió la carrera académica por la del púlpito, para la que estaba muy dotado según el parecer de sus contemporáneos. Fue predicador de su Monasterio de profesión y en 1621 fue nombrado predicador general de la Congregación y abad de San Martín de Santiago de Compostela, habiendo desempeñado antes, por dos trienios, el cargo de abad de San Vicente de Oviedo (1607-1610 y 1613-1617).
El 6 de mayo de 1625 fue electo abad general de la Congregación de San Benito; durante su presidencia logró que Roma confirmara la unión de la Congregación benedictina inglesa a la vallisoletana y hubo de hacer frente en 1628 al proceso en que se vieron envueltas las monjas de San Plácido de Madrid, sujetas a su autoridad, pero la Inquisición le prohibió toda intervención.
El Capítulo General de 1629, acabado el tiempo de su generalato, lo nombró abad de San Martín de Madrid, pero fue presentado por Felipe IV al año siguiente para el obispado de Elna, en el Rosellón, sede de la que tomó posesión el 10 de marzo de 1631. Poco tiempo estuvo en la diócesis, porque el Rey lo presentó para el obispado de Gerona, donde entró solemnemente el 12 de marzo de 1634. Intervino con eficacia para solucionar varios conflictos entre su Cabildo y las autoridades civiles, pero en 1640 excomulgó a todo un tercio de las tropas reales por los excesos que habían cometido en su diócesis durante la guerra contra Francia. Fue acusado injustamente de provocar con su actitud a los exaltados que dieron muerte al virrey de Cataluña el día del Corpus de 1640, pero fray Gregorio se mantuvo siempre fiel al rey de España, por lo que en 1642 pidió a los franceses permiso para ausentarse de la ciudad de Gerona, mas sin abandonar la diócesis. Sin embargo, en febrero de 1643 fue expulsado de Cataluña, adonde no pudo volver hasta 1653. Ese mismo año, por razones desconocidas, presentó la renuncia a la diócesis de Gerona, pero Felipe IV lo presentó para la de Tortosa, sede de la que no pudo tomar posesión hasta 1656, cuando ya contaba noventa años de edad.
Murió siete años después, no sin antes adelantar las obras de la nueva Catedral y mandar publicar en 1657 un Rituale seu ordinarium dertusense para uso de su diócesis. Fue enterrado en su Catedral.
Bibl.: J. Pérez de Urbel, Varones insignes de la Congregación de Valladolid, Pontevedra, Museo Provincial, 1967, págs. 274-275; E. Zaragoza Pascual, Los Generales de la Congregación de San Benito de Valladolid (1613-1701), vol. VIII, Silos, Stvdia Silensia, 1982, págs. 103-115; “Abadologio del Monasterio de San Martín de Madrid (1594-1835)”, en Anales del Instituto de Estudios Madrileños, XXV (1988), pág. 163; Historia del real Monasterio de Montserrat de Madrid, Barcelona, Abadía de Montserrat, 1996 (col. Scripta et Documenta, vol. 51), pág. 24.
Miguel C. Vivancos Gómez, OSB