Crespo, Francisco. Calatayud (Zaragoza), 1594 – San Victorián (Huesca), 14.XI.1668. Teólogo benedictino (OSB), inmaculista.
De familia noble, tomó el hábito benedictino observante en el célebre monasterio y santuario de Nuestra Señora de Montserrat (Barcelona) el 30 de noviembre de 1624. Estudió Teología en Salamanca y en el monasterio de Santa María la Real de Irache (Navarra), en cuya universidad se doctoró en Filosofía, Teología y Cánones el 12 de enero de 1638 y donde fue catedrático de Derecho Canónico (1637-1641), además de serlo también de Vísperas de Teología (1641-1645) y de Tercia (1645-1649), y también de la Universidad de Lérida. Asimismo, fue abad y regente de estudios del colegio de pasantes de San Pedro de Eslonza (León), abad de Montserrat (del 13 de marzo al 31 de octubre de 1653), visitador general de la congregación de San Benito de Valladolid (1653-1657), abad de Sant Benet de Bages (Barcelona) (1657-1660) y, finalmente, confesor y teólogo de don Juan de Austria, maestro general de la congregación y abad perpetuo del monasterio claustral de San Victorián de Asán (Huesca) desde 1660 hasta su muerte, dos veces visitador (1661-1664, 1668) y abad presidente (1664-1668) de la provincia benedictina claustral Cesaraugustana.
En el Capítulo General de 1661 se le designó con otros monjes para redactar unas nuevas constituciones para la congregación. Escribió diversas poesías en castellano y en latín, cartas, memoriales y algunos manuscritos teológicos, pero su obra más importante fue Tribunal thomisticum de Immaculato Deiparae Conceptu (1657) en defensa del privilegio mariano de la Inmaculada Concepción, tratando, para ello, de compaginar la doctrina de santo Tomás de Aquino con la verdad del misterio y presentó a Felipe IV un Memorial justo y piadoso (Barcelona, 1657) para que alcanzara del Papa la deseada definición dogmática.
Prologó diversas obras. El cronista benedictino, fray Gregorio de Argaiz, que le conoció y trató dice que era “de ingenio, si se puede escribir y medir, mayor que el cuerpo, porque era de muy pequeña estatura y complexión flaca, y en el espíritu y viveza, grande y robusto. Poeta latino y castellano, escolástico de mucho lucimiento”. Y el cardenal Aguirre asegura que fue en Salamanca uno de los teólogos más eruditos de su tiempo y que su cadáver exhaló un fragante olor. Verdaderamente fue el mejor teólogo que tuvo Montserrat en el siglo xvii.
A su muerte, quedaron manuscritos en San Victorián la biografía de Luis Crespí Borja, obispo de Palencia (fallecido en 1668); una historia o crónica de Montserrat; diversas poesías castellanas y latinas, algunos tratados teológicos y con los benedictinos fray Francisco Cevallos, fray Alonso García y fray Manuel Mendoza, así como un tratado de auxilios espirituales (1647-1648) que se conserva en la Biblioteca Xeral de Santiago de Compostela (ms. 101).
Obras de ~: Tribunal thomisticum de Immaculato Deiparae Conceptu. Candidum ius ore angelico dicens doctrinam angelicum cum Virginia albescente origine pulcra pace concilians, adornationem pro ipsius causa inferens: Pias Preces Regi Católico pro ejusdem definibilitate, memoriali inserto includens, Barcelona, Antonio Lacavallería, 1657; Memorial justo y piadoso a la S. C. R. Majestad del Rey N. S. D. Felipe el Grande V en el nombre, primero en la Religión y Piedad, por la misma causa y defensa de la Inmaculada Concepción de la Madre de Dios, Barcelona, Antonio Lacavallería, 1657; Oficia propria sanctorum religiones sanctiss. Patriarchae Benedicti, pról. de ~, Barcelona, Antonio Lacavallería, 1664; J. Sáenz de Aguirre, Ludi Salmanticenses, prol. de ~ (carta escrita en San Victorián el 25 de enero de 1668), vol. I, Salmanticae, ex officina Melchioris Esteuez, 1668.
Bibl.: J. Sáenz de Aguirre, Ludi Salmanticenses, op. cit.; G. de Argaiz, La soledad laureada por San Benito y sus hijos, vol. VIII, Madrid, Imprenta de Bernardo de Herbada, 1675, pág. 563; La Perla de Cataluña. Historia de Ntra. Sra. de Monserrate, Madrid, Imprenta de Andrés García de la Iglesia, 1677, págs. 364, 463; B. J. Feijoo, Teatro crítico universal, vol. IV, Madrid, Ibarra, 1730, pág. 354; F. Latassa, Bibliotecas Antigua y Nueva de escritores aragoneses, vol. I, Zaragoza, Calixto Ariño, 1885, pág. 364; J. Pérez de Úrbel, Varones insignes de la Congregación de Valladolid. Según un manuscrito del siglo xviii, Pontevedra, Museo Provincial, 1967, págs. 105-106; E. Zaragoza Pascual, Los generales de la Congregación de San Benito de Valladolid, vol. IV, Silos, Aldecoa, 1982, págs. 157- 158 y 421-422; Abaciologi Benedictí de la Tarraconense, Barcelona, Balmesiana, 2002, págs. 50, 59 y 281; Història de la Congregació Benedictina Claustral Tarraconense i Cesaraugustana, Montserrat, Publicacions de l’Abadia de Montserrat, 2004.
Ernesto Zaragoza Pascual
