Fernández de Córdoba y Zarco del Valle, Luis. Marqués de Mendigorría (III). Madrid, 23.II.1853 –13.II.1906. Militar.
Hijo de Concepción Zarco del Valle y Balez y del teniente general Fernando Fernández de Córdoba y Valcárcel, II marqués de Mendigorría.
Ingresó en el Ejército el 9 de mayo de 1861 y, una vez finalizados sus estudios, con antigüedad de 20 de febrero de 1867, ascendió a alférez de Infantería y fue nombrado ayudante de campo del director general de Infantería y del ministro de la Guerra.
Ascendió a teniente el 29 de septiembre de 1868 y, entre 1872 y 1874, pasó sucesivamente por los Batallones de la Reserva de Madrid, Cuenca n.º 23 y de Teruel, así como por la Escuela Central de Tiro de Toledo. El 28 de mayo de 1875 ascendió a capitán de Infantería y, al año siguiente, se le concedió el grado de comandante por méritos de guerra.
Desde enero de 1880 hasta finales de agosto de 1884 se encontró en la Inspección General de Carabineros, fecha en la que se le destinó al Batallón de Cazadores de Puerto Rico n.º 19.
A finales de enero de 1891 se le designó agregado militar a la embajada de España en Berlín. Ascendió a comandante por antigüedad el 19 de mayo de 1892 y se le concedió la Cruz de 2.ª Clase del Mérito Militar con distintivo blanco por la redacción de una memoria sobre las maniobras, que, en septiembre del año anterior, verificaron los cuerpos 4.º y 11.º del Ejército prusiano y bávaro.
En septiembre de 1892 pasó a la embajada de París y asistió en septiembre de 1893 a las maniobras realizadas por los cuerpos 2.º y 3.º del Ejército francés.
En ese mismo año se trasladó a Suiza para examinar y estudiar las instrucciones militares de dicho país.
Ascendió a teniente coronel el 12 de julio de 1894 y, en marzo de 1895, fue dado de alta en el Regimiento de Infantería de Vad-Ras n.º 50, de guarnición en Madrid.
Formó parte de diferentes comisiones para estudiar la manera más ventajosa y práctica de transportar a los enfermos desde los cuarteles hasta el Hospital Militar de Carabanchel, así como el establecimiento de enfermerías en los cuarteles. Estudió también las armas portátiles blancas y las de fuego.
Al mando del batallón expedicionario de su regimiento, el 13 de febrero de 1896 se embarca en Cádiz en el vapor Buenos Aires con destino a Cuba para tomar parte activa en las operaciones llevadas a cabo con motivo de la Guerra de la Independencia de aquella isla (1895-1898).
Por su brillante comportamiento en la acción llevada a cabo en 1896 en Sabana de Tenería, en la que rechazó el ataque del enemigo que en número de ochocientos a mil jinetes esperaba en una emboscada el paso de su batallón, fue premiado con la Cruz Roja de 2.ª Clase del Mérito Militar.
También por la acción de Laguna del Blanquizal obtuvo otra Cruz Roja de 2.ª Clase del Mérito Militar, y por la acción de la Puerta de Guira, el empleo de coronel de Infantería.
Se encontraba de baja por enfermedad en julio de 1896, en el pueblo de Santa Fe, pero al producirse el movimiento insurreccional de Nueva Gerona, tomó el mando de la Guardia Civil y Voluntarios, fortificando y poniendo en estado de defensa la casa cuartel.
Sus acertadas disposiciones dieron como resultado la rendición de los sublevados, y fue felicitado por el comandante militar de la isla, José Bérriz.
En julio de 1897 regresó a la Península, y en octubre se le agregó a la Zona de Madrid n.º 58, donde permaneció hasta finales de junio de 1898, cuando se le destinó al Regimiento de Infantería del Rey n.º 1, cuyo mando tomó en Alcalá de Henares el 1 de julio.
En octubre de 1898 se le nombró presidente de la comisión creada en Madrid para la recepción en su cuartel de los individuos de tropa repatriados de Ultramar.
Por los servicios prestados en esta comisión se le distinguió con la Cruz de 3.ª Clase del Mérito Militar con distintivo blanco.
Formando parte de la embajada extraordinaria encargada de llevar las insignias del Toisón de Oro al príncipe heredero de Alemania, viajó a Berlín en febrero de 1900.
En octubre de 1902 se incorporó al Regimiento Reserva de Orense n.º 59 y se le concedió una comisión para que pudiera viajar por el extranjero con el fin de realizar estudios militares y dar cuenta de ellos al Gobierno.
En noviembre de 1902 se trasladó a Algeciras y visitó Gibraltar, Sierra Carbonera y todo el litoral de la Bahía hasta Tarifa. Seguidamente se trasladó a Ceuta, Tánger, Melilla y Orán, recorriendo Argelia y Túnez y escribiendo una memoria con todos los pormenores de este primer viaje.
En 1903 recorrió España, Francia e Italia siguiendo la costa del Mediterráneo. Llegó a Budapest y se trasladó a Presburgo, residencia del archiduque Federico, quien dispuso que pudiera visitar los cuerpos, establecimientos militares y servicios de aquella capital, entre los que se encontraban el Hospital Militar y la Academia de Alumnos. En ese mismo año fue designado por el Gobierno jefe de la misión militar española agregada al Ejército ruso en Extremo Oriente, para que siguiera las operaciones de la Guerra Ruso- Japonesa.
En diciembre de 1904 fue destinado al Estado Mayor Central del Ejército, donde desempeñó el cargo de jefe del primer negociado de la Secretaría hasta su ascenso a general de brigada el 4 de octubre de 1905, empleo con el que fue nombrado ayudante de campo del Rey. Luis Fernández de Córdoba Zarco y del Valle estaba en posesión de la Cruz de Carlos III, Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, Cruz de 3.ª Clase del Mérito Militar con distintivo rojo, en recompensa a los servicios prestados en la campaña de Cuba hasta el 30 de octubre de 1897, y la Medalla de Alfonso XIII.
Casó el 9 de octubre de 1905 con María Concepción López Roberts Orlando, III condesa de la Romera (16 de enero de 1838 – 14 de febrero de 1938), que era viuda de Fernando Jordán de Urríes y Ruiz de Arana, I marqués de Novallas. Pero apenas pudo disfrutar de este matrimonio, pues falleció a los pocos meses en Madrid, el 13 de febrero de 1906.
Fuentes: Archivo General Militar (Segovia), Exp. personal.
Emilio Montero Herrero