Canella Secades, Francisco de Borja. Oviedo (Asturias), 10.X.1847 – Córdoba, 8.II.1906. General y escritor.
Estudió la enseñanza secundaria en su ciudad natal y en 1864 ingresó en la Academia de Infantería de Toledo. Al terminar los cursos, fue destinado, como sargento, al Regimiento de Mallorca, en donde ascendió a alférez en 1868. Participó en septiembre en la batalla de Alcolea a las órdenes del marqués de Novaliches, en defensa de Isabel II. Por méritos en dicha acción, ascendió a teniente. Prestó servicio en varias guarniciones de Andalucía y Cataluña. En octubre de 1868, se inició en la colonia de Cuba una larga guerra de diez años entre los independentistas y la metrópoli. En ese contexto, en agosto de 1869 solicitó el traslado a Cuba. Fue el comienzo de una dilatada carrera de armas en la isla caribeña. Su destacada participación en numerosos hechos bélicos a lo largo de siete años le hizo acreedor de numerosos ascensos. A finales de 1879, por enfermedad, regresó a la Península y recibió destino en Oviedo como comandante jefe de la Caja de Reclutas.
En junio de 1883, se le nombró gobernador de la isla de Joló, en las Filipinas, que desempeñó con reconocido acierto durante algo más de un año. Tras varios destinos en la Península, en julio de 1888 regresó a las islas Filipinas, donde permaneció cinco años y en la colonia le llegó, por antigüedad, el ascenso a coronel. En Manila, su vocación por el periodismo le llevó a fundar y dirigir El Ejército de Filipinas. En 1893 volvió a España, mandando diversos regimientos en varias ciudades.
Pocos días después de estallar la tercera guerra en Cuba (febrero de 1895), solicitó su traslado a la colonia. Sus acciones de guerra fueron constantes, participando en numerosas operaciones. El 31 de agosto al frente de la tercera brigada del primer distrito de Santiago, combatió y dispersó a una columna de tres mil quinientos insurrectos al mando de Antonio y José Maceo. Su victoria en Sao del Indio le valió su ascenso a general de brigada. Sus triunfos gracias a su arrojo y temeridad continuaron. El 16 de septiembre atacó, ocupó y destruyó el campamento mambí conocido como la Piedra. Y el 13 de diciembre derrotó y dispersó a una partida de cubanos en la acción de Palmarito. Por su heroico comportamiento, fue propuesto para la Cruz Laureada de San Fernando. Por dos nuevos éxitos en enero y febrero de 1896, fue ascendido a general de división; en marzo regresó a España.
En su ciudad natal fue objeto de varios homenajes por sus triunfos en Cuba. Luego ejerció diversos destinos, entre ellos, el de vocal de la Junta Consultiva de Guerra. Debido a su matrimonio con la hija de una prestigiosa familia cordobesa, solicitó destino en dicha ciudad andaluza, donde se instaló definitivamente hasta su fallecimiento en 1906, a la edad de cincuenta y nueve años. Fueron frecuentes sus colaboraciones periodísticas, siguiendo la tradición familiar, común a su padre y hermanos (Fermín Canella, rector de la Universidad de Oviedo), en El Carbayón, El Faro Asturiano, Asturias y La Ilustración Gallega y Asturiana. El general Canella Secades no sólo fue un militar de acción como demostró en sus ochenta y cuatro hechos de armas, sino que además fue un hombre de letras como lo atestiguan sus artículos de prensa y sus cuatro libros publicados.
Obras de ~: Memoria sobre la reorganización del ejército destinado a Filipinas, Madrid, 1884; Filipinas: reorganización de su ejército, gobierno y comandancias político-militares, colonias penitenciarias y militares, Córdoba, 1895; Filipinas. Reorganización de su Ejército. Gobiernos y Comandancias Político-Militares. Isla de Mindanao, Córdoba, Imprenta y Papelería Catalana, 1895; Algo sobre la organización del ejército, Córdoba, Imprenta del Diario de Córdoba, 1904.
Bibl.: J. Girón Garrote, “El general Francisco de Borja Canella y Secades”, en J. Girón Garrote (coord.), Historia militar de Asturias, t. I, Oviedo, Real Instituto de Estudios Asturianos, 2004, págs. 159-173.
José Girón Garrote