Magí y Gómez, Raimundo Melchor. Vinaroz (Castellón), 6.I.1732 – Guadix (Granada), 25.IX.1803.
Religioso de la Orden de la Merced (OdeM), maestro de número, procurador general de la Orden, provincial, académico honorario de la Academia de Bellas Artes de Valencia, obispo, orador sagrado y predicador del Rey.
Nació en el hogar formado por los esposos Domingo y Rita. Vistió el hábito mercedario en el convento de la Merced de Valencia, el 9 de diciembre de 1745, cuando aún no había cumplido los catorce años, convento en el que emitió la profesión de los votos religiosos el 6 de enero de 1748. En la ciudad del Turia, estudió Filosofía y Teología, y cursó el último año de Teología en Roma, donde perfeccionó sus estudios eclesiásticos de modo que, según la nota necrológica del Libro de Difuntos de la Provincia de Valencia, “se formó un gran teólogo, historiador, escripturario, crítico y orador”, desarrollando, además, su buen gusto por las bellas artes y por la literatura.
Cuando el padre José Mañes, nombrado procurador general de la Orden de la Merced ante la Santa Sede, llegó a la Ciudad Eterna, el 27 de enero de 1754, a tomar posesión de su cargo, nombró al joven Raimundo Melchor secretario de la Procura y lector de Teología en el Colegio Pío de San Adrián.
Al regresar a Valencia, en 1757, el padre Raimundo Melchor pasó a Madrid, como perito en derecho y en historia, comisionado por su comunidad y por la provincia, para intervenir, ante la Real Audiencia, en el pleito entre mercedarios y trinitarios sobre la Privativa de que disfrutaban los mercedarios de pedir limosnas para la redención de cautivos en todo el reino de Aragón, excluyendo a cualquiera otra orden religiosa.
Se mantuvo, ante la ley, el histórico privilegio.
También cooperó en la erección y formación del colegio sinodal de la ciudad de Salamanca, cuyos plan y constituciones redactó.
El padre Raimundo Melchor, en su provincia de Valencia, se dedicó de lleno a la predicación de la palabra de Dios, adquirió fama de “orador consumado” y mereció ser nombrado predicador del Rey, que le otorgó una pensión de 800 libras sobre las rentas del Obispado de Tortosa. Del maestro general de la Orden recibió el grado de maestro de número. En el Capítulo de Játiva de 1784, salió elegido, el 22 de mayo, provincial de la provincia de Valencia, que gobernó con acierto hasta el 12 de mayo de 1787. Durante su provincialato, mejoró mucho, en obras y personal, el colegio de San Pedro Nolasco de la ciudad de Valencia. Y el 6 de julio de 1798 fue promovido al Obispado de Guadix-Baza. Murió en Guadix, el 25 de septiembre de 1803.
Obras de ~: Informe al Tribunal de la Inquisición, ms., 1782; Oración dicha en la Academia de Nobles Artes de S. Carlos, con motivo de la distribución de los premios, en 9 de octubre de 1786, Valencia, Benito Monfort, 1787; Oración fúnebre en la translación del cadáver del Excelentísimo Señor Don Felipe Beltrán, Obispo de Salamanca [...], Madrid, Antonio de Sancha, 1790.
Bibl.: Libro de Tomas de Hábito y de Profesiones del Convento de la Merced de Valencia, s. l., 1704-1778; Segundo Libro de Difuntos de la Provincia de Valencia, s. l., 1793, fols. 11-12r.; J. A. Garí y Siumell, Biblioteca Mercedaria o sea Escritores de la Celeste, Real y Militar Orden de la Merced, Barcelona, Herederos de la Viuda Pla, 1875; G. Placer López, Bibliografía Mercedaria, Madrid, Imprenta Pueyo, 1968; C. Oviedo Cavada, Los Obispos Mercedarios, Santiago de Chile, Imprenta Salesianos, 1982.
Juan Devesa Blanco, OdeM