Gaver, Nadal. Barcelona, ú. t. s. xiv – 27.IV.1474. Religioso de la Orden de la Merecd (OdeM), maestro en Artes y en Teología, general de la Orden, historiador y escritor Vistió el hábito de la Orden de la Merced en el convento de su ciudad natal, el 23 de mayo de 1406.
Fue vástago de notable linaje, pues el día en que comenzó su noviciado le hizo de madrina la Reina consorte del rey de Aragón, Martín el Humano, que visitaba con frecuencia la iglesia de Santa María de la Merced. De gran capacidad para los estudios, Nadal Gaver consiguió con lucimiento los grados de maestro en Artes y maestro en Teología; poniendo de manifiesto, al mismo tiempo, su adaptación perfecta a las exigencias de la vida común, su celo por la disciplina regular, su espíritu conciliador, su discreción en la resolución de asuntos espinosos y su paciencia inalterable, dotes que hicieron de Nadal Gaver el hombre de gobierno que necesitaba la Orden de la Merced, en los movidos años del siglo xv que le tocó vivir, con la Iglesia turbada por el Cisma de Occidente (1378-1417) y con la Orden de la Merced escindida en dos porciones, cada una con su maestro general (1441-1452).
Nadal Gaver era superior del convento de Vic (Barcelona) en 1422, ya que, como él mismo dice en su Speculum, participó en el Capítulo de Zaragoza, celebrado el 20 de mayo de 1422, en el que fue definidor, por Cataluña, “Fr. Nadal Gaver, Laureado en Artes y Teología, Comendador de Vic”. El año 1424 el maestro general Jaime Aymerich designó a Nadal Gaver para regir la vicaría o parroquia de El Puig de Santa María (Valencia), con el beneplácito del rey Alfonso el Magnánimo, expresado en misivas del 9 y 20 de noviembre de 1424; y fue definidor por la provincia de Valencia, en el Capítulo General celebrado en Valencia el 8 de junio de 1427. De la vicaría de El Puig pasó, como comendador, a la encomienda de San Martín de Perpiñán el año 1428.
Pero el 16 de agosto de 1429 ya quedó elegido prior del convento de Barcelona, “el primero y principal o cabeza de toda la Orden”, como a él le gustaba decir.
Al maestro general Jaime Aymerich sucedió en el generalato de la Orden el padre Antonio Dullán, cuyo desgobierno de doce años resultó nefasto para la Orden; “en su tiempo —escribió el padre Gaver— siempre hubo cisma en la Orden, ninguna paz entre los hermanos”. Y a tal punto llegó la división y el descontento que el Concilio de Basilea destituyó del cargo a Dullán el 6 de abril de 1441 y nombró maestro general de la Orden al padre Nadal Gaver, el 21 de dichos mes y año. A la división creada por Dullán siguió inmediatamente otro acontecimiento que ahondaba todavía más la sima de la división: y fue que fray Pedro de Huete, comendador de Guadalajara, con el apoyo de Juan II, rey de Castilla, solicitó y obtuvo del papa Eugenio IV el nombramiento de maestro general de la Orden de la Merced, en mayo de 1441. Con lo que la Orden quedaba más partida todavía en dos bandos y con dos maestros generales: Nadal Gaver, en Aragón, y Pedro de Huete, en Castilla. “Tan laboriosos —comenta M. Ribera en su Real Patronato— fueron los primeros pasos del nuevo gobierno del padre Nadal Gaver que solamente su gran destreza, doctrina, prudencia y paciencia pudieron desenredarlos”.
Con tacto exquisito y con enorme comprensión, inició Nadal Gaver gestiones conducentes a la unión de la Orden; y propuso la celebración de un Capítulo General en la villa de Almazán, para 1445, con la presencia del padre Nadal Gaver y de Pedro de Huete, buscando la unión y la paz. Pero no fue posible tal asamblea general. El cisma en la Orden se dio por zanjado con la intervención del papa Eugenio IV, fechada en Roma el 14 de diciembre de 1452. Aunque la unión de la Orden oficialmente se logró en el Capítulo de Guadalajara, llamado “Capítulo de la Concordia”, celebrado el 26 de septiembre de 1467, cuando el padre Pedro de Huete acató la suprema autoridad del padre Nadal Gaver.
La mayor gloria del maestro general Nadal Gaver consistió en haber conseguido la unidad de la Orden de la Merced, en tan críticas circunstancias. Se hizo asequible a los religiosos con frecuentes visitas a todos los conventos. Impulsó la redención de los cautivos, exigiendo a todas las comunidades la cuota o “responsión” con la que cada una debía de contribuir a la obra de la redención; logró del papa Nicolás V para la Orden el privilegio de la exención de la jurisdicción de los obispos, a tenor de la bula Laudibus et honore, datada en Roma el 9 de agosto de 1448; y se convirtió en el primer historiador de la Orden de la Merced con su manuscrito Speculum fatrum, cuyo original mandó en su testamento (19 de septiembre de 1473) que se colocara “en cadena”, en la librería del convento de Barcelona; mandando asimismo que de dicho manuscrito original se hiciera una copia “de buena letra” por mano de amanuense (que ya él había encargado y estaba por la mitad) para el maestro general sucesor suyo y los siguientes.
Nadal Gaver fue uno de los más destacados maestros generales de la Orden por sus virtudes, por su talento y por su pericia para salvar del naufragio a la nave de la Orden de Santa María de la Merced en medio de la deshecha tempestad que atravesó durante su gobierno de más de treinta años. Lleno de méritos y en sazonada vejez, Nadal Gaver murió en el convento de Barcelona, el día 27 de abril de 1474.
Obras de ~: Speculum Fratrum Ordinis Beatissimae Dei Genitricis Mariae de Mercede Redemptionis Captivorum, ms. es la copia de “buena letra” que Gaver mandó hacer para los Maestros Generales; hoy se custodia en el Archivo de la Corona de Aragón y contiene: 1. Presentación del Libro de la fundación de la Orden; 2. Opúsculo de la fundación de la Orden de la Beatísima Virgen María de la Merced; 3. Relación histórica de los Maestros Generales desde la fundación hasta el año 1445; 4. Relación de los Sumos Pontífices, desde la fundación hasta 1445, que confirmaron la Orden y le dieron privilegios; 5. Relación de los venerables Padres y Hermanos que gobernaron el Convento de Santa María de la Merced de los cautivos, de la ciudad de Barcelona; 6. Texto de las Constituciones primeras y antiquísimas, escritas en lengua laica, como ellos la usaban; 7. Texto de las Constituciones de los Clérigos, con adiciones posteriores a las mismas; 8. Texto de la Regla de San Agustín; 9. Exposición de la Regla de San Agustín; 10. Misa de Pentecostés; 11. Cismas que hubo en nuestra Orden.
Bibl.: M. Mariano Ribera, Real Patronato de los Serenissimos Señores Reyes de España en la Real y Militar Orden de Nuestra Señora de la Merced, Redención de Cautivos [...], Barcelona, Pablo Campins, 1725; J. A. Garí y Siumell, Biblioteca Mercedaria o sea Escritores de la Celeste, Real y Militar Orden de la Merecd, Barcelona, Herederos de la Viuda Pla, 1875; G. Placer López, Bibliografía Mercedaria, t. II, Madrid, Imprenta Pueyo, 1968; J. Millán Rubio, “Piedras vivas de la Merced para la edificación de la Iglesia en Catalunya”, en Obra Mercedaria, 255 (1999), págs. 268-269.
Juan Devesa Blanco, OdeM
