Fleitas, Justo Cecilio. Paraguay, 1753 – 1832. Misionero franciscano (OFM) de los mocovíes.
Profesó en la Orden franciscana a la edad de veinte años. Fue un fraile al que se debe catalogar como emprendedor y bonachón, pues hasta supo captarse la benevolencia del mismo dictador de Paraguay, el doctor Francia. La primera obediencia de apostolado fue la recibida en 1787 por la cual residió de doctrinero en la reducción de Itá como coadjutor del célebre vicario Tomás Aquino. Aquí debió de permanecer hasta que lo reemplazó fray Mariano Agüero en 1790.
El mismo año se encontraba empleado en la ardua labor de avanzada misionera, ocupado en intentar suavizar la naturaleza tosca y rebelde de los mocovíes, de quienes se decía que, aunque tenían algunas familias bajo título de reducidas, no lo estaban, “ni tienen religión ni civilidad”. A pesar de ello, comentaba el intendente Ribera que no podía ver con indiferencia el abandono de Remolinos y fijó los ojos y nombró al padre Justo Fleitas para consolidar la difícil reducción. Reducir a los mocovíes de San Francisco Solano de Remolinos sería una verdadera proeza. Cecilio Fleitas se dedicó con alma durante veinte años a su conversión. Nada le detuvo en el afán de atraerlos: ni la miseria, ni las incomodidades de su vivienda, ni el clima adverso, ni siquiera la insubordinación de los mismos mocovíes. En 1799 solicitaba del gobernador harina y vino, como queriendo mostrar un avance.
Otra etapa interesante fue la que le cupo vivir al padre Fleitas, ya entrado en edad, en la dictadura del doctor Francia, quien en consideración a su bondad supo hacerlo de su confianza. En 1821 para cumplimentar con las leyes de la Orden le ordenó que presidiese un Capítulo que se realizó en la recolección para nombrar autoridades para los conventos de Villarrica y la Recolección. Él mismo fue elegido en ese Capítulo ilegítimo guardián del convento franciscano Recoleto de Asunción. Después de ser exclaustrados por Francia, el padre Cecilio, al crearse la parroquia en la Recoleta en 1829, fue designado por el dictador su primer cura párroco y permaneció hasta 1832. No se conoce el día de su deceso, aunque la última fecha que le recuerda es ésa de 1832, que podría ser la de su muerte. Para entonces debía de contar setenta y nueve años.
Bibl.: M. Durán Estrago, Presencia franciscana en el Paraguay (1538-1824), Asunción, Universidad Católica, 1987, págs. 181-182 y 256-257; E. O. Acevedo, La intendencia del Paraguay en el Virreinato de la Plata, Buenos Aires, Editorial Ciudad Argentina, 1996, págs. 277 y 373.
José Luis Salas