Castillejo, Francisco. Córdoba, p. m. s. XVI – 1573 post. Pintor, dorador y pintor de imaginería.
Pintor activo en Córdoba en la segunda mitad del siglo XVI. Se desconoce la fecha de su nacimiento y también la de su muerte. Hijo de Juan de Castillejo, estuvo casado con Isabel Ruiz y avecindado en Montilla durante cinco años, desde 1566 hasta 1571, en los que le nacieron cuatro hijos, Francisco, Dionisio, María y Juan, tres de ellos fueron apadrinados por el secretario de la marquesa de Priego. Mantuvo relaciones comerciales con Simón Muñiz, pintor, que le otorga poder para que cobre varios trabajos que le deben, y junto a él y Juan de Robles fue nombrado en 1554 veedor de pintores, responsable de examinar y otorgar el grado de maestros a los que aspirasen a tal oficio. El primer documento que se conoce data del día 16 de abril de 1545, por él se compromete a pintar y dorar una imagen de Dios Padre, que había hecho su padre Juan de Castillejo para la ciudad de Lucena.
Algunos años después, el 7 de mayo de 1556 concertó con Juan Leiva el dorado del retablo de la capilla de San Nicolás de Bari en la catedral cordobesa.
El 15 de abril de 1561 otorga escritura por la que da como fiador a Andrés de Quintana del cumplimiento del contrato del dorado y estofado del retablo de la iglesia de Pedro Abad que tiene concertado, obra que le llevará mucho tiempo, ya que el 20 de julio de 1564 otorga escritura junto con Simón de Muñiz para acabar de pintarlo. Por el mismo tiempo, 14 de abril de 1562, contrata el dorado y pintura del sagrario de la parroquia de Iznájar (Córdoba).
Los contratos con la provincia van aumentando, ya que el 12 de noviembre de 1565 se compromete a pintar y dorar la reja de la capilla mayor de la iglesia de los franciscanos de Montilla, obra que tenía que realizar en el plazo de tres meses y por el precio de treinta mil maravedís. A partir de este momento su relación con esta ciudad va a ser constante, ya que estará trabajando allí bastante tiempo, relacionándose su actividad con la marquesa de Priego, ya que a comienzos de mayo de 1566 suscribía contrato para el dorado del retablo de su capilla en la iglesia conventual franciscana. Algunos años después, en 1569, se comprometía a dorar la reja de la capilla de la Santa Cena en la parroquia de Santiago de Montilla. Para la misma iglesia pintó el retablo de la capilla de la cofradía de las Ánimas, obra que hoy no se conserva y de la que Garramiola ha identificado los lienzos del Cristo a la columna y Jesús Nazareno que se conservan en la Casa de San Juan de Ávila en Montilla y en la capilla del cortijo de Dos Hermanas en el término de Montemayor.
En septiembre de 1570 el racionero Andrés Fernández de Barrionuevo concierta con Francisco de Castillejo el dorado y estofado del retablo de la capilla fundada por Cristóbal Hernández de Barrionuevo en el monasterio de la Santísima Trinidad de Córdoba.
En este mismo año Martín de la Torre le otorga poder para que cobrase ciento cincuenta ducados que le debía Martín de Castro a cuenta de la imaginería que había de realizar para el retablo mayor de la parroquia de San Mateo de Lucena. En 1572, el día 30 de octubre, contrató con fray Domingo Gutiérrez el estofado de un retablo lateral para la iglesia del convento de la Arruzafa.
Las últimas noticias documentales que de él se tienen son unas notas extraídas de las Actas capitulares de la ciudad de Córdoba, de 1573, en las que notifica que había recibido veinte ducados por dorar cosas de la Puerta del Puente.
Pese a la abundancia de contratos conservados en el Archivo Histórico de Córdoba, son muy escasas las obras existentes de este maestro, el retablo de la capilla de San Nicolás en la catedral de Córdoba, que podía ser un exponente de su quehacer como dorador, ha sufrido grandes intervenciones, una en el siglo XVIII y otra en el XXI, que impiden valorarlo. La personalidad de Francisco de Castillejo es compleja; como ocurre con frecuencia en la época, además de pintor es dorador. Su pintura no es de mucha calidad pero sí destaca por su espiritualidad, característica que le ha llevado a Palencia Cerezo para atribuirle dos tablas que se conservan en el Museo de Bellas Artes de Córdoba: San José con el Niño y una Piedad.
Obras de ~: Cristo a la Columna, Casa de San Juan de Ávila, Montilla (Córdoba); Jesús Nazareno, Cortijo de Dos Hermanas, Montemayor (Córdoba); San José con el Niño, Museo de Bellas Artes, Córdoba (atrib.); Piedad, Museo de Bellas Artes, Córdoba (atrib.).
Bibl.: E. Garramiola Prieto, Montilla. Guía histórica artística y cultural, Córdoba, El Almendro, 1982; “La capilla de San Juan Bautista en la iglesia mayor de Montilla”, en J. Criado Costa et al., Córdoba en sus cronistas. Retazos de historia de la provincia, Córdoba, Caja Provincial de Ahorros de Córdoba, 1983, págs. 150-152; “Documentos montillanos para la historia del post-renacimiento cordobés (1553-1602)”, en J. Aranda Doncel et al., Notas para la historia de Córdoba y su provincia, Córdoba, Asociación Provincial Cordobesa de Cronistas Oficiales, 1986, págs. 41-53; J. de la Torre y Del Cerro, Registro documental de pintores cordobeses, Córdoba, Diputación Provincial, Servicio de Publicaciones, 1988; J. M.ª Palencia Cerezo, “La pintura cordobesa en tiempos de Felipe II”, en R. Vázquez Lesmes y M. Ventura Gracia (coords.), Córdoba en tiempos de Felipe II: actas de las Jornadas de la Real Academia de Córdoba, 30-31 octubre 1998, Córdoba, Publicaciones Obra Social y Cultural Cajasur, 1999, págs. 415- 436; A. Urquízar Herrera, El Renacimiento en la periferia. La recepción de los modos italianos en la experiencia pictórica del Quinientos cordobés, Córdoba, Universidad, Servicio de Publicaciones, 2001.
María Ángeles Raya Raya
