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Joaquín Juanola Rovira

Biografía

Juanola Rovira, Joaquín. Maià de Montcal (Gerona), 1.III.1853 – Santa Isabel (Malabo, Guinea Ecuatorial), 2.IV.1912. Misionero claretiano en Guinea Ecuatorial, estudioso y divulgador de las lenguas, cultura y geografía del país (CMF).

En el marco del proyecto de colonización y evangelización de los territorios españoles del golfo de Guinea, desarrollado por los misioneros claretianos desde 1883, destaca la figura del padre Joaquín Juanola Rovira.

A los diecisiete años inició los estudios en el seminario diocesano de Nuestra Señora del Collell, de Bañolas (1873-1874), en un momento histórico especialmente azaroso, con el trasfondo de la Revolución de Septiembre (1868), la Tercera y última Guerra Carlista (1872-1876) y los avatares de la Primera República Española (1873-1874). Entró en la Congregación claretiana dos años después, teniendo que cruzar como pudo la frontera para llegar a Thuir, en el Rosellón francés, donde los claretianos se habían exiliado y tenían sus centros de formación. Hizo su primera profesión el 15 de agosto de 1873 de manos del superior general, padre José Xifré, que después (1882) aceptaría para la Congregación claretiana las difíciles misiones de Fernando Poo, en la Guinea española. Su ordenación sacerdotal tuvo lugar el 18 de marzo de 1878.

Después de sus primeros destinos en el mismo colegio de Thuir (1878), Barbastro (1878-1880), Selva del Camp (1880-1882) y Vic (1882-1884), fue enviado a las misiones de Guinea, adonde llegó el 27 de enero de 1885. Era la segunda expedición misionera claretiana a aquellos territorios españoles, y estaba compuesta por diecinueve misioneros y cinco misioneras de la Inmaculada Concepción. Su misión era llevar a cabo la propuesta del superior general claretiano tras su primer viaje a aquellas misiones (1884): prestar mayor atención a la población femenina, extender la evangelización y colonización a las zonas conflictivas con Francia del estuario del Muni y a la lejana isla de Annobón, apetecida, sobre todo, por Alemania. Así se establecieron durante aquel año sendas misiones en la isla de Corisco (2 de marzo), Cabo San Juan (4 de marzo) y Annobón (agosto). A esta isla fue enviado el padre Juanola como fundador y primer superior de la misión.

Después fue destinado a Banapá y Santa Isabel en 1886. En Santa Isabel, centro misional y gubernamental al mismo tiempo, se enmarcó gran parte de la actividad misionera de Juanola, ejerciendo al mismo tiempo los cargos de superior local y secretario de los tres primeros prefectos apostólicos claretianos, Ciríaco Ramírez, Pedro Vall-Llovera y Armengol Coll, a quienes sustituía en sus ausencias, asumiendo interinamente el cargo a la muerte de los dos primeros y siendo nombrado, finalmente, vicario general en 1904, año en que la prefectura se elevó a vicariato, con el padre Armengol Coll como primer vicario y primer obispo.

Juanola integró en su tarea misionera la exploración geográfica, dando a conocer al gran público el lago Loreto y las aguas minerales de Riaka y Mioko, en la isla de Fernando Póo; estudiando las lenguas autóctonas y procurando las buenas relaciones con los nativos bubis y la defensa de la españolidad de aquellos territorios, que, como consecuencia del reparto de África (1885-1900, de la Conferencia de Berlín a la de París), estaban en el punto de mira de las pretensiones de franceses, ingleses y alemanes.

Así intervino, primero en la exploración (1887) y en la fundación más tarde, de la misión de Concepción (1888), de la que fue el primer superior, de las de Basilé (1892), Musola (1896) y San Carlos (1904). Formó parte de la expedición gubernamental, capitaneada por Luis Sorela, oficial de Marina, la cual, tras el fallido intento de subir al pico de Santa Isabel, se acercó, desde Basilé, por el este de la isla, a los pueblos de Rebola, Riabba, Elobe y Kutari. En este último los componentes de la expedición tuvieron el privilegio de ser los primeros blancos en ver al rey Moca, jefe supremo de todos los bubis, a quien presentaron numerosas ofrendas por medio de las que sellaron, también con la aceptación de los correspondientes regalos reales, una estrecha amistad entre España y los pueblos bubis (1888). En 1891 Juanola volvió a ser recibido por el soberano bubi en otra memorable excursión.

En la parte continental pudo remontar también el río Utamboni, en el estuario del Muni, zona fronteriza con el Gabón. Por todas esas actividades fue designado miembro de la Sociedad Geográfica de Madrid.

Juanola tuvo también el acierto de publicar la mayor parte de sus actividades en numerosos artículos etnológicos y geográficos, recogidos en las revistas religiosas claretianas El Iris de Paz y La Guinea Española, esta última publicada en Santa Isabel. Dejó una colección de “cartas y telegramas de la administración de Santa Isabel” y dos gramáticas bubis, una sin concluir.

Murió en Santa Isabel cuando se iba consolidando la obra de la evangelización y colonización y serenándose las posturas de los protagonistas —el Gobierno y la Misión— con una mayor clarificación y delimitación del papel de cada uno, tratando de eliminar los roces e incomprensiones en la puesta en práctica de la unificación de fe, Iglesia y patria. Eran los comienzos de la época del gobernador Ángel Barrera y Luyando (1906-1907 y 1910-1925, con un intervalo de tres años en los que desfilaron por Guinea siete gobernadores interinos), considerada época dorada y romántica, gracias a un gobernador paternalista y eficaz, que, precisamente por eso, estuvo al frente de la colonia durante tanto tiempo.

 

Obras de ~: Gramática de la Lengua Bubí, Fernando Poo, Madrid, Imprenta de A. Pérez Dubrull, 1890.

 

Bibl.: J. Creus, Epistolario del P. Juanola, c.m.f. (1890-1905), Vic, Ediciones Ceiba, 2002 (col. Documentos de la Colonización, vol. 8).

 

Marcelo Ensema, CMF