Briones Sáenz de Tejada, Ignacio. Logroño (La Rioja), 7.XI.1922 – Madrid, 12.II.2019. Empresario, ingeniero industrial.
Nació en el seno de una familia de raigambre marcadamente riojana. Su padre, Jesús Briones García-Escudero, aunque nacido en Burgos, era hijo de padres riojanos; su madre, Marina Sáenz de Tejada y Gil, nació en Torrecilla en Cameros (La Rioja).
Ignacio Briones comenzó sus estudios de primera y segunda enseñanza (bachillerato) en los Escolapios de Logroño, donde, además de la formación escolar, adquirió una sólida formación católica en armonía con su entorno familiar más cercano, que llevó a tres de sus ocho hermanos —dos hermanas y un hermano— a adoptar la profesión religiosa. En febrero de 1940 revalida sus estudios de bachillerato en el examen de Estado al que concurre en Zaragoza (cabecera de distrito universitario de la entonces provincia de Logroño) en el Instituto Práxedes Mateo Sagasta de la capital riojana.
Posteriormente, en mayo de 1940, su padre, ingeniero de montes, fue promovido a inspector general de dicho Cuerpo de Ingenieros, con residencia en Madrid. La familia se trasladó a la capital, lo que facilitó los planes de Ignacio Briones, que siguiendo la tradición familiar comenzó su preparación para cursar estudios de Ingeniería en la Escuela Especial de Ingenieros Industriales, en la que ingresó en junio de 1941, y cuyos estudios culminó con éxito en junio de 1947. De enero a marzo de 1957 participó como alumno en un curso para especialistas impartido bajo el Programa de Administración y Cooperación por el Gobierno de los Estados Unidos.
En 1969 completó su formación académica y obtuvo la titulación de doctor ingeniero industrial.
Inició desde muy joven su andadura profesional comenzando, aún estudiante, a prestar sus servicios profesionales en el sector de la construcción. A partir de su titulación académica, se entregó de lleno a trabajos relacionados con la construcción y obra civil, participando, entre otros, en los proyectos y ejecución de obras relacionados con la construcción de terminales del oleoducto de Cádiz-Zaragoza, y del Palacio de los Deportes de Madrid. Posteriormente, con motivo de la finalización de las obras a que dio lugar la instalación de las bases militares de Estados Unidos en España, fue nombrado miembro de la comisión representativa de los intereses de treinta y una empresas, para consensuar las liquidaciones derivadas de los cambios y ampliaciones de las mismas. De esta comisión y de las empresas en ella integradas, derivó la creación, dentro de la estructura del Sindicato Nacional del Vidrio y Cerámica, del Subgrupo de Empresas de Obras Públicas de Ámbito Nacional (Seopan), que posteriormente pasó a formar parte de la estructura de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (Ceoe), a partir de su nacimiento en 1977.
Desde la constitución de Seopan, puede decirse que Ignacio Briones se encargó de pilotar el rumbo de la institución, primero, desde los inicios de su creación como miembro de la Junta directiva, posteriormente como vicepresidente desde 1969, y finalmente como presidente a partir de 1975. En este período colaboró activamente en la transformación y adaptación de las estructuras de representación empresarial a los principios y directrices de la Constitución de 1978. Fue elegido primer presidente de la Confederación Nacional de la Construcción, cargo que desempeñó hasta 1990; vicepresidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), desde su fundación hasta 1984.
Fue, asimismo, vicepresidente de la Federación Internacional Europea de la Construcción. Como reconocimiento de su labor y mérito, se le otorgaron diversos nombramientos y condecoraciones honoríficas.
Fuentes y bibl.: Información directa facilitada por portavoz autorizado.
J. Ayuso y C. García-Abadillo, Los cien empresarios de la crisis, Madrid, Editora de Publicaciones Independientes, 1980; J. A. Martínez Soler, Los empresarios ante la crisis económica, Barcelona, Grijalbo, 1982; E. Mazón Verdejo (coord.), Riojanos en Madrid: 601 biografías, Madrid, Centro Riojano de Madrid, 2001.
Rafael Muñoz Hernáez