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María Agustín Linares

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Biografía

Agustín Linares, María. Zaragoza, 12.IV.1784 – 22.XI.1831. Heroína de la Guerra de la Independencia.

Nacida en el seno de una familia humilde, cuyos padres, Antonio Agustín y Catalina Linares, eran parroquianos de San Felipe, donde recibió las aguas bautismales.

A muy temprana edad se colocó, en calidad de criada, en casa de Ramón Ocaña, donde conoce a Pedro Roncal, asalariado de la misma familia, con quien contraerá matrimonio un 12 de mayo de 1805, en la parroquial de San Pablo, instalándose los nuevos esposos en la desaparecida calle del Serón, muy próxima a la de Morería. Allí les sorprenderá la llamada del ejército francés a las puertas de Zaragoza.

El día 15 de junio de 1808, en que se libra la primera batalla, María Agustín, al igual que la inmensa mayoría de las zaragozanas, participa activamente en labores de logística, abasteciendo de munición, comida y bebida, a los patriotas que defienden la zona comprendida entre las puertas del Carmen y Portillo, sorteando valientemente el infernal fuego cruzado que por esta parte se mantiene. En el incesante ir y venir, una bala le impactó en el cuello. Lejos de amilanarse, se colocó un pañuelo, para contener la hemorragia, y continuó en el servicio hasta que finalizó tan caótico y extenuante día en el que los zaragozanos pudieron celebrar una increíble victoria. La herida recibida afectó la movilidad de su brazo derecho, siendo María Agustín la única mujer que resultó inválida de guerra. Un enorme sacrificio para quien, como ella, se ganaba la vida lavando ropa ajena. En 1815, el general Palafox, en atención a tan valeroso comportamiento y a los servicios prestados, le concedió la gracia de una pensión, consistente en media peseta diaria y el Escudo de distinción, concerniente al Primer Sitio.

En 1819 queda viuda, volviendo a contraer matrimonio, diez años después, con Antonio Buisan.

Los continuos ingresos que durante años viene realizando en el Hospital de Nuestra Señora de Gracia, dan testimonio de su mal estado de salud, hasta que por fin fallece, en dicho establecimiento, a la edad de cuarenta y siete años. Su partida de defunción afirma que “no dejó hijos, no hizo testamento; enterrada como pobre de solemnidad en el fosal de San Pablo”.

Al urbanizar los terrenos, en los que manifestó su heroísmo, la Junta Magna del Centenario, en 1909, tuvo a bien recordarla, bautizando la nueva vía con el nombre de paseo María Agustín.

 

Fuentes y bibl.: Archivo Parroquial San Gil; Archivo Parroquial San Pablo; Archivo Diputación Provincial de Zaragoza, sec. Beneficencia.

A. Alcaide Ibieca, Suplemento á la historia de los dos sitios que pusieron á Zaragoza en los años de 1808 y 1809 las tropas de Napoleón, Madrid, Imprenta de D. M. de Burgos, 1831, pág. 57; J. Ezquerra del Bayo y L. Pérez Bueno, Retratos de mujeres españolas del siglo xix, Madrid, Junta de Iconografía NacionalImprenta Julio Cosano, 1924, págs. 62 y 63; N. Marín Arruego, “¿Quién fue María Agustín?”, en Cuadernos de Aragón (Institución Fernando el Católico, Zaragoza), n.º 25 (1999), págs. 257-287.

 

Nuria Marín Arruego