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Rodrigo del Padrón

Biografía

Padrón, Rodrigo del. ?, s. m. s. XIII – Salamanca, 8.XI.1316. Arzobispo de Santiago de Compostela.

Durante años, Rodrigo del Padrón se había distinguido como diplomático en la curia romana conquistando las dispensas matrimoniales para los monarcas castellanos Sancho IV y Fernando IV.

Su designación como arzobispo de Santiago tuvo lugar el 11 de mayo de 1307. A su llegada, el panorama de la Iglesia compostelana aparecía marcado por la invasión de la mayoría de los bienes y rentas eclesiásticas por los caballeros que encontraban respaldo en los oficiales reales. A ello se unía el intento del concejo compostelano por conquistar la condición de realengo. Rodrigo del Padrón intentó desmontar ambas iniciativas. En el primero de los casos, consiguió conquistar entre 1307 y 1308 las concesiones reales necesarias que restablecían la base legal de su derecho. Gracias a ello, se dotó de los instrumentos jurídicos necesarios que le permitían asegurarse sus rentas señoriales.

Frente a las ansias autonomistas compostelanas, Rodrigo buscó el apoyo de la Corona. A cambio de la ayuda económica y militar proporcionada para la nueva campaña granadina de Fernando IV, consiguió que este Monarca ratificase la condición de señorío eclesiástico de Santiago de Compostela, condición que se reforzó en años posteriores gracias a la intervención mediadora del prelado compostelano en los conflictos entre facciones cortesanas y durante la minoría de Alfonso XI. Acciones ambas que le permitieron conquistar nuevos documentos confirmatorios de sus derechos y preeminencias señoriales. Esta faceta de Rodrigo del Padrón como renovador y defensor de la Iglesia compostelana también se puso de manifiesto en el ámbito jurisdiccional con la frecuente convocatoria de juntas y concilios. Si en las primeras se abordaban problemas eclesiásticos de urgencia, los concilios se centran en aspectos referentes al régimen eclesiástico. Una preocupación constante en todos ellos es la indisciplina clerical manifiesta en costumbres como la barraganía, el absentismo eclesiástico, la encomienda, etc. Contra ellas se promulgan una serie de directrices que insisten en la adecuada vestimenta eclesiástica, la dotación suficiente de los beneficiados a fin de evitar la fragmentación de los bienes eclesiásticos, la labor escolar del clero enseñando las primeras letras a los feligreses y, finalmente, su labor cultural y pastoral concretada en la dotación de libros litúrgicos, la práctica sacramental anual, la asistencia a los enfermos, el cuidado de los objetos litúrgicos y la limpieza de los templos. Esta acción correctora se concretó, en el caso del Cabildo y de la Catedral de Santiago, en el saneamiento de la hacienda de los prebendados, en la exigencia de disciplina y en el reforzamiento del sistema defensivo de la catedral con la construcción de nuevos muros y torres.

Otras iniciativas promovidas por el arzobispo fueron la constitución de juntas y hermandades del estado eclesiástico. El primer paso en este sentido tenía lugar en Zamora, donde el 20 de julio de 1311 se reunían los prelados de León, Castilla y Galicia a los que se unía el de Braga. Ante la inseguridad y falta de justicia, se proclamaba una liga defensiva. Este tipo de acciones eran sancionadas por los monarcas, como en las Cortes de Burgos de 1315 en las que se condenaban las intromisiones seglares en el ámbito eclesiástico y se prometía resarcimiento a los que sufriesen violencias y despojos.

Por otra parte, Rodrigo del Padrón se destaca también en el Concilio Viennense I (1311-1313), donde dirige el proceso informativo sobre los templarios. Pese a su dictamen favorable, ello no impedirá que al final sean suprimidos. Por el contrario, sí que conseguiría asegurar la continuidad y la consolidación de la Academia Salmantina. El arzobispo compostelano sería el encargado de realizar una encuesta sobre su situación económica. El informe resultante aseguraba la manutención del estudio y sus docentes con la tercera parte de las tercias de la diócesis salmantina. Su puesta en práctica se realizaría mediante una comisión encargada de recaudar y entregar la suma necesaria. Plan este que sería sancionado por el papa Clemente V mediante la bula Dudum nobis del 14 de octubre de 1313. Gracias a esto se garantizaba la continuidad de la Universidad con sus Cátedras de Decreto, Decretales, Leyes, Medicina, Artes y Gramática.

 

Bibl.: A. Sáez, “Padrón, Rodrigo del”, en Q. Aldea Vaquero, J. Vives Gatell y T. Marín Martínez (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. III, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1973, pág. 1861; J. García Oro, Galicia en los siglos xiv y xv, La Coruña, Fundación Pedro Barrié de la Maza, 1987, 2 vols.; (coord.), “Iglesias de Santiago de Compostela y Tuy-Vigo”, en Historia de las diócesis españolas, vol. 14, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 2002.

 

Gonzalo Francisco Fernández Suárez