Rodríguez de Valbuena, Fernán. ?, c. 1270 – VI.1333. Prior de la Orden Militar de San Juan en Castilla, merino mayor de Galicia, mayordomo mayor y canciller.
Fernán Rodríguez de Valbuena debió de nacer hacia el año 1270. Era hijo de Arias Fernández de Valbuena y de Leonor García de Valcárcel. Pertenecía a una familia de caballeros de la mediana nobleza. Muy pronto ingresó en la Orden Militar internacional de San Juan u Orden del Hospital. En 1290 figura ya como miembro de la Orden. Su ascenso dentro de la jerarquía sanjuanista en Castilla fue fulgurante. En 1294 se sabe que era “compañero” del lugarteniente del gran comendador de la Orden en Castilla y León.
Posteriormente fue ascendido al grado de comendador.
En 1303 era comendador de Setefilla y de Olmos, y también llegó a ser comendador de Calasparra.
Finalmente, a partir de 1312 fue nombrado prior de la Orden de San Juan en los Reinos de Castilla y de León, cargo que conservó hasta su muerte en 1333.
No obstante, compatibilizó el desempeño de dicho puesto con el ejercicio de otros cargos dentro de la Orden, como el de gran comendador de España en 1318 o el de lugarteniente del maestre en España en 1322. En su condición de prior de la Orden del Hospital, la primera tarea importante que hubo de acometer Fernán Rodríguez de Valbuena fue intentar incorporar los antiguos bienes de la Orden del Temple a la Orden de San Juan en Castilla. En efecto, después de la disolución del Temple en 1312, el papa Juan XXII había decidido que las antiguas propiedades castellanas de dicha Orden debían ser anexionadas a la Orden de San Juan en 1319. Fernán Rodríguez de Valbuena intentó, efectivamente, llevar a cabo dicha incorporación. Sin embargo, al final sus esfuerzos resultaron ser inútiles debido a la clara falta de voluntad política en Castilla para ejecutar la disposición pontificia. Los ocupantes de dichos bienes en Castilla desde la detención de los templarios en 1307 (nobleza laica, órdenes militares peninsulares y grandes concejos de realengo) se negaron rotundamente a entregarlos al prior y al final los hospitalarios castellanos sólo recibieron una pequeña parte de ellos. Todo el episodio puso de manifiesto la escasa influencia política de la Orden de San Juan en Castilla y seguramente debió de impulsar a Fernán Rodríguez de Valbuena a procurar un mayor acercamiento al poder.
En efecto, a partir de su nombramiento como prior de Castilla en 1312, Fernán Rodríguez de Valbuena empezó a desarrollar una notable actividad política. En ese mismo año mantuvo ya una interesante correspondencia con el rey Jaime II de Aragón acerca de la situación producida en Castilla tras la prematura muerte del monarca Fernando IV y la subida al Trono de un niño de corta edad, Alfonso XI. El prior aseguró entonces al monarca aragonés que trabajaría para lograr la tranquilidad del reino en aquel crítico momento.
Precisamente durante el agitado período de la minoría de edad de Alfonso XI y de los continuos conflictos entre sus tutores, el prior comenzó a destacar en la escena política. Inicialmente parece que se alineó en el bando del infante don Pedro. Por lo menos así parece deducirse del hecho de que en 1317 efectivos de la Orden de San Juan participaran en una entrada de las tropas de dicho infante por la Vega de Granada. Después de la muerte del infante don Pedro en 1319, el prior se alineó en el bando de don Juan el tuerto, hijo del infante don Juan, y en contra del infante don Felipe durante la disputa del control de la regencia entre ambos. Fue precisamente Fernán Rodríguez de Valbuena quien consiguió que la ciudad de Zamora pasara de la tutoría de don Felipe a la de don Juan. En 1324, cuando el infante intentó recuperar Zamora, el prior luchó por el control de dicha ciudad al lado de don Juan el tuerto y de don Juan Manuel. Fernán Rodríguez de Valbuena también aparece acompañando a don Juan el tuerto en unas conversaciones de éste y de don Juan Manuel con el infante don Felipe. Sin embargo, hay que esperar hasta la mayoría de edad del rey Alfonso XI de Castilla para que el prior de la Orden de San Juan protagonice una importante iniciativa política de forma independiente.
En 1328 el valido de Alfonso XI, el conde Alvar Núñez de Osorio, impuso un tributo nuevo a las órdenes militares. La reacción de Fernán Rodríguez de Valbuena fue huir de la Corte y sublevar contra el valido a las ciudades de Zamora y Toro. La iniciativa del prior no fue respaldada por el resto de la Orden de San Juan en Castilla. De hecho, los comendadores y freires de la Orden recurrieron a Alfonso XI para que éste les entregara unas cartas dirigidas al Papa y al maestre del Hospital. En ellas el Monarca solicitaba la sustitución de Fernán Rodríguez por Alvar Núñez de Sarria como prior de Castilla y León. No obstante, la rebelión se siguió extendiendo. La ciudad de Valladolid también se unió a la sublevación del prior. Al final la rebelión triunfó y Alfonso XI desterró al conde Alvar Núñez.
Fernán Rodríguez de Valbuena pudo así recuperar legalmente su priorato de manos del Papa y del maestre de la Orden de San Juan. A continuación, apresó a la persona que había intentado sustituirle, Alvar Núñez de Sarria, y a otros miembros de la Orden. Mató a algunos y obligó a huir del reino a otros.
A partir de este momento Fernán Rodríguez de Valbuena se convirtió en un personaje muy influyente en la Corte real, donde va a ejercer importantes cargos.
En primer lugar, Alfonso XI le nombró mayordomo mayor del Rey, puesto muy relevante que el prior ocupó entre los años 1328 y 1332. Dicho cargo implicaba la administración de las finanzas de la Monarquía castellana. Seguramente en ejercicio de sus competencias como mayordomo mayor, el prior se desplazó a Aviñón en 1331 como embajador de Alfonso XI, a fin de obtener del papa Juan XXII la concesión de un subsidio en las rentas de la Iglesia castellana para sufragar los gastos de la guerra de Alfonso XI contra los musulmanes. Posteriormente, Fernán Rodríguez de Valbuena fue merino mayor de Galicia en 1332. Además, ejerció el cargo de canciller mayor de la Reina desde 1331 hasta su muerte en 1333. Sin embargo, poco a poco fue perdiendo el favor real debido a la estrecha amistad que mantenía con don Juan Manuel y a su oposición a la favorita del Rey, Leonor de Guzmán.
Ya a fines de 1328 hizo fracasar unas negociaciones entre Alfonso XI y don Juan Manuel. Además, en 1332-1333, Fernán Rodríguez de Valbuena tramó una alianza entre el rey de Portugal y don Juan Manuel para hacer caer en desgracia a Leonor de Guzmán. Por todo ello el prior perdió la confianza de Alfonso XI, aunque el Monarca le siguió manteniendo en alta estima hasta el final de su vida. Fernán Rodríguez de Valbuena falleció en 1333. Se sabe que, en febrero de dicho año, ya se encontraba enfermo, porque Alfonso XI le eximió de participar en una expedición de socorro a Gibraltar por este motivo. A principios del mes de junio ya había muerto. Su sucesor interino en la Orden de San Juan, el comendador de Setefilla Ruy Pérez de Bolaños, acudió entonces a la expedición de Gibraltar en lugar de Fernán Rodríguez de Valbuena porque éste había fallecido. Sus restos fueron enterrados en la capilla que él mismo había hecho construir en Castronuño. Fernán Rodríguez de Valbuena fue, sin duda, el prior de la Orden de San Juan en Castilla que tuvo una mayor importancia política. Su rebelión de 1328 incluso inspiró el argumento de uno de los romances medievales más antiguos que se conocen.
Bibl.: D. Catalán Menéndez-Pidal, “Un romance histórico de Alfonso XI”, en Estudios dedicados a Menéndez-Pidal, vol. VI, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1956, págs. 259-285; “El buen prior Hernán Rodríguez (1328)”, en Siete siglos de romancero (Historia y poesía), Madrid, Gredos, 1969, págs. 15-56; P. Josserand, “Un maître politique: Fernán Rodríguez de Valbuena, prieur de l’ Hôpital en Castille au début du XIVe siècle”, en Revista da Faculdade de Letras-Historia, XV (1998), págs. 1313-1344; J. de Salazar y Acha, “Notas para una biografía de Fernán Rodríguez de Valbuena, prior del Hospital y mayordomo mayor de Alfonso XI”, en VV. AA., Actas de las II Jornadas de la Orden de San Juan, Ciudad Real, Instituto de Estudios Manchegos, 1999, págs. 253-266.
Carlos Barquero Goñi