Castilla, Sancho de. ?, 1233 – 27.X.1261. Infante de Castilla, administrador de la archidiócesis de Toledo (11 de marzo de 1251-octubre de 1259) y arzobispo de esta sede (octubre de 1259-27 de octubre de 1261).
Sexto de los hijos varones de Fernando III, rey de Castilla, y de su primera esposa, Beatriz de Suabia, octavo en el orden cronológico de nacimiento. La decidida intervención de Fernando III en la designación de obispos, no sólo de las diócesis recuperadas, sino de la totalidad de las sedes de sus reinos, tuvo en sus dos hijos, Felipe y Sancho, cuidadosamente preparados para ello, instrumentos de gran importancia.
Ambos fueron confiados a los cuidados de Rodrigo Jiménez de Rada, arzobispo de Toledo (1209-1247), la figura más relevante del panorama político, eclesiástico y cultural en Castilla en las últimas décadas; los dos se formaron durante un tiempo en París y recibieron prebendas en la iglesia toledana, de la que Sancho fue canónigo y arcediano.
Como príncipe que era, Sancho participó junto a su padre, probablemente, en las operaciones que conducen a la rendición de Sevilla y, desde luego, en las tareas de organización y repartimiento que siguen a la reconquista de la ciudad; participó también en las acciones militares contra Medina Sidonia, Alcalá, Vejer y Lebrija, entre otras. Estaba en Sevilla en el momento de la muerte de su padre, en mayo de 1252.
Tras la muerte de Rodrigo Jiménez de Rada, se suceden en la sede de Toledo los breves pontificados de Juan de Medina de Pomar (1248), elevado por decisión pontificia, tras rechazar la elección realizada por los capitulares, y de Gutierre Ruiz de Olea (1249- 1250), que por voluntad real había sido promovido primero a la sede de Córdoba y, después, trasladado a la de Toledo. A su muerte, Fernando III promovía la elección de su propio hijo Sancho y requería la confirmación de Inocencio IV.
Era un paso muy importante hacia el control efectivo sobre el episcopado de su reino, muy en especial en sedes tan importantes como la toledana. En este proyecto había avanzado desde que, en 1237, Gregorio IX le reconoció el derecho de presentación en las sedes episcopales restauradas tras la reconquista: en virtud de este reconocimiento había obtenido, en febrero de 1249, apenas reconquistada Sevilla, la designación de su hijo Felipe como administrador de la sede metropolitana allí restaurada.
Como en el caso de Sevilla, dada la carencia de edad canónica para ocupar el cargo, que se hallaba establecida en treinta años, don Sancho fue nombrado administrador de la archidiócesis de Toledo (11 de marzo de 1251); esta situación se prolonga hasta 1259 en que cumple la edad canónica prevista. Desde luego actúa como arzobispo ya en octubre de este último año.
Su designación supone para la sede toledana la concesión por el Rey de Hita, Uceda e Iznatorraf, las tierras ganadas por Rodrigo en término de Baeza y 5.000 maravedís; 2.000 maravedís más en el almojarifazgo de Toledo y otros 2.000 en unas ventas de Guadalajara y Escalona además de la promesa de Baeza, como se había prometido a Rodrigo. Sin duda la promesa de estas concesiones había pesado decisivamente en el ánimo del Papa para confirmar al candidato propuesto.
Durante la etapa de don Sancho como administrador de la diócesis se celebra un Concilio Provincial, que tuvo como sedes sucesivas Alcalá de Henares, Buitrago y Brihuega, desde finales de 1257 a abrilde 1258; se carecen de noticias sobre sus deliberaciones.
La prematura muerte de don Sancho, en octubre de 1261, nos impide disponer de otras noticias de su pontificado.
Fuentes y bibl.: A. Gómez, Archiepiscoporum toletanorum vital, Biblioteca Catedral de Toledo, ms. 27-23; B. Porreño, Historia episcopal y real de España en la qual trata de los Arzobispos de Toledo, Biblioteca Catedral de Toledo, ms. 27-22.
D. Mansilla, La Iglesia castellano-leonesa y la Curia romana en tiempos de San Fernando, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1945; J. F. Rivera Recio, Los arzobispos de Toledo en la Baja Edad Media, Toledo, Diputación Provincial, 1969; G. Martínez Díez, Fernando III. 1217- 1252, Palencia, La Olmeda, 1993.
Vicente Ángel Álvarez Palenzuela
