Barbazán, Arnaldo de. Barbazán Dessus, Altos Pirineos (Francia), s. m. s. XIII – Pamplona, 6.XI.1355. Obispo de Pamplona (1318-1355) durante el período de instalación de la dinastía Evreux en Navarra.
Precedido en la sede episcopal por tres breves antecesores, Arnaldo estuvo al frente del obispado de Pamplona por espacio de treinta y siete años. A lo largo de dicho período, este prelado de origen francés tomó el pulso a los acontecimientos vividos en el reino navarro, siendo una pieza fundamental en las relaciones con la monarquía, tanto francesa como navarra, de la casa de Evreux. Además, su celo litúrgico y pastoral le condujo a promover y participar en las asambleas de la iglesia diocesana y provincial, así como a preparar por escrito guías para el culto, la oración —breviarios— y un catecismo.
Este canónigo de la iglesia de Pamiers (Tolouse) y oriundo de Bigorra, fue elevado a la dignidad episcopal de Pamplona por el papa Juan XXII el mes de enero de 1318. Su llegada al reino navarro coincide con los preparativos del viaje a París de un grupo de procuradores de Cortes, para recibir el juramento de Felipe II (V) el Largo, delegación que él mismo presidió un año después. Es más, aprovechando el viaje, planteó al monarca el problema del dominio señorial o temporal de la Navarrería por parte de la mitra, un asunto que se arrastraba desde tiempo atrás. En poco tiempo, y con la intervención del propio Felipe y un grupo de asesores, y dos años más tarde, del papado, se llegó a un acuerdo. Arnaldo, y en su nombre la sede, recibían, a cambio de renunciar al mencionado señorío jurisdiccional, una generosa compensación: los castillos de Oro y Monjardín, los lugares de Adarreta, Azqueta, Luquin, Urbiola y Villlanueva, además de una renta de quinientas libras y el derecho sobre las iglesias de Baigorri, Cadreita, Cáseda, Cirauqui, Echarri-Aranaz, Elcarte, Lerín, Miranda, Peralta, Sesma, Villamayor y Villatuerta.
La muerte de Carlos el Calvo sin herederos directos, el 1 de febrero de 1328, abrió una brecha en el cuerpo social navarro, castigado por los prolegómenos de la gran depresión económica. Ante ello, el prelado pamplonés, junto a un nutrido grupo de representantes del reino, terminó apoyando la candidatura de Felipe de Evreux, esposo de Juana, hija de Luis le Hutin (el Obstinado). Sin embargo, y llegado el momento de cooperación directa a raíz de la “cruzada” de Algeciras (1343), Arnaldo puso todo tipo de obstáculos para aceptar uno de los capítulos del Amejoramiento del Fuero General (1333), mediante el que se obligaba al obispo a participar con cien caballeros en la hueste regia. Esto, unido a las fricciones que se arrastraban desde tres años antes, motivó su procesamiento y la incautación de sus bienes, si bien el nuevo monarca, Carlos II, acabaría por zanjar tan espinosa cuestión (1350).
El interés de este personaje por proteger a la iglesia, tanto en sus elementos espirituales como materiales, le llevó a convocar sínodos diocesanos (1325, 1330, ¿1341?, 1346, 1349 y 1354) y participar en asambleas provinciales, a reordenar el cabildo, a sanear la economía doméstica vendiendo el colegio de París, a preparar guías de culto, oración y un catecismo, así como a promover la ampliación de la catedral, tanto en su aspecto arquitectónico como en el devocional, fundando las cofradías del Corpus Christi y de Santa Catalina mártir, y poniendo en marcha la construcción de parte del claustro y de dependencias para los canónigos. Además, formó un grupo fiel de colaboradores, entre los que cabe destacar al jurista Pedro Roger de Pujols, el deán de Tudela, Juan Cruzat y su vicario y sucesor, Bernardo Folcaut.
Bibl.: J. Goñi Gaztambide, “Arnalt de Barbazán, obispo de Pamplona, y Felipe III, rey de Navarra”, en Misceláneas Antonio Pérez Goyena, vol. 35, Madrid, Fax, 1960, págs. 397-413; Catálogo del Archivo Catedral de Pamplona (829-1500), Pamplona, Institución Príncipe de Viana, 1965, véase índices; J. R. Castro, Carlos III el Noble, rey de Navarra, Pamplona, Institución Príncipe de Viana, 1967, págs. 19 y 512; J. M.ª Lacarra de Miguel, Historia política del reino de Navarra desde sus orígenes hasta su incorporación a Castilla, vol. 3, Pamplona, Caja de Ahorros de Navarra, 1973, págs. 13-48; J. Goñi Gaztambide, Historia de los obispos de Pamplona, vol. 1 (siglos IV-XIII), Pamplona, Eunsa-Institución Príncipe de Viana, 1979, págs. 84- 201; A. J. Martín Duque y E. Ramírez Vaquero, “El reino de Navarra (1217-1350)”, en Historia de España Ramón Menéndez Pidal. XIII-2. La expansión peninsular y mediterránea (c. 1212-c. 1350), Madrid, Espasa Calpe, 1990, págs. 68, 78 y 83-84; E. García Fernández, “El catecismo medieval de Arnaldo de Barbazán, obispo de la Diócesis de Pamplona (1318- 1355)”, en En la España medieval, 15 (1992), págs. 321-352; C. Jusué Simonena (coord.), La catedral de Pamplona, Pamplona, Caja de Ahorros de Navarra, 1994 (2 vols.).
Julia Pavón Benito
