Márquez Sánchez, Francisco Tomás. Leopoldo de Alpandeire. Alpandeire (Málaga), 2.VI.1864 – Granada, 9.II.1956. Religioso capuchino (OFMCap.), limosnero, beato, muerto en fama de santidad.
Fueron sus padres Diego Márquez y Jerónima Sánchez, labradores de origen humilde. Poco se sabe de su primera formación en la escuela del pueblo salvo que creció en un ambiente cristiano. Durante su juventud se ocupó de la escasa hacienda familiar, y trabajó como temporero, con otros hermanos suyos.
Llegado el tiempo de cumplir con el servicio militar, su padre pensó que le resultaría más rentable, ya que Francisco Tomás era el primogénito, pagar la cuota establecida para que otro cumpliera por él con el Ejército, pero él se opuso.
Fue con ocasión de las fiestas celebradas en Ronda, en mayo de 1895, en honor del beato Diego José de Cádiz enterrado allí, capuchino beatificado por el papa León XIII el 22 de abril del año anterior, cuando se decidió a entrar en la Orden Capuchina. En las celebraciones predicaron dos capuchinos que impactaron fuertemente a Francisco Tomás. Así en el verano de 1899, con la ayuda de un sacerdote, consiguió que el provincial de los capuchinos de la recién restaurada provincia de Andalucía, padre Ambrosio de Valencina le admitiera en la Orden. El 16 de noviembre de 1899, Francisco Tomás vestía el hábito capuchino en el convento de Sevilla, y al año siguiente (1900), el mismo día, emitía los votos simples, cambiando su nombre por el de fray Leopoldo de Alpandeire. Le trasladaron al convento de Granada en 1903, donde hizo su profesión solemne el 23 de noviembre de ese mismo año.
Fray Leopoldo ya no saldría de la ciudad de la Alhambra, y sería allí, durante más de cincuenta años, donde se daría a conocer como limosnero. Desde entonces recorrería, con la alforja al hombro, la ciudad y los pueblos de las provincias orientales de Andalucía, pidiendo limosna. Con el paso de los años se fue haciendo más conocido y su figura, la típica de un capuchino de estampa, se identificó con el paisaje de la ciudad, siendo muchos seglares y eclesiásticos, de todas las clases sociales, los que acudían a él en busca de consejo.
Su perfil espiritual fue el de un hombre de profunda vida interior, humilde, al que la fama lo entristecía, mortificado, pobre y austero.
Una caída, la tarde del 9 de febrero de 1953, que le causó la fractura del fémur, le dejó imposibilitado para salir de casa. Desde ese momento se dedicó exclusivamente a la oración y a la intercesión por las necesidades de todo el mundo. Finalmente el 9 de febrero de 1956 murió en el convento de Granada. Sus funerales, multitudinarios, fueron expresión clara del afecto que el pueblo le profesaba. Dos años después de su muerte su cuerpo fue trasladado del cementerio municipal a la iglesia conventual, donde los fieles le dedicaron una hermosa cripta. El proceso de canonización, en su fase diocesana, comenzó en Granada el 26 de junio de 1961, y se clausuró el 3 de julio de 1976. El 9 de marzo de 1979 la Congregación para las Causas de los Santos aprobó la Positio super scriptis.
El 9 de febrero de 1981, el entonces ministro general de la Orden, fray Pascual Rywalski, bendijo la residencia de ancianos “Hogar Fray Leopoldo”, costeada con los donativos de sus devotos. En 1982 la Congregación antes citada dio el nihil obstat para que se introdujera la causa, y en los años 1983-1984 se instruyó el proceso apostólico. La Positio super virtutibus fue entregada en la Congregación el 9 de marzo de 1994, y ese mismo año aquélla emitió el decreto que reconocía sus virtudes.
Fray Leopoldo de Alpandeire fue beatificado el 12 de septiembre de 2010, cuarenta y nueve años después de que se iniciara el proceso.
Bibl.: Causa de Beatificación y Canonización del Siervo de Dios Fray Leopoldo de Alpandeire, Granada, 1961; Ángel de León, Artículos para la formación del proceso ordinario informativo sobre la fama de santidad, virtudes y milagros del S. de Dios Fray Leopoldo de Alpandeire, Granada, 1961; Mendigo por Dios (Vida de Fr. Leopoldo de Alpandeire), Granada, Litografía Anel, 1974; Acta et decreta causarum beatificationis et canonizationis O.F.M.Cap [...], cura et Studio Silvini a Nadro, Romae-Mediolani, 1964; Semblanza espiritual y humana de Fr. Leopoldo de Alpandeire, Vitoria, 1965; “Leopoldo de Alpandeire”, en Gran Enciclopedia de Andalucía, t. V, Sevilla, 1979, col. 2270s.; P. Rywalski, “Homilía del P. General Pascual Rywalski con motivo del XXV aniversario de la muerte del S. de Dios, en Boletín Fray Leopoldo (Granada), n.º extraordinario (1981); A. Laborde Vallverdú, Testigo de Paz (Fray Leopoldo de Alpandeire), Granada, Vicepostulación de Fray Leopoldo, 1990; Granatensis Canonizationis Servi Dei Leopoldi ab Alpandeire [...] Positio super virtutibus, Granada, Vicepostulación de Fray Leopoldo, 1993; Ángel de León, Fray Leopoldo de Alpandeire. La sublimación de la monotonía, Granada, Vicepostulación de Fray Leopoldo, 1995; J. B. García Sánchez, El hermano de todos, Sevilla, 1995; C. Ros, Vida de Fray Leopoldo, Madrid, Ediciones Paulinas, 1996; Ángel de León, “Leopoldo de Alpandeire. La sublimación de la monotonía”, en “[...] el Señor me dio hermanos”. Biografías de santos, beatos y venerables capuchinos, t. II, Sevilla, Conferencia Ibérica de Capuchinos, 1997, págs. 275-295; J. B. García Sánchez, “Leopoldo da Alpandeire (1866-1956)”, en “Sulle orme dei santi. Il santorale cappuccino: santi, beati, venerabili, servi di Dio”, Roma, Istituto Storico dei Cappuccini-Postulazione Generale, 2000, págs. 383-384.
José Ángel Echeverría, OFMCap.