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Juan de Hevia Bolaño

Biografía

Hevia Bolaño, Juan de. ¿San Nicolás de Tellego (Asturias)?, c. 1568 – Lima (Perú), 20.IV.1623 post. Jurista.

Hijo de Juan de Hevia y de Úrsula de la Ribera, que también tuvieron una hija, María, nació probablemente en San Nicolás de Tellego, aunque numerosos investigadores dan Oviedo como ciudad en la que vino al mundo. Nieto paterno de Gutierre de Hevia y de Beatriz de Prada Bolaño, y nieto materno de Alonso de Ribera, regidor de la ciudad de Oviedo, y de Urraca Rodríguez del Portal, Juan de Hevia Bolaño perteneció a una hidalga familia asturiana, en la que destacó su tío, el jurista Alonso de la Ribera.

La vida de Hevia Bolaño ha sido objeto de vivas controversias por parte de los investigadores. Mientras que unos sostienen que él fue el autor de la Curia Philippica y del Labyrintho de comercio terrestre y naval [...], otros opinan que su oscura trayectoria vital, llena de luces y sombras, unida a la carencia de estudios superiores, le habría impedido tener los conocimientos necesarios para escribir sus dos obras, atribuyendo su factura, bien al jurista indiano Juan de Solórzano Pereyra, hipótesis difundida por González Barcia, Antonio de León Pinelo y Manuel de Mendiburu, bien al también jurista Francisco Carrasco del Saz, bien al oidor de la Real Audiencia de Lima Juan Fernández de Boán, bien a un jurista peninsular desconocido que las habría escrito en España, aunque posteriormente se editasen por primera vez en Lima.

Nada hay definitivo que pueda saldar tan larga y encendida polémica. Por esa razón, y a falta de pruebas indubitables en contrario, Hevia Bolaño ha de seguir siendo considerado el autor de la Curia Philippica y del Labyrintho. Se perfilan a continuación, brevemente, algunos aspectos de su trayectoria vital, que inclinan a pensar en positivo sobre la autoría de sus obras. Huérfano de padre desde edad temprana, estudiante de Humanidades en el colegio de San Gregorio de los Pardos de Oviedo, ciudad en la que vivía su abuelo materno y a la que se trasladó la madre, ya viuda y enferma, y en la que moriría poco después de septiembre de 1578. En torno a 1582, Hevia Bolaño abandonó su Asturias natal para ejercer por un tiempo como oficial de escribanos, actuando en Madrid y en las Reales Chancillerías de Valladolid y Granada. En 1592 pasó al Nuevo Mundo, estableciéndose, primero, en Quito, en donde intentó (entre 1594 y 1596) obtener, sin éxito, el cargo de receptor de número de su Real Audiencia. Existe un documento, fechado el 19 de enero de 1596, donde se ratifica a Hevia Bolaño en el oficio de escribano real de Indias. Ambas circunstancias, la solicitud de una recepturía y la obtención de una escribanía, confirman que él pudo tener los conocimientos necesarios para escribir sus dos obras.

Posteriormente, entre 1601 y 1602, marchó a Lima, donde coincidió en el tiempo con juristas de la talla del romanista Feliciano de Vega, el tratadista Solórzano Pereyra y el canonista Gaspar de Villarroel.

Ya en esa ciudad, es común creencia que ejerció durante muchos años el oficio de portero de su Real Audiencia, aunque se carece de constancia documental que certifique fehacientemente el desempeño de dicho cargo, comparable al de los alguaciles o ujieres de los actuales juzgados.

El bibliógrafo Nicolás Antonio Nicolás dijo de él que, “sin haber obtenido ningún grado académico, adelantó tanto en derecho que, además de estos tratados escritos con utilidad y no sin ciencia, se mantuvo como abogado defensor en muchísimas causas difíciles como así lo atestiguan los hombres que le trataron”. Enrique Ruiz Guiñazú sostuvo que esta afirmación permite colegir que Hevia Bolaño, a pesar de no haberse graduado en universidad alguna, llegó a ejercer como abogado en la Lima virreinal, lo que justificaría su amplia cultura jurídica y su capacidad para escribir ambas obras. Inclusive, existe constancia documental del ejercicio de dicha actividad, puesto que Mariana de Bohorques, esposa de Nicolás de Villa y residente en Piura, le dio poder en 1613 para pleitear en su nombre, al igual que hizo Juan Francisco Arias Maldonado (propietario de una de las mayores fortunas de Lima). Hecho, por otra parte, nada extraordinario, pues son numerosos los casos conocidos de practicantes forenses no graduados que ejercieron en diferentes zonas “marginales” de las Indias, como, por ejemplo, Texas.

Las dos obras que le aseguraron fama ya en vida fueron la Curia Philippica (de temática procesal) y el Labyrintho (de temática mercantil terrestre y marítima). Es importante señalar que ambos escritos conocieron numerosas ediciones a lo largo de los siglos xvii y xviii.

Igualmente, y por datos contenidos en el Labyrintho, se sabe que realizó un informe encargado por el Consulado de Lima, aunque firmado por otras personas, donde se trataba de la facultad del virrey para despejar las competencias de jurisdicción que se produjesen entre las justicias ordinarias y la corporación mercantil.

Pero entre todos los enigmas de su existencia, uno llama especialmente la atención: la elección de Fernando de Castro Bolaño y Rivadeneyra como mecenas de la primera edición del Labyrintho. Para la misma, dicho mecenas, caballero de la Orden de Santiago, entregó al autor más de 2.000 pesos. Y éste, agradecido, le dedicó emocionada y laudatoria dedicatoria.

Fernando fue hombre de importancia en la Lima de los siglos xvi y xvii. Miembro del gran linaje de los Castro gallegos, sobrino del gobernador y capitán general de las islas Filipinas Gomes Paes das Mariñas, al que acompañó a su destino asiático, embajador en Cantón y Chincheo, general de la Carrera entre Acapulco y Manila (1590-1600), etc., este caballero contrajo matrimonio en 1596, a bordo del navío San Jerónimo, en Manila, con la famosa Isabel de Barreto, adelantada de las islas Salomón y viuda de Álvaro de Mendaña. Tras una estancia en el virreinato de la Nueva España, en el de Perú y en la Península, regresaron a Lima, donde Fernando ejerció como gobernador militar de Callao y general de la mar del Sur y como gobernador de Castrovirreyna. Ante la importancia de tal personaje, surge la pregunta de cómo tuvo acceso el jurista a tan destacada figura y cómo éste accedió a desembolsar tan alta suma en una aventura editorial, preguntas para las que, a falta de nueva documentación, no hay respuesta.

Otro suceso en la vida de Hevia Bolaño viene a redundar en su aureola hermética. Cuenta Diego Córdoba Salinas en su Crónica Franciscana de las provincias del Perú que, tras haberse visto inmerso en un lance de honor y camino de lavar su honra, se encontró con san Francisco de Solano (fallecido el 14 de julio de 1610) que, sin conocerle, le habló haciéndole desistir de sus intenciones. Este milagroso hecho hizo que en su testamento (otorgado el 20 de abril de 1623 y prueba de su modesta realidad vital) mostrase su intención de ser enterrado en las imponentes catacumbas del convento grande de San Francisco de Lima con el hábito de la Orden Seráfica.

Obras de ~: Curia philippica, donde breve y comprehendiose se trata de la juyzios mayormente forenses, eclesiasticos y seculares, con lo sobre ellos hasta ahora dispuesta por derecho resuelto por doctores antiguos y modernos, y practicable, Valladolid, por Iuan Godinez de Millis, 1609 (Lima, 1603; Valladolid, 1605 y 1612; Madrid, 1616, 1619, 1622 y 1627); Labyrintho e comercio terrestre y naval. Donde breve y comprendiosamente se trata de la mercancia y contratación de tierra y mar, util y provechoso para mercaderes, negosiadores, navegantes, y sus consulados, ministros de los Inyzios, profesores de derechos, y otras personas, Lima, Francisco del Canto, 1617 (eds. Lima, 1617; Madrid, 1619; Valladolid, 1623 y 1629; Madrid, 1644, 1652, 1657, 1659, 1669, 1684, 1700; Florencia, 1702; Madrid, 1717, 1725, 1733, 1736-1739, 1747, 1753, 1761, 1767; Valencia, 1770; Madrid, 1770, 1776, 1778, 1783, 1790, 1797, 1825 y 1841; París, s. f.); Curia Philippica, primero y segundo tomo [...] El segundo tomo distribuido en tres libros, donde se trata de la mercancía y contratación de tierra y mar, útil y provechoso para mercaderes, negociadores, navegantes y sus Consulados, ministros de los juicios y profesores de jurisprudencia, véase lo anteriormente expuesto [Guillermo Lohmann Villena realizó un listado de las ediciones de las dos publicaciones de Hevia Bolaño, esto es, la Curia Philippica y el Labyrintho de comercio terrestre y naval [...]. Ambas obras, a pesar de que fueron editadas varias veces por separado, conocerían numerosas ediciones conjuntas desde finales del siglo xvii hasta el siglo xix, bajo el título de Primera y segunda parte de la Curia filipica. Vid. su relación en: G. Lohmann Villena, 1961: 159-161. Dicha relación fue retocada y completada por José María Muñoz Planas. Vid. Muñoz Planas, 2001: 1123-1124. En 1999 Ismael Sánchez Bella coordinó una obra donde se incluyó una reproducción facsímil digital de la edición de la Curia Philipica de 1771 [I. Sánchez Bella (comp.), Textos Clásicos de Literatura Jurídica Indiana (I), Madrid, Fundación Histórica Tavera, Digibis, Publicaciones Digitales, 1999 (Colección Clásicos Tavera. Serie II, vol. 15. CD Rom)]. Pero el investigador interesado deberá tener precaución con algunas de las mencionadas ediciones, ya que en el caso de la realizada en Madrid, en 1736, el editor corrigió citas y añadió algunos autores y doctrinas, favorables y contrarias a las expresadas originalmente por Hevia Bolaño. Tal es el caso de Curia philippica, Lima, Antonio Ricardo, 1603 (1.ª ed.). Finalmente existe constancia que el autor realizó un parecer jurídico —inédito hasta la fecha—: “de lo qual a pedimiento de Miguel Ochoa Prior, y Ioan de la Fuente almonte, y Pedro Gonçalez refolio Consules los primeros del Consulado de la ciudad de los Reyes, hize un parecer, que firmaron personas doctas, para dar en razon desto al Marques de Montesclaros Virrey del Piru [...]” (J. Hevia Bolaño, 1617, libro II, cap. 15, n.º 29) (inéd.)].

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Quito, 35, n. 62, Confirmación de oficio: Juan de Hevia Bolaño, 19 de enero de 1596; Escribanía, 923 C Pleitos Audiencia de Quito, 1607; Quito, 10, r. 3., n. 16, Cartas de Audiencia, 20 de abril de 1616; Quito, 10, r. 6, n. 48, Cartas de Audiencia, 27 de abril de 1619.

F. Richter F-Prada (OFM), “Los franciscanos en la evangelización del Perú en los siglos xvi, xvii y xviii (compendio)”, en Anales de la Provincia Franciscana de los Doce Apóstoles de Lima (Perú), 6 (s. f.), págs. 45-50; D. Córdoba Salinas, Vida, virtudes y milagros del Apostol del Perú el Vble. P. Fr. Francisco Solano, de la Orden de menores, sacada de las declaraciones de quinientos testigos que juraron ante los Ilmos. Arzobispos y obispos de Sevilla, Granada, Lima, Córdoba y Málaga y de otras muchas informaciones, Lima, por Geronymo de Contreras, 1630, págs. 180-181; F. A. de Montalvo, El Sol del Nuevo Mundo, Roma, Imprenta de Ángel Bernave, 1683, fol. 95; G. E. de Franckenau, Sacra Themidis Hispanae Arcana, Jurium Legumque Ortus, Progressus, varietates & Observantiam, cum praecipuis Glossarum, Commentariorumque, quibus illustrantur, auctoribus, & Fori Hispani Praxi Hodierna publica luci exponit D. Gerardus Ernestus de Frankenau, S. R. M. Daniae & Norvegia Secretarius, Hannoverae, Apud Nicolaum Foersterum, Anno MDCCIII [1703]; A. de León Pinelo, Epitome de la Bibliotheca oriental, y occidental, nautica, y geografica de Don Antonio de Leon Pinelo, del Consejo de su Mag. en la Casa de la Contratacion de Sevilla, y Coronista Mayor de las Indias; añadido, y enmendado nuevamente, en que se contienen los escritores de Geografia de todos los reynos, y señorios del Mundo, Madrid, Oficina de Francisco Martínez Abad, 1737 (ed. facs., ed. y est. intr. por H. Capel [Sáez], Barcelona, Ediciones de la Universidad, Horacio Capel Sáez, 1982), t. I, col. 769, t. II, col. 1163; G. E. de Franckenau, Sacra Themidis Hispanae Arcana jurium legumque ortus progressus, varietates et observantias, cum praecipuis Glossarum Commentariorumque, quibus illustrantur, auctoribus et Fori Hispani praxi [...] Editio secunda novis accessionibus locupletata a Francisco Cerdano et Rico, Madrid, Antonio Sancha, 1780, sect. V, n.º X; N. Antonio, Bibliotheca Hispana Nova sive Hispanorum Scriptorum qui ab anno MD. AD. MDCLXXXIV. Floruere Notitia. Auctore D. Nicolao Antonio Hispalensi I C. Ordinis S. Iacobi equite, patriae Ecclesiae canonico, Regiorum negotiorum in Urbe & Romana Curia procuratore generali, Consiliario Regio. Nunc Primum Prodit Recognita Emendata Aucta Ab Ipso Auctore. Tomus Primus, Matriti, Apud Joachimum de Ibarra Typographum Regium, MDCCLXXXIII [1783] [ed. facs. Madrid, Visor Libros, 1996 (Biblioteca Filológica Hispana/28)], pág. 710; M. de Mendiburu, Diccionario histórico-biográfico del Perú, t. IV, Lima, 1880, págs. 267-268; M. Fuertes Acevedo, Bosquejo acerca del estado que alcanzó en todas épocas la literatura en Asturias. Seguido de una extensa bibliografía de los escritores asturianos, pról. de A. Muñiz, Badajoz, Tipografía La Industria, 1885, pág. 82; J. T. Medina, La imprenta en Lima, t. I, Santiago de Chile, Impreso y Editado en Casa del Autor, 1904, págs. 147-149; E. 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Miguel Luque Talaván