O’Ryan Vázquez, Tomás. Madrid, 30.III.1821 – 2.VIII.1902. Teniente general de Ingenieros y ministro de la Guerra.
Hijo de Edmundo Tomás O’Ryan, intendente de los Ejércitos nacionales en la provincia de Toledo en 1819, consejero y director de Hacienda Pública (Rentas Cesantes), individuo de la Junta de Aduanas y caballero de la Orden de Carlos III, natural de Thurles (Irlanda), y de María Soledad Vázquez, natural de Lugo.
Estudió Matemáticas con Francisco Travesedo y Dibujo con Vicente López. El 18 de mayo de 1838 su padre solicitó su entrada en el Cuerpo de Ingenieros, en cuya Academia fue admitido el 26 de octubre de 1838, obteniendo el grado de subteniente del Regimiento Provincial de Compostela el 5 de septiembre de 1838. Tras terminar sus estudios en 1842 fue promovido a teniente de ingenieros, disfrutando, por antigüedad de 22 de marzo de 1840, del empleo de teniente de milicias provinciales. El 23 de noviembre de 1842 fue destinado al Ejército de Cataluña, donde actuó como habilitado de las compañías. Tras obtener el puesto de teniente ayudante del 2.º batallón del Regimiento de Ingenieros el 19 de enero de 1843, obtuvo el grado de capitán de Infantería el 24 de septiembre, y un año después fue enviado a la División Expedicionaria de África, pasando a la plaza de Ceuta con cuatro compañías de su cuerpo para formar parte de la expedición proyectada al imperio de Marruecos. Pero al frustrarse la empresa, pasó a incorporarse al resto del Regimiento acantonado en Guadalajara.
Ascendido a capitán, tomó el mando de una Compañía de Minadores, y el 20 de abril de 1846 fue designado para una misión en la Escuela Práctica Regimental de Montpellier (Francia), asistiendo hasta noviembre a clases prácticas relativas a las minas. Gracias al caudal de información que suministró (manuales de zapadores, minadores, pontoneros, litografías, planos, etc.), el 13 de septiembre de 1847 fue nombrado director de la Escuela Práctica de Guadalajara que tuvo lugar del 10 al 16 de octubre, y el 24 de ese mes obtuvo, en recompensa a sus trabajos, el grado de 2.º comandante de Infantería. Continuó desempeñando el servicio del Cuerpo en Madrid y La Granja, y en la Revolución de 26 de marzo de 1848 combatió con una pequeña columna a los insurgentes en las calles de Madrid, tomando, con grandes bajas, las barricadas de la Carrera de San Jerónimo, por lo que recibió la Cruz de San Fernando de 1.ª Clase y el grado de teniente coronel de Infantería. Del 28 de noviembre de 1848 al 18 de marzo de 1850 fue profesor en la Academia de Ingenieros.
Luego pasó a Cuba, donde formó parte, como secretario, de una comisión dirigida por el teniente general Rafael de Arístegui Vélez de Guevara, conde de Mirasol, destinada a estudiar las defensas de la isla. Su desembarco (al que llegó enfermo) coincidió con la expedición filibustera conducida por el general Narciso López, contra la que actuó en funciones de Estado Mayor y con tropas en auxilio de Cárdenas en mayo de 1850. Tras retornar a España en octubre, fue elegido secretario de la Comisión para redactar las conclusiones de los trabajos de inspección desarrollados en Cuba. Elevado poco después el conde de Mirasol al cargo de ministro de la Guerra, O’Ryan quedó a sus órdenes directas en enero de 1851, y obtuvo el empleo de 1.er comandante de Infantería el 6 de febrero de ese año, quedando el 17 de marzo a las órdenes del ministro hasta la terminación de la Comisión acerca de la isla de Cuba.
El 24 de febrero de 1852 quedó a las órdenes del ingeniero general, y poco después fue nombrado secretario de la Junta encargada de informar acerca de los diferentes ramos de la administración y gobierno cubanos. En 27 de marzo de 1852 fue designado miembro de la Comisión que se trasladó a Austria para hacer indagaciones militares sobre el uso de la luz como material de guerra, viaje que aprovechó para visitar las fortificaciones en la frontera con Italia y en el Adriático, y para traducir del alemán varios trabajos importantes de su especialidad. El 3 de julio se le concedió permiso para ir en comisión a Francia, Bélgica, Alemania, Hungría e Italia. Tras suspender su estancia en Austria en abril de 1854 por razones de salud, participó en los acontecimientos militares y políticos de junio-julio de ese año. Retornó al profesorado en la Academia Especial de Ingenieros, y obtuvo el 16 de mayo de 1855 el grado de coronel de Infantería como recompensa por su participación en la Comisión de indagaciones militares en el Imperio Austro-Húngaro.
En julio de 1855 fue agregado al cuartel general francés en la campaña de Crimea, asistiendo con otros compañeros, como el entonces teniente coronel de Artillería José López Domínguez, al sitio de Sebastopol, y concurrió a la batalla de Tchernaïa (16 de agosto), al asalto a la torre de Malakoff (8 de septiembre) y a la toma de la ciudad, tras lo cual se le otorgó el rango de oficial de la Legión de Honor, caballero de la 3.ª clase de la Orden Imperial de Medjidié, Medalla de la Reina de Inglaterra a los Ejércitos de Crimea y el ascenso efectivo a coronel con fecha 11 de abril de 1856, tras un informe favorable del mariscal Pellissier al Gobierno español. Al regresar a España en agosto, se le destinó a las órdenes del ingeniero general para redactar la Memoria de la Guerra de Oriente, y más tarde fue colocado en la Dirección General de Ingenieros.
El 19 de mayo de 1859 se le confió el cometido de estudiar la guerra de Italia con el Ejército sardo. El 15 de junio llegó a Génova, y se incorporó en Rivoltella al Cuartel Real piamontés, con el que concurrió a la toma de Peschiera. Firmado el armisticio, fue condecorado en enero de 1860 por el rey Víctor Manuel II con la Orden de San Mauricio y San Lázaro, y pasó a estudiar, con varios oficiales a sus órdenes, las plazas y establecimientos militares de Cerdeña y la organización del naciente Ejército italiano. Volvió a España justo a tiempo de ser nombrado mayor general de Ingenieros del Ejército de África. El 22 de febrero de 1859 se le destinó a dicha fuerza expedicionaria en clase de mayor general. En la campaña de África resultó herido el 9 de diciembre de 1859 y fue ascendido a brigadier de Infantería el 25 de febrero de 1860. Apenas restablecido, se unió nuevamente al Ejército y participó en el combate de Samsa y en la batalla de Wad-Ras.
De 1860 hasta agosto de 1866 desempeñó sucesivamente los cargos de gobernador militar de Ferrol (27 de septiembre de 1861), Melilla (10 de julio de 1863) y Alicante (14 de marzo de 1864). El 18 de noviembre de 1864 fue nombrado secretario de la Dirección General de Infantería, y en ese cargo tomó parte en los combates que se libraron en Madrid el 22 de junio de 1866. Tras resultar herido por arma de fuego, obtuvo la Cruz del Mérito Militar de 3.ª Clase. El 13 de agosto de 1866 dejó su cargo en la Dirección General de Infantería y solicitó cuatro meses de real licencia para curarse de sus heridas. Sin embargo, el 29 de agosto de 1866 pasó a tomar el mando de una brigada en las Provincias Vascongadas, fijando su residencia en San Sebastián, hasta que el 7 de noviembre fue nombrado secretario de la Junta Consultiva de Guerra. El 29 de agosto de 1867 recibió la orden de mandar una columna hacia Béjar para sofocar una rebelión, manteniéndose en operaciones hasta el 23 de noviembre. El 23 de junio de 1868 se le concedieron tres meses de licencia para tomar baños en Cambo (Francia).
Al producirse la Revolución de septiembre, fue separado del cargo que desempeñaba como secretario de la Junta Consultiva de Guerra, que fue suprimida el 20 de octubre, y quedó en situación de cuartel en Madrid hasta que el 23 de noviembre se le concedió licencia para Francia, donde ingresó en el entorno de la destronada Isabel II. Cuando la destituida Reina le nombró el 1 de mayo de 1870 director de estudios y jefe del Cuarto del Príncipe de Asturias, O’Ryan mandó un escrito el día 21 solicitando un año suplementario de licencia para desempeñar este cometido. Sin embargo, el Gobierno presidido por Prim ordenó el día 25 su retorno a Madrid, orden que O’Ryan se negó a cumplir. Un Consejo de Guerra celebrado en Madrid el 1 de agosto le sentenció en rebeldía a ser despedido del servicio en el Estado Mayor por desobediencia. Aunque el 23 de octubre de 1873 se le dio de alta en el Estado Mayor General del Ejército, una Orden de 24 de noviembre dejó sin efecto su retorno al servicio activo.
Tras acompañar al príncipe Alfonso en sus viajes por Europa, la Restauración le permitió reincorporarse a la milicia el 20 de enero de 1875, en el cuadro de Estado Mayor General de Ejército. El 8 de abril se le concedió el empleo de mariscal de campo, promoviéndosele al año siguiente al grado de teniente general. Como jefe del Estado Mayor General del Ejército del Norte desde el 3 de abril de 1875, preparó las fortificaciones de la línea del Arga y el transporte de fuerzas de Navarra a Miranda. Continuó desempeñando la jefatura del Estado Mayor del Ejército de la Izquierda y del Primer Ejército a pesar de que, por su destacado comportamiento en la batalla de Elgueta (13 de febrero de 1876), obtuvo el 1 de abril el empleo de teniente general. Finalizada la guerra, fue capitán general de Granada (9 de agosto de 1876), 1.er ayudante de campo de Su Majestad el Rey (de 11 de julio de 1877 a 17 de julio de 1879), director general de Administración Militar (18 de diciembre de 1879), capitán general de Castilla la Nueva (3 de marzo de 1880), director general de Infantería en dos ocasiones (del 17 de julio al 18 de diciembre de 1879, y del 2 de julio de 1887 al 14 de junio de 1888), presidente de la Sección Primera de la Junta Consultiva de Guerra (5 de noviembre de 1883), presidente de la Sección Segunda de dicha Junta (9 de diciembre de 1885 y del 20 de enero de 1893 al 6 de abril de 1893) y ministro de la Guerra con Sagasta (del 14 de junio de 1888 al 11 de diciembre de 1888). Fue también director general de la Guardia Civil (13 de diciembre de 1888) e inspector general de la misma (28 de julio de 1889) y presidente de la Junta Superior Consultiva de Guerra (13 de noviembre de 1890). Recibió orden de cumplimentar al presidente de la República Francesa en Pau el 2 de mayo de 1891. Desde el 6 de abril de 1893 quedó en situación de reserva hasta su muerte.
Se casó en febrero de 1867 con Sofía O’Ryan y Payno (viuda). Era miembro de la Sociedad Económica Matritense de Amigos del País desde el 30 de junio de 1861. Entre sus distinciones destacan: Cruz de San Fernando de 1.ª Clase (18 de abril de 1848) por su actuación durante los sucesos revolucionarios de marzo; caballero de Carlos III (21 de marzo de 1852); Orden de Carlos III (21 de enero de 1856) por su estancia en Crimea; Gran Cruz de San Hermenegildo (22 de noviembre de 1859 y 22 de septiembre de 1875 con antigüedad de 3 de marzo de 1873); Gran Cruz de Isabel la Católica (20 de junio de 1865); Cruz del Mérito Militar de 3.ª Clase con distintivo rojo (27 de julio de 1866, efectiva desde el 22 de diciembre por su participación en los sucesos de junio en Madrid) y Gran Cruz del Mérito Miliar (31 de agosto de 1875) y Orden de Medjidié de Turquía y Gran Cruz de la misma (31 de diciembre de 1880).
En 1878 marchó comisionado a Italia para asistir a las honras fúnebres del rey Víctor Manuel, siendo nombrado el 14 de febrero de 1878 caballero Gran Cordón de la Orden de los Santos San Mauricio y San Lázaro. En 1879, coincidiendo con la entrevista de Alfonso XII con el rey de Portugal, fue nombrado el 19 de junio caballero Gran Cruz de la Real Orden Militar Portuguesa de Nuestra Señora de la Concepción de Villaviciosa.
Tomás O’Ryan tradujo numerosas obras del alemán y del inglés, y fue también colaborador de la revista Estudios Militares (1897).
Obras de ~: con F. Coello y Quesada y P. Madoz, Atlas de España y sus posesiones de ultramar. Diccionario geográficoestadístico- histórico. Posesiones de América: Isla de Cuba, Madrid, Camilo Alabern, Leroux, Bacot, 1851-1853; J. Wrumb, Tratado de arquitectura militar, trad. de ~, Madrid, 1856; con A. Villalón, Memoria sobre el viaje militar a la Crimea, presentada por los Oficiales del Cuerpo de Ingenieros nombrados en 1855, para seguir a estudiar las operaciones de la guerra entre Rusia y las potencias occidentales, Francia e Inglaterra, auxiliando a la Turquía, Madrid, Imprenta del Memorial de Ingenieros, 1858, págs. 234-242; Biografía del Sr. D. Antonio Rodríguez y Martínez, general de Brigada del Ejército francés, por un antiguo oficial del Cuerpo de Ingenieros, Madrid, Memorial de Ingenieros, 1876; Fuerza de voluntad y notabilidades modernas, 1877; Guerra de Oriente (1854 a 1856): Conferencias, Madrid, Memorial de Ingenieros, 1886; A. de Boguslawstri, Consecuencias tácticas deducidas de la guerra de 1870-71, trad. de ~, Madrid, Imprenta del Memorial de Ingenieros, 1890; La campaña de 1859, preludio de los acontecimientos de 1866, 1870 y 1871. Traducido del alemán por Tomás O’Ryan y Andrés Villalón, Madrid, Memorial de Artillería, 1898; La luz como material de guerra, s. f. (ms. de 20 págs. en el Archivo Genera Militar, Segovia, exp. personal, carp. 9); Manual del pontonero, s. f.; Memoria sobre la organización de la Escuela teórico-experimental regimental de Ingenieros de Montpellier, s. f.; Descripción de varios hornos de cal y fogatas pedreras, s. f.; Descripción de las letrinas de hiero, usadas en los cuarteles y hospitales militares en Austria, s. f.; Apuntes y consideraciones sobre la guerra francoalemana [por un oficial general ruso], trad. de ~, s. f.; Rüstow, Guerra de Italia en 1859, trad. de ~, s. f.; Barón de Scholl, Determinación de la forma más conveniente de la sección transversal para las galerías de mina, trad. de ~, s. f.; Barón de Seddler, La infantería, la caballería y la artillería alemanas, trad. de ~, s. f.; Barón Mauricio de Sellón, De la defensa nacional en Inglaterra, trad. de ~, s. f.; Cardena de Wideru, Guerra turco-rusa de 1877 a 78, hasta la toma de Plewua, trad. de ~, s. f.; Instrucción del zapador, trad. de ~, s. f.; Instrucción para construir hornos de campaña de 178 raciones en hornada, trad. de ~, s. f.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), exp. 1838; Archivo Histórico Nacional, Estado, Carlos III, exps. 662 y 2325; Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores, Condecoraciones, caja 178.
J. M. Cuenca Toribio y S. Miranda García, El poder y sus hombres. ¿Por quiénes hemos sido gobernados los españoles? (1705-1998), Madrid, Actas, 1998.
Eduardo González Calleja