Montells y Nadal, Francisco de Paula. Barcelona, 22.VII.1813 – c. 1893. Químico.
Con la mirada puesta en el desarrollo tecnológico que a finales del siglo XVIII se imponía en Europa, la Junta de Comercio barcelonesa emprendió varias iniciativas, gracias a las cuales brillaron con luz propia excelentes científicos, como Francisco Carbonell y Bravo (1768- 1837). Profesor de Química Aplicada a las Artes en la escuela auspiciada por la Junta, cuando se trasladó a la Universidad de Barcelona en 1822, fue sustituido por su alumno José Roura (1787-1860). Montells estudió en este centro docente desde 1820 hasta 1833, especializándose en Química Aplicada, en el que trabajó como ayudante de Roura a partir de 1830.
Fundado el Real Conservatorio de Artes de Madrid en la década de 1820, al ampliar sus cátedras a varias ciudades españolas (Real Orden de 4 de noviembre de 1833, Gaceta de Madrid de 5 de noviembre de 1833), necesitó especialistas que impartiesen este tipo de enseñanzas técnicas. Montells obtuvo, por oposición, la plaza de profesor de Química en Granada (nombramiento de 24 de noviembre de 1833), ciudad a la que se trasladó en 1834, cuando sólo tenía veintiún años de edad y una formación química excepcional. Inició su labor con la visita a varias fábricas de la zona, y elaboró una relación del material y de los productos químicos que necesitaría para poner en marcha un laboratorio, elemento imprescindible para la docencia.
Una epidemia de cólera, la Guerra Carlista y problemas económicos con la entidad que subvencionaba la cátedra hicieron que las clases pasaran por importantes dificultades, y que Montells sufriera retrasos en cobrar sus honorarios.
Establecido en Granada, obtuvo el título de bachiller en Filosofía (13 de marzo de 1842), y simultaneó su labor docente con los estudios de Medicina, en los que se graduó como bachiller (2 de octubre de 1842) y como licenciado (7 de enero de 1846). En 1845 entró en vigor el Plan Pidal de Enseñanza que creaba las secciones de Ciencias dentro de las Facultades de Filosofía, y que contemplaba la dotación de cátedras científicas en ellas (Gaceta de Madrid de 25 de septiembre de 1845). Suprimida la plaza que ocupaba, Montells fue trasladado a la Universidad para impartir la misma asignatura con la categoría de catedrático (R. O. de 22 de noviembre de 1845, Gaceta de Madrid de 26 de mayo de 1846), y un año después obtuvo el título de licenciado y de doctor en Filosofía, Sección de Ciencias. La Facultad de Ciencias propiamente dicha no se creó como un centro independiente hasta 1857, con la Ley de Instrucción Pública del ministro Claudio Moyano (Gaceta de Madrid de 10 de septiembre de 1857). Desde la fundación de dicha Facultad en la Universidad de Granada, Montells se dedicó plenamente a ella, en la que actuó como secretario, vicedecano y decano.
En 1848 se presentó a la oposición convocada para cubrir una Cátedra de Química Orgánica en la Universidad de Madrid y fue propuesto para su desempeño, siendo declarado por el Consejo Real de Instrucción Pública “único opositor legal”. No ocupó esta cátedra y continuó en Granada, si bien en 1850 solicitó el traslado a una Cátedra de Química Inorgánica de la Universidad de Madrid que estaba vacante. Dicho traslado no le fue concedido, porque la plaza ya había sido encargada a uno de los dos catedráticos que se encontraban comisionados en París por el Gobierno.
Esta aspiración de desplazarse a la capital del reino se explica porque los catedráticos de la Universidad Central cobraban un sueldo bastante más elevado que los del resto de universidades del Estado.
Montells participó activamente en la vida intelectual andaluza, formando parte de numerosas instituciones; fue socio profesor del Liceo Artístico y Literario de Granada (1840), individuo de la Academia de Filosofía de la Universidad de Granada (17 de enero de 1844), académico profesor de la Sección de Ciencias Médicas de la Academia de Ciencias y Literatura del Liceo de Granada (6 de marzo de 1852), y socio corresponsal de la Sociedad Económica de Huelva (7 de mayo de 1853). Asimismo, por su labor al margen de la Universidad obtuvo varias condecoraciones: comendador de la Orden de Carlos III, caballero de la Real Orden Americana de Isabel la Católica, Cruz y Placa de la Milicia otorgadas por Isabel II, y Cruz de 2.ª Clase de la Orden de Beneficencia por su labor humanitaria totalmente desinteresada en la epidemia de cólera. También fue capitán de la Milicia Nacional Veterana al servicio de la causa liberal, con la que estaba profundamente comprometido.
Hombre de arraigadas creencias religiosas, no dudó en pronunciarse en contra de las injerencias de la Iglesia Católica en las cuestiones de instrucción pública, y consideraba que, en asuntos de educación, lo ideal era la separación Iglesia-Estado. Acogió con grandes esperanzas la Revolución liberal de 1868, año en el que fue nombrado rector de la Universidad de Granada (Decreto de 29 de octubre 1868), siendo el n.º 283 que ocupaba ese cargo, en el que cesó el 5 de julio de 1872.
Accionista de la Institución Libre de Enseñanza en 1876, su concepción del mundo queda perfectamente reflejada en su extensa obra escrita. Consciente del valor de la ciencia como herramienta de progreso, intentó difundirla por todos los medios a su alcance, y creía que debía ser cultivada como base fundamental para el desarrollo de otras disciplinas afines. Preocupado por los más desfavorecidos, opinaba que el Estado debía aumentar el nivel de educación del país, proporcionando una enseñanza primaria obligatoria, gratuita y de calidad a toda la población. Escritor prolífico, abarcó temas de toda índole: métodos para la desinfección, nomenclatura y teorías químicas, diferentes artes industriales (tintura, ceras, porcelana, abonos...), mineralogía y siderurgia, la máquina de vapor, el gas del alumbrado, el agua oxigenada y, por supuesto, el ferrocarril, al que consideraba un instrumento fundamental para el avance del país. También se interesó por las biografías de Guyton de Morveau y de Otto von Guericke, y su Compendio de Física experimental y algunas nociones de Química [...] (1849) fue considerado libro de texto para la segunda enseñanza en 1850 (Gaceta de Madrid de 28 de septiembre de 1850). Excelente profesor, en 1875 tenía que desglosar su clase en dos grupos por el elevado número de alumnos que acudían a ella.
Su vida y obra han sido estudiadas por varios autores, pero a pesar de ello, todavía hoy quedan algunos puntos oscuros en su biografía, como, por ejemplo, el lugar y la fecha exacta de su fallecimiento. Todos los trabajos realizados sobre él indican que al jubilarse se retiró a Barcelona, ciudad en la que murió en 1893, pero ninguno aporta certificación alguna. Se sabe que en 1862 estaba casado, pero que en 1868 y en 1870 se declaraba viudo, y que el 5 de marzo de 1877 ya estaba jubilado. Su hijo, Eugenio de Montells y Ortiz, fue doctor en Medicina, empresario y autor teatral, aunque fue Josefa Prieto Martín quien se declaró “viuda de Francisco de Paula Montells Nadall” al solicitar a la Administración la correspondiente pensión de viudedad y orfandad en 1884 (AGA, Topográfico, 12, 52, CA, 21028). Del cotejo de los apellidos se puede suponer que Montells se casó, al menos, dos veces, pero una cuestión que por el momento queda sin aclarar es cuándo y dónde falleció.
Obras de ~: Discurso que en la apertura de la clase gratuita de Química aplicada a las Artes, verificada en 22 de junio de 1834, y establecida por Real Orden en la ciudad de Granada, bajo la inmediata dirección de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, dijo Don ~, Granada, Imprenta de la Viuda de Moreno e Hijos y Cía., 1834 (también se ha localizado un manuscrito con el mismo título en los Fondos de la Junta de Comercio de Barcelona, JC, Imp. 203/23); Idea sucinta físico-química sobre la infección y desinfección acompañada de la fabricación y propiedades de los cloritos, impropiamente llamados cloruros, Granada, Imprenta de la Viuda de Moreno e Hijos y Cía., 1834; Nomenclatura química arreglada á los conocimientos modernos, Granada, Imprenta de la Viuda de Moreno e Hijos y Cía., 1837; “A las artes industriales”, en La Alhambra, 1, n.º 8 (1839), págs. 122-125; “La utilidad de la tintura”, en La Alhambra, 1, n.º 11 (1839), págs. 127-129; “Producción exótica. Cera vegetal”, en La Alhambra, 2, n.º 18 (1839), pág. 214; “Chiclote.
Producto exótico”, en La Alhambra, 2, n.º 27 (1839), pág. 326; Curso elemental de química aplicada a las artes, dedicado a los representantes de la nación española, t. I, Granada, Imprenta de Benavides, 1840; “Mineralogía. Artículo 1.º. Combustibles fósiles”, en La Alhambra, 3, n.º 3 (1840), págs. 32-34; “Siderurgia. Artículo 1.º. El hierro en su estado natural”, en La Alhambra, 3, n.º 29 (1840), págs. 340-342; “Artículo 2.º. De la extracción del hierro”, en La Alhambra, 3, n.º 31 (1840), págs. 370-372; “Artículo 3.º. De los diferentes métodos puestos en uso para la extracción del hierro”, en La Alhambra, 3 (1840), n.º 32, págs. 379-380, n.º 34, págs. 402- 405, y n.º 35, págs. 415-418; “Porcelana o loza chinesca”, en Manual Tecnológico, 1 (1840) n.º 1, págs. 3-5, n.º 2, págs. 12- 13, n.º 17, págs. 129-131; “Agricultura. Abonos”, en Manual Tecnológico, 1 (1840), n.º 1, págs. 9-11, n.º 2, págs. 19-20; “Nuevo descubrimiento. Modo de comunicar varios colores en el mármol”, en Manual Tecnológico, 1 (1840), n.º 3, pág. 25, n.º 5, págs. 36-37; “Consideraciones científicas sobre los incendios”, en Manual Tecnológico, 1 (1840), n.º 2, págs. 27-29, n.º 4, págs. 34-36; “Máquina de vapor”, en Manual Tecnológico, 1 (1840), n.º 5, págs. 33-34, n.º 7, págs. 50-52, n.º 8, págs. 60-62; “Biografía de Guyton de Morveau”, en Manual Tecnológico, 1, n.º 7 (1840), págs. 49-50; “Alumbrado por el gas llamado proto-carburo hidrogenado”, en Manual Tecnológico, 1, n.º 7 (1840), págs. 52-53; “Minas de plata”, en Manual Tecnológico (1840), n.º 8, págs. 57-60, n.º 9, págs. 65-66, n.º 10, págs. 74-75, n.º 11, págs. 81-84, n.º 23, págs. 200- 201; “Agricultura. El apócimo”, en Manual Tecnológico, 1, n.º 9 (1840), págs. 68-69; “Biografía. Otto von Guerike”, en Manual Tecnológico, 1, n.º 10 (1840), págs. 73-74; “El agua oxigenada”, en Manual Tecnológico, 1 (1840), n.º 12, págs. 89- 90, n.º 16, págs. 121-122; “Mineralogía. Artículo 1.º. Combustibles fósiles”, en Manual Tecnológico, 1, n.º 13 (1840), págs. 97-100; “Artículo 2.º. Clasificación y caracteres especiales de los combustibles fósiles”, en Manual Tecnológico, 1, n.º 14 (1840), págs. 105-107; “Artículo 3.º. Indicación de algunos criaderos de carbón mineral en el reino de Granada”, en Manual Tecnológico, 1, n.º 15 (1840), págs. 113-115; “El mármol”, en Manual Tecnológico, 1, n.º 14 (1840), págs. 109-110; “Conservación de la madera”, en Manual Tecnológico, 1, n.º 16 (1840), págs. 122-123; “Industria. Telas impermeables”, en Manual Tecnológico, 1, n.º 18 (1840), págs. 138-140; “Tintura. Encarnado de Andrinópoli”, en Manual Tecnológico, 1 (1840), n.º 19, págs. 148-149, n.º 20, págs. 155-157, n.º 21, págs. 162-164; “Baños minerales”, en Manual Tecnológico, 1, n.º 19 (1840), págs. 149-150; “El termómetro”, en Manual Tecnológico, 1, n.º 21 (1840), págs. 161-162; “Barnices”, en Manual Tecnológico, 1, n.º 24 (1840), págs. 205-206; “El barniz de copal”, en Manual Tecnológico, 1, n.º 25 (1840), págs. 213-215; “Carbón mineral”, en Manual Tecnológico, 1, n.º 26 (1840), págs. 223-224; “Del espíritu de la nomenclatura”, en La Alhambra, 4, n.º 9 (1841), págs. 102-104; “Alumbrado por el gas”, en La Alhambra, 4, n.º 12 (1841), págs. 141- 143; “Fuentes ascendentes o pozos artesanos”, en La Alhambra, 4, n.º 24 (1841), págs. 277-280; “La Cueva de Píñar”, en La Alhambra, 4, n.º 40 (1841), págs. 469-471; “Reflexiones sobre la exportación de los minerales argentíferos”, en La Alhambra, 4, n.º 42 (1842), págs. 493-496; “Remitido. Minas”, en La Alhambra, 5, n.º 1 (1842), págs. 10-11; Memoria o Estudio geognóstico sobre el criadero de sulfuro de mercurio de la sierra de Bacares, Granada, Imprenta de Benavides, 1844; Curso de Química aplicado a las Artes, t. II, Granada, Imprenta de Benavides, 1845; Oración inaugural que en la solemne apertura de estudios de la Universidad Literaria de Granada verificada el día 1.º de Octubre de 1846 pronunció ~: La educación de los pueblos es la mejor garantía del porvenir, y el áncora de los Estados, Granada, Imprenta de Juan María Puchol, 1846; Nociones elementales de Química. Opúsculo arreglado a los conocimientos modernos, para que sirva de texto a los alumnos del quinto año de Filosofía, Granada, Imprenta de Benavides, 1846; “Botánica. Sulfuraria Carratraquense. Descubrimiento de D. Pablo Prolongo”, en La Esmeralda, 1, n.º 24 (1846), págs. 184-189; Programa de Química General según está prevenido por el reglamento vigente, Granada, Imprenta de Miguel Benavides, 1847; Discurso sobre la Química Orgánica (ms. firmado en Madrid el 9 de abril de 1849, en Archivo General de la Administración Civil del Estado, sección Educación y Ciencia, Caja 16.259); Programa de Química General para los alumnos del año preparatorio de Medicina y Farmacia en el curso de 1851 a 1852 (92 lecciones manuscritas, firmadas en Granada el 1 de octubre de 1852, Archivo General de la Administración Civil del Estado, sección Educación y Ciencia, caja 16.259); Programa de Química Inorgánica en el curso de 1851 a 185 (92 lecciones manuscritas, firmadas en Granada el 1 de octubre de 1852, en Archivo General de la Administración Civil del Estado, sección Educación y Ciencia, caja 16.259); Compendio de Física experimental y algunas nociones de Química arreglado al programa oficial, y según los últimos descubrimientos y teorías de ambas ciencias, Granada, Imprenta de Miguel Benavides, 1849 (2.ª ed., Curso de Física experimental, y nociones de Química, Granada, Imprenta de Astudillo y Garrido, 1854); El Tío Pedro ó el sabio de la aldea: conferencias sobre Franklin, Madrid, Imprenta El Preceptor, 1853; Proyecto para la ejecución de un Ferro-carril, que desde Granada vaya a empalmar con el que se está ejecutando de Málaga a Córdoba, Granada, Imprenta y Librería de D. Francisco Ventura y Sabatel, 1854 (ed. facs. con est. introd. de M. Fernández González, R. Gago Bohórquez y C. González Sevilla, Granada, Universidad, 1993); “Estudios filosóficos. Consideraciones generales acerca del primer origen de los cuerpos vivientes”, en El Álbum Granadino, 1 (1856), n.º 3, págs. 17-18, n.º 4, págs. 25-26, n.º 5, págs. 33-34; “El ferrocarril”, en El Álbum Granadino, 1 (1856), n.º 7, págs. 49- 50, n.º 12, págs. 92-94, n.º 14, pág. 107; “Estudios filosóficos. De los fenómenos físicos, de las fuerzas físicas generales, y de las fuerzas ocultas”, en El Álbum Granadino, 1, n.º 8 (1856), págs. 57-58; “Caminos generales y vecinales”, en El Álbum Granadino, 1, n.º 15 (1856), pág. 113; Discurso inaugural leído el 1.º de octubre de 1860 en la Universidad de Granada por ~: El influjo de las ciencias sobre el carácter distintivo de las sociedades modernas, Granada, Juan María Puchol, 1860; Programa de un curso completo de Química aplicada a las Artes. Primer curso (99 lecciones manuscritas, firmadas en Granada el 20 de diciembre de 1860, en Archivo General de la Administración Civil del Estado, sección Educación y Ciencia, caja 16.259); Programa de un curso completo de Química aplicada a las Artes. Segundo curso (90 lecciones manuscritas, firmadas en Granada el 20 de diciembre de 1860, en AGA, EC, caja 16.259); Un paseo científico por la provincia de Granada, Granada, Sanz, 1864; Proyecto de informe acerca de la dirección más aceptable de una línea férrea, que partiendo de Jabalquinto a Mengíbar pase por Jaén a Granada hasta Almería, Granada, Imprenta Francisco Ventura y Sabatel, 1867; Discurso inaugural leído en la Universidad de Granada el día 1 de octubre de 1868 en la solemne apertura del año académico 1868 a 1869: Contra el materialismo y otras teorías científicas. Historia de la evolución científico-filosófica desde su cuna hasta terminar el siglo XVIII. Contiene además: Datos estadísticos correspondientes al curso académico de 1866 á 1867 de conformidad con los modelos 3.º, 4.º, 5.º, 6.º, 7.º, 8.º y 9º del Reglamento general para la administración y régimen de la instrucción pública, Granada, Imprenta Francisco Ventura y Sabatel, 1868; Principios fundamentales que han servido de guía a pasadas generaciones y son en la actualidad el ansiado faro que enseña al hombre el puerto de salvación: discurso leído en la Universidad Literaria de Granada el día de la solemne apertura del año académico de 1868 a 69. Y Estadística del curso de 1866 a 67, Granada, Universidad, 1868; Algunas observaciones acerca del proyecto de ley de enseñanza, Madrid, Imprenta José M. Ducazcal, 1869; Historia del origen y fundación de la Universidad de Granada, de las que existieron en su distrito, y de los Colegios, Cátedras y Escuelas que de ella dependían, Granada, Imprenta Indalecio Ventura, 1870 (ed. facs., est. introd. de C. Viñes, Granada, Universidad, 2000); Informe que presenta el Excmo. Sr. Ministro de Fomento con arreglo a lo que se previene en la Real Orden de 18 de octubre de 1871, el Doctor ~, Granada, Imprenta Indalecio Ventura, 1872; Proclama al público de Granada y a los hombres honrados de todos los partidos. Granada, 2 de marzo de 1872, s. l., 1872; Influencia del nitrógeno y de sus principales compuestos en el cultivo de las plantas: conferencia agrícola pronunciada el domingo 4 de abril de 1880 por el Dr. D. ~, Madrid, Imprenta de Manuel Ginés Hernández, 1880; Dios, la Naturaleza y la Humanidad. Estudios críticos sobre los principales problemas del materialismo y positivismo experimental para demostrar que entre la Religión Católica y la Ciencia empírica no pueden existir conflictos, por el señor ~; con un prólogo-censura del Dr. D. Buenaventura Ribas y Quintana, Barcelona, Imprenta y Librería Religiosa y Científica del Heredero de D. Pablo Riera, vol. I, 1883, vol. II, 1884.
Fuentes y bibl.: Archivo General de la Administración Civil del Estado, sección Educación y Ciencia, legs. 6531, 6533 y 6535, y Caja 16259; Archivo Histórico de la Universidad de Granada, legs. 667-69, 733-96 y 1342-71.
M. Ovilo y Otero, Manual de Biografía y de bibliografía de los escritores españoles del siglo XIX, t. II, París, Librería de Rosa y Bouret, 1859, págs. 82-85; E. Maffei y R. Rúa Figueroa, Apuntes para una biblioteca española de libros, folletos y artículos, impresos y manuscritos, relativos al conocimiento y explotación de las riquezas minerales, vol. II, Madrid, Imprenta J. M. Lapuente, 1871, pág. 481; Institución Libre de Enseñanza, Estatutos de la Institución Libre de Enseñanza, aprobados interinamente por la Junta General de Suscriptores el día 31 de mayo y autorizados por Real Orden de 16 de agosto de 1876 (http://www.ensayistas.org/critica/generales/krausismo/textos/ estatutos-ILE.htm); L. Martínez Reguera, Bibliografía Hidrológico-médica Española, Madrid, Imprenta y Fundición de M. Tello, 1892-1897, págs. 444-445 y 448; M. Peset y J. L. Peset, Gregorio Mayans, y la reforma universitaria: Idea del nuevo método que se puede practicar en la enseñanza de las universidades de España. 1 de abril de 1767, vol. II, Universidad española tradicional, Valencia, Publicaciones del Ayuntamiento de Oliva, 1975, págs. 30 y 50; J. Vernet Ginés, Historia de la Ciencia Española, Madrid, Instituto de España, Cátedra Alfonso X el Sabio, 1975, págs. 217 y 247; M. Fernández González y R. Gago Bohórquez, “La medicina en la obra científica de Francisco de Paula Montells y Nadal (1813- 1893)”, en Asclepio, vol. 32 (1980), págs. 151-159; I. Pellón González, La recepción de la Teoría Atómica Química en la España del siglo XIX, Leioa (Vizcaya), Universidad del País Vasco (UPV/EHU), 1998, págs. 106-128, 174-176, 191-192, 200- 208, 215-216, 333, 390-391; J. M. Cano Pavón, “Las cátedras granadinas del Conservatorio de Artes (1833-1845)”, en Dynamis, vol. 23 (2003), págs 245-267; A. Palau y Dulcet, Manual del librero hispano-americano, s. l., Ollero y Ramos, 2004, pág. 92 (reimpr. de 1.ª ed. de 1923-1927); M. Castillo Martos, A. Valiente Romero y C. Gutiérrez Álvarez, “La Historia”, en M. Castillo Martos (coord.), Historia de los Estudios e Investigación en Ciencias en la Universidad de Sevilla, Sevilla, Universidad, 2005, pág. 66; M. Villena, “Registro de las Armas de Don Gonzalo Manuel de Villena y Montells”, Madrid, Sociedad Heráldica Española, 20 de marzo de 2005, en http://www.manueldevillena.org/pn_nuevo/modules/ppm/ PDF/ARMAS%20de%20GONZALO.pdf; C. Jiménez Artacho et al., “La distribución geográfica de los seres vivos en los libros de texto de historia natural de la segunda mitad del siglo XIX”, en Antilia, Revista Española de Historia de las Ciencias de la Naturaleza y de la Tecnología, vol. V (2006), en http:// www.ucm.es/info/antilia/revista/vol5-sp/ant5-1-sp.htm; F. Peset, La matrícula universitaria de México durante el siglo XVIII, en http://www.google.es/search?q=%22Montells+y+Nadal%2 2&hl=es&start=20&sa=N.
Inés Pellón González