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Julio del Val y Colomé

Biografía

Val y Colomé, Julio del. Villaverde de Peñahorada (Burgos), 12.IV.1878 – Madrid, 1963. Pintor.

Nació el 12 de abril de 1878 en Villaverde de Peñahorada (Burgos). Era el mayor de cuatro hermanos: María, Jacinta y Fausto. Hijo de Cristóbal del Val, natural de Villalval (Burgos), de profesión sobresante, y de Joaquina Colomé, natural de Barcelona. Nació a las seis de la mañana en el domicilio familiar, sito en la calle Santiago, número 6 de Villlaverde de Peñahorada.

Realiza sus primeros estudios en Burgos, al haberse trasladado su padre a la capital por cuestiones de trabajo.

En 1891 ingresa en la Academia de Dibujo de Burgos, compaginando los estudios con el trabajo de aprendiz de delineante, y con el estudio de pintura en el estudio de Marceliano Santamaría, del que encontramos una marcada influencia en sus primeras obras.

Permaneció en la Academia hasta 1895. Durante los cuatro años que permaneció en esta institución se distinguió pronto por su trabajo y habilidad como dibujante, puesto que en 1891 consiguió el premio de la clase de Principios, en el curso 1892-93 el premio de la clase de Modelo y el Premio de honor en el curso de 1893-94.

Gracias a una pensión de la Diputación de Burgos continuó sus estudios en la Escuela de Pintura, Escultura y Grabado de Madrid entre 1895 y 1906, siendo alumno de Anglada Camarasa.

Es precisamente durante el tiempo que estudió en Madrid, cuando el ayuntamiento de Medina de Pomar (Burgos) le encarga la decoración del Salón de Plenos del ayuntamiento burgalés. El motivo que aduce el presidente dela corporación en el acta del Pleno del ayuntamiento de 18 de octubre de 1899 era que había sido “premiado en varias exposiciones”. El joven pintor aceptó el encargo presentando el boceto para la decoración del techo consistente en tres lienzos que mostrasen la justicia y las dos fundaciones benéficas más importantes de Medina de Pomar, la fundación de D. Agustín Villota y la de D. Pedro Fernández de Velasco. La obra estaba terminada a finales del verano de 1900 y es precisamente a comienzos de septiembre cuando recibe el encargo de realizar las pinturas murales de las paredes del salón, mediante la técnica del temple, mientras que las pinturas del techo son al óleo sobre lienzo, simulando que son pinturas al fresco. Son estas pinturas al temple, de más rápida ejecución, donde intuimos reminiscencias de su aprendizaje con Marceliano Santamaría, en ellas encontramos temas como una mujer cosiendo, una segadora descansando, una pescadora con cesto, unos segadores, un pastor y unos paisajes con cisnes, otros con lirios y otro con cisnes.

En la línea de este trabajo se encuentran las pinturas murales del techo del gran salón del Casino Círculo de Amistad de Numancia, encargadas en 1901 por la Junta directiva de este casino recreativo de Soria. Al igual que en el caso de Medina de Pomar, optó el artista por la representación alegórica del heroísmo de Numancia, el Amor, la Ciencia y la Enseñanza.

Terminados sus estudios en Madrid, solicitó una beca de ampliación de estudios a la Diputación de Burgos para continuar su aprendizaje en Roma. Le costó un poco conseguirla, pues en 1906 le fue denegada por no haber justificado el artista su falta de medios económicos y dos años después por falta de fondos por parte dela Diputación. Participó en las Exposiciones Nacionales de 1899 –con el cuadro Exploración-, a la exposición de 1901 presentó Para vestir santos y Autorretrato; Cabeza de estudio y un retrato a la de 1904, en las que obtuvo mención honorífica, en 1906 presentó su lienzo La siembra en Castilla. Terminó cosechando una tercera medalla en la Exposición de 1908, con su lienzo El lagarejo, que intentó que fuera comprada con el ayuntamiento de Burgos.

En 1907 había participado en la Exposición Internacional de Bellas Artes de Barcelona de 1907, con un Autorretrato.

Finalmente, en 1910 le fue concedida una beca –dotada con 3.000 pesetas anuales- para estudiar durante tres años en París y Roma. De este año es su obra Ranto y Eropción de la novela de Blasco Ibáñez Sonnica la cortesana y Retrato de señora. El primer año de la pensión lo pasó en París, donde estudió con Henry Marlière, profesor de la Academia Internacional de Pintura, donde coincidió con el pintor burgalés Javier Cortés. Marlière consideraba a Julio un buen alumno, tal y como manifiesta en los certificados que le emite, en los que califica de “muy brillantes” los resultados obtenidos por el joven pintor. A comienzos de diciembre de 1911 se trasladó a Roma, donde fue discípulo de Federico Francavillo, profesor de la Academia de Bellas Artes de Roma. Francadillo le aconsejó que realizara copias de los grandes maestros en los museos romanos. Esta es la procedencia de la copia de un Rivera, propiedad de la Diputación de Burgos. En Roma pintó un lienzo, cuyo tema desconocemos, para una exposición en Londres y el titulado Diana y Acteón para la exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid de 1912. Para asistir a la exposición se trasladó por un corto periodo de tiempo a Navalcaballo (Soria), donde aprovechó para pintar algunos lienzos. Volvió a París en noviembre, donde prosiguió su beca bajo la dirección de Henri Merlière.

Una vez finalizada la pensión, solicitó una prórroga para continuar su estancia en París, pero le fue denegada, puesto que la duración máxima de las pensiones de la Diputación era de tres años, el tiempo que Julio del Val ya había agotado.

Desde su vuelta de París, se presentó a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de Madrid en 1915 – con el lienzo La adoración de los pastores-, 1917 –con la obra titulada El bocadillo- y 1920, con un retrato. En 1929 participó en la exposición Internacional de Barcelona de 1929 con el lienzo titulado El rebollo, pintado en 1920 en Segovia. Al ser rechazadas sus obras por el jurado de la exposición Nacional de Bellas Artes de 1930, decidió, junto a otros expositores rehusados como él, mostrar sus creaciones en una sala que les brindó el Diario Universal de Madrid, que publicó algunos artículos sobre la muestra. Poco más sabemos de su vida a partir de los años treinta, salvo que se presentó a las Exposiciones Nacionales de 1942 – con la obra titulada Vistiendo a la Virgen-, 1943 – con los lienzos El gazpacho y Bodegón y a la de 1945 con la obra Viejos castellanos.

Es habitual también encontrar su nombre en los Salones de Otoño, puesto que participó en los de 1922 –con El santero y Jardín-, 1927 con Modista de principios de siglo, 1928 con el retrato de la señorita M. Ferrero, 1929 con Ranto y Eropción, 1930 con El poeta y retrato de la señorita E.C., en el de 1942 con Bebedor, Jardín de monasterio y ¿Volverá?, siendo 1952 el último año en el que muestra sus obras, presentando en esta ocasión un retrato.

También se había presentado a certámenes internacionales, obteniendo medalla de plata en la exposición franco española de Zaragoza de 1908, medalla de plata en la Internacional de Buenos Aires de 1910 y de oro en la Universal de Panamá en 1916.

Tras la muerte del pintor en Madrid en 1963, el ayuntamiento de Burgos organizó una exposición antológica del pintor en la Sala de Exposiciones de la Torre de Santa María.

El museo del Prado conserva en sus fondos el lienzo Juego de bolos en Rubena -que se conserva en depósito en la Embajada de España en Bélgica-, que sitúa al pintor en la línea de la pintura de corte regionalista que caracterizó casi toda su producción, con especial atención a los temas de carácter festivo popular, temática que también distingue a otros lienzos como El santero o El rebollo.

La mayoría de sus obras son de temática literaria, en ocasiones de inspiración mitstico.﷽﷽﷽﷽ un nuevo rumbo plist´la primera mitad del XX, donde las vanguardias histardológica, paisajes, retratos, y alguna pintura religiosa, aunque, como ya hemos comentado, la mayoría de sus obras se caracterizan por ese gusto regionalista más propio de finales del siglo XIX que de la primera mitad del XX, donde las vanguardias históricas habían marcado un nuevo rumbo plástico, destacando sobre todo los temas relacionados con las romerías, muy del gusto del público.

Sin embargo, podemos intuir el cambio de rumbo plástico a finales de la década de los cuarenta, a juzgar por alguna de las obras que conocemos de temática taurina, como el lienzo titulado Suerte de varas, fechado en 1948, en el que la luz más mediterránea y la pincelada suelta, acerca esta obra a Iturrino.

 

Obras de ~: Exploración (1899); Autorretrato (1901); Para vestir santos (1901); Cabeza de estudio (1904); El lagarejo (1908); Adoración de los pastores (1915); El bocadillo (1917), El rebollo (1920); El santero y el jardín (1922); Embrujamiento y ruinas de Arlanza (1925); Modista principios de siglo (1927); Retrato de Señorita (1928); El poeta (1930); Retrato de señora (1930).

 

Bibl.: B. Pantorba, Historia y crítica de las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes celebradas en España, Madrid, Jesús Ramón García-Rama, 1980, pág. 491; A. C. Ibáñez Pérez, Historia de la Academia de Dibujo de Burgos, Burgos, 1982, pág. 236; VV. AA., Diccionario de pintores y escultores del siglo XX, Madrid, 1992, pág. 4317; VV.AA., Cien años de pintura en España y Portugal, Antiquaria, Madrid, 1988, t. XI, págs. 132-133; Artistas burgaleses en las Exposiciones Nacionales, 1856-1968, cat. exp., Burgos, Cámara Oficial de Comercio e Industria, 2002, págs. 115-121.

 

Esther López Sobrado