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Juan Setién Güemes

Biografía

Setién Güemes, Juan de. Carriazo (Cantabria), m. s. xvii – 1703. Maestro de cantería.

Vecino y natural de Carriazo, llegó a ocupar la maestría mayor de la Catedral de Salamanca durante treinta y siete años (1667-1703) y la de Segovia los tres últimos de su vida. Maestro bilingüe, es capaz de construir en gótico y en barroco. Fue importante su labor como formador, ya que en 1670-1671 se le encomienda la enseñanza de la arquitectura a Simón García, conocido por el Compendio de arquitectura y simetría de los templos, y a su sobrino Pantaleón del Pontón Setién, su continuador al frente de las obras catedralicias.

Su primera aparición documental es en 1665 en Salamanca, adonde acudió con Francisco Viadero, maestro de la Catedral de Segovia —de quien sería aparejador—, pues el Cabildo buscaba maestro. En 1667 se le brinda ser maestro menor o segundo en Salamanca, si bien al año siguiente asciende de categoría. Su tarea consistiría en proseguir la obra del crucero y cabecera de la catedral. En 1673 acabó el crucero sur e inició las tareas en el crucero norte, para las que Setién siguió los primitivos diseños del siglo xvi. En 1679-1680 realiza la nueva fachada de la Catedral Vieja, con algunas herencias del clasicismo, aunque demasiado plana. La obra de la Catedral Nueva permanece prácticamente parada entre 1691 y 1698, momento de acometer las bóvedas, que era lo más dificultoso, por lo que se le encarga un memorial y se convoca una junta de maestros.

En 1703 abandona definitivamente la obra, dejando preparada la sucesión en su sobrino, Pantaleón del Pontón Setién, pero en 1704 la obra quedó parada a la altura de las ventanas.

Como maestro de la catedral atendía otras obras menores del Cabildo o de la diócesis. Hacía tasaciones y reparos de casas o atendía reparaciones de iglesias (Forfoleda, 1670; Valero, 1673; Aldeanueva de Figueroa, 1694).

Debido al prestigio adquirido como maestro de la catedral, acapara la mayor parte de las obras importantes de la ciudad, sobre todo entre 1670 y 1690. En 1670 sustituye como maestro mayor del Convento de Agustinas de Monterrey a Juan García de Haro, trabajando hasta su finalización en 1685, siempre como supervisor. Bajo su dirección se hace un paredón que rodea el conjunto y otras obras en el interior de la iglesia (capilla de las Reliquias, escalera de caracol, arcos, coro, cornisa), según las condiciones de fray Lorenzo de San Nicolás, con ligeras modificaciones. En 1671 había realizado el sepulcro del conde de Francos, Francisco Ramos del Manzano, en la iglesia de San Julián, abierto en arcosolio, con mármoles y jaspes. En 1673 se obligaba a hacer la iglesia de la Vera Cruz del desaparecido Convento de Mercedarios de Salamanca. En 1675 trabajaba en la hospedería del desaparecido Colegio de Oviedo. En 1677 hace las trazas y condiciones de la iglesia del convento de San Basilio en Salamanca, también desaparecida. El mismo año inicia la obra de la nueva hospedería del Colegio Fonseca, que abandona al poco tiempo; tras un desplome, en 1693 se vuelve a contratar con él la reedificación. Es un edificio de carácter funcional, en torno a un patio rectangular edificado en dos alturas en tres de sus lados.

Otra de las obras más importantes cuya construcción dirige desde 1682 hasta su muerte es el Colegio de la Compañía de Jesús en Salamanca, en el que realizará el nuevo atrio de la iglesia según sus propias trazas.

También lleva a cabo el pórtico del lienzo paralelo al atrio y el tránsito entre el claustro y la iglesia. Construyó seguramente el claustro secundario o de la comunidad, así como el claustro principal o de los estudios, uno de cuyos lienzos inicia en 1687. Lleva cinco arcos por panda y columnas de orden gigante sobre altos pedestales, adornado todo con placas recortadas.

En 1683, a petición del obispo Fr. Pedro de Salazar, revisó las ruinas de la ermita de Nuestra Señora de Valdejimena e hizo trazas para la iglesia con su capilla- camarín, aunque él no llega a ejecutarlo.

En 1690 se ocupa de la reedificación de la desaparecida iglesia conventual de San Bernardo en Salamanca, que se dedicó en 1697.

Trabaja en otras obras fuera de Salamanca, fundamentalmente en Zamora, Madrid y Segovia. En 1674 hace trazas y comienza la capilla sepulcral de Gabriel López de León en la iglesia de San Pedro y San Ildefonso de Zamora. En 1681 presenta trazas para la desaparecida iglesia de San Francisco de Benavente, patronato del conde-duque de esta villa, que quería convertirla en su panteón. La fachada principal era de gran simplicidad, con espadañas, frontón y bolas, mientras al interior llevaba decoración con placas recortadas de evocación manierista.

En 1684 trabajaba en el desaparecido Monasterio de Valparaíso de la orden de San Bernardo, con su primo Fernando de Setién Güemes, asistente suyo en las obras de cantería que tenía en las ciudades de Salamanca, Zamora y otras partes.

Actúa también en Madrid. En el invierno de 1681- 1682 aparece realizando un puente de madera para sustituir al arruinado puente de Toledo. En 1682 se aprobaría la traza presentada por José del Olmo, maestro mayor de la villa de Madrid, en la que Setién y José Arroyo introducen algunas mejoras. Participa en la construcción desde este mismo año, siendo llamado de nuevo en el verano de 1687, a pesar de las quejas reiteradas al rey por incumplimiento en el pago.

Por último y de manera sorprendente, en plena decrepitud física, asume la dirección de las obras de la Catedral de Segovia en 1699, comprometiéndose a levantar la cúpula de la capilla Ayala Berganza conforme a la traza dada por José de Churriguera, un excelente ejemplo de barroco castellano, con la que se cierra el perímetro de la catedral. Únicamente llegó a rematar las pechinas, pues ya en 1702 su sobrino, Pantaleón del Pontón Setién, le sustituía en el cargo.

 

Obras de ~: Catedral, Segovia, 1665-1666, 1699-1702; Catedral, Salamanca, 1665-1703; iglesia y convento de Agustinas, Salamanca, 1670-1685; sepulcro de Francisco Ramos del Manzano, conde de Francos, San Julián, Salamanca, 1671; iglesia de la Vera Cruz, convento de Mercedarios, Salamanca, 1673; capilla sepulcral de Gabriel López de León, San Pedro y San Ildefonso, Zamora, 1674; hospedería del Colegio de Oviedo, Salamanca, 1675; iglesia de los Basilios, Salamanca, 1677; hospedería del Colegio Fonseca, Salamanca, 1677, 1693; con A. Carasa, J. Tejedor Lozano y F. Cassuso, iglesia de San Francisco, Benavente (Zamora), 1681; puente de Toledo, Madrid, 1681-1687; Colegio de la Compañía de Jesús, Salamanca, 1682-1703; Nuestra Señora de Valdejimena, Horcajo Medianero (Salamanca), 1683; con F. de Setién Güemes, monasterio de Valparaíso, Zamora, 1684; torre de la iglesia parroquial, Aldeanueva de Figueroa (Salamanca), 1694.

 

Bibl.: F. Chueca Goitia, La Catedral Nueva de Salamanca, Salamanca, Universidad, 1951; J. Sánchez Vaquero, Nuestra Señora de Valdejimena, Salamanca, Centro de Estudios Salmantinos, 1958; A. Benito Durán, “Los monjes basilios en la Universidad de Salamanca”, en Miscelánea Comillas, 46 (1966), págs. 217-218; M. C. Pescador del Hoyo, “Fraude en el puente de Toledo (1673-1680)”, en Anales del Instituto de Estudios Madrileños, VI (1970), págs. 108-111; V. Tovar Martín, “Proyectos para la iglesia del convento de San Francisco de la villa de Benavente”, en Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología, XLII (1976), págs. 463-469; M. Sendín Calabuig, El Colegio Mayor del arzobispo Fonseca en Salamanca, Salamanca, Universidad, 1977; A. Madruga Real, Arquitectura barroca salmantina: las Agustinas de Monterrey, Salamanca, Centro de Estudios Salmantinos, 1983; A. Rodríguez Gutiérrez de Ceballos, Estudios del barroco salmantino, Salamanca, Centro de Estudios Salmantinos, 1985; J. Urrea, “La capilla de D. Gabriel López de León en la iglesia de San Pedro de Zamora”, en Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología, LI (1985), págs. 500-507; A. Rodríguez Gutiérrez de Ceballos y A. Casaseca, “Escultores y ensambladores salmantinos de la segunda mitad del siglo xvii”, en Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología, LII (1986), págs. 321-342; M. C. González, M. A. Aramburu-Zabala; B. Alonso y J. J. Polo, Artistas cántabros de la Edad Moderna, Salamanca, Institución Mazarrasa- Universidad de Cantabria, 1991; M.ª J. Hernández Martín, Capillas camarín de la provincia de Salamanca, Salamanca, Diputación, 1991; M.ª N. Rupérez Almajano, “José Benito de Churriguera en Salamanca (1692-1699)”, en Anuario del Departamento de Historia y Teoría del Arte (UAM) IX-X (1997-1998), págs. 211-229; “Anotaciones sobre la vida y obra del arquitecto Simón García”, en Archivo Español de Arte, 281 (1998), págs. 68-75; A. Cagigas, M. A. Aramburu-Zabala y L. Escallada, Los maestros canteros de Ribamontán, Santander, Ayuntamientos de Ribamontán al Mar y Ribamontán al Monte, 2001; J. A. Ruiz Hernando, “La Catedral de Segovia en el Barroco” y A. Castro Santamaría, “La Catedral de Salamanca bajo la maestría de Juan de Setién Güemes (1667- 1703)”, en Las Catedrales españolas del Barroco a los Historicismos, Murcia, Universidad, 2003, págs. 213-246 y 467-489.

 

Ana Castro Santamaría

 

 

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