Zapata Ferrer, Juan. Rubielos de Mora (Teruel), 24.XI.1657 – Soria, 12.XI.1710. Pintor, licenciado y clérigo.
Pintor barroco, desarrolló la mayor parte de su producción artística en Soria. Destacó en la pintura mural al fresco. Fue licenciado y ejerció el sacerdocio. Se dice que fue discípulo de Lucas Jordán y de Antonio Asciclo Palomino, influencia que se percibe en su pintura mural. En el resto de su obra se advierten claras reminiscencias de las escuelas italianas del Renacimiento y del manierismo, así como referencias evidentes a la pintura barroca del siglo XVII.
Erróneamente conocido con el nombre de Antonio y natural de Soria, en realidad se llamaba Juan y era aragonés. Hijo primogénito del segundo matrimonio del pintor, dorador y escultor aragonés Vicente Zapata con Emerenciana Ferrer, nació en Rubielos de Mora (Teruel), donde fue bautizado en la colegiata de Santa María la Mayor, el 24 de noviembre de 1657, con el nombre de Juan Clemente (el segundo nombre no figura en la documentación ni es usado en su firma).
Juan Zapata y Ferrer constituye la tercera generación de una saga de profesionales vinculados a las bellas artes. Su abuelo, de quien heredaría el nombre, fue el pintor y dorador Juan Zapata, natural de Utiel (Valencia). Tras su paso por tierras castellonenses, el patriarca de esta dinastía de artistas se traslada a Aragón, primero a Ejulbe y después a Rubielos de Mora. En esta localidad turolense establece un próspero taller con su hijo Vicente, desarrollando una amplia actividad artística en la colegiata de Santa María ya a partir de 1621. Juan Zapata (el viejo) fallece en esa población el 22 de septiembre de 1650. Tras su óbito, su hijo Vicente continúa con el negocio familiar hasta su fallecimiento en Deza (Soria), el 11 de octubre de 1685. A dicha localidad soriana, fronteriza con Aragón, se había trasladado el maestro hacia 1680 para hacerse cargo del dorado del retablo mayor de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción.
Suponemos que la primera formación del joven Juan Zapata (Ferrer) en el arte pictórico se desenvuelve en el entorno familiar. En 1673, a una edad precoz, ya se le documenta como maestro dorador de Calatayud, ocupado, junto con el maestro bilbilitano Próspero Florén, en el dorado del tabernáculo del retablo mayor del Santuario de
No se vuelve a tener noticias del pintor hasta 1699, año en el que, según el abad Gómez de Santa Cruz, estaría en la ciudad de Soria dirigiendo algunos trabajos de construcción en la ermita de San Saturio. En julio de 1700 su nombre figura en las actas de la colegiata de San Pedro, colaborando con el escultor Domingo Romero en la confección de una traza para una nueva fachada que se proyectaba construir en el templo soriano. Fija su vivienda taller en la calle Real en régimen de alquiler, casa que comparte con su sobrina María hasta que esta contrae matrimonio, en 1703, con su discípulo y ayudante el pintor Fernando de la Vega, cuñado del maestro Francisco Martínez del Villar, arquitecto y escultor soriano.
Entre 1700 y 1703, año de la contratación de su obra más emblemática y de mayor envergadura, los frescos de la ermita de San Saturio, atiende varios encargos. Es muy probable que uno de sus primeros trabajos sea el de pintar los nuevos lienzos del retablo de San Millán (hoy de San Saturio) de la colegiata de San Pedro, así como las tablas de la predela. En 1701 pinta los tres lienzos del cascarón del retablo de San Gil de Atienza (Guadalajara), hoy en la iglesia de Almadrones (Guadalajara), en cuyo paño central se representa
Entre 1703 y 1704 acomete la decoración pictórica al fresco de la capilla de la ermita de San Saturio, con escenas alusivas a la vida eremítica y episodios de la vida del santo patrón. Con toda seguridad, es también el autor de la decoración mural al fresco del camarín de la Virgen en la iglesia del antiguo convento de la Merced, obra recientemente restaurada y ejecutada en una fecha imprecisa entre 1700 y 1710.
Las pinturas murales de la ermita del patrón de Soria debieron de proporcionar al pintor cierto prestigio, ya que, en 1704, es requerido en la catedral de El Burgo de Osma para pintar los lienzos de los dos colaterales de la girola: San Pedro y San Pablo y San Juan Bautista. En este último cuadro reitera, con ligeras variaciones, el tema de
El ayuntamiento de Aranda de Duero (Burgos) es propietario de un lienzo firmado del pintor,
La Biblioteca Nacional de España conserva un boceto atribuido al pintor titulado “Asunto de la Antigüedad” (¿acaso “David lamentándose al presentarle la cabeza de Isboset”?), que perteneció a la colección del pintor decimonónico Manuel Castellano. Otras obras se han atribuido al autor de los frescos de San Saturio, algunas en paradero desconocido y otras repartidas en distintos templos de la provincia, así como en la ciudad de Soria, que reflejan el estilo del artista.
Fue cura presbítero de la iglesia parroquial de Santa María de Barnuevo los dos últimos años de su vida. Fallece en Soria el 12 de noviembre de 1710. Es enterrado el día 13 en la sepultura de los frailes en la sacristía de la iglesia del convento de los mercedarios, según sus propios deseos. En su lecho de muerte otorgó testamento y, tras su óbito, se procedió al inventario de sus bienes.
Obras de ~: dorado del tabernáculo del retablo mayor del Santuario de
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Joaquina Gutiérrez Peña