Güell y Bacigalupi, Eusebio. Conde de Güell (I).Barcelona, 15.XII.1846 – 9.VII.1918. Industrial, mecenas y publicista.
Prototipo de la burguesía ilustrada que se implicó en la vida económica capitalista y en toda suerte de actividades con proyección cultural y ciudadana. Era hijo de Juan Güell y Ferrer, y estudió Derecho, Ciencias Sociales, Economía Política, Física y Química, y Mecánica, en Barcelona, Nîmes, París e Inglaterra. El 29 de noviembre de 1871 contrajo matrimonio con Isabel López y Bru, hija de Antonio López y López, 1.er marqués de Comillas, de cuya unión nacieron diez hijos.
Continuador de las empresas de su padre —aunque éste hubiera preferido que no se involucrara en unas actividades cuya vertiente social presentaba facetas de riesgo— cerró la fábrica de El Vapor Vell (Sants, Barcelona) que su padre había creado en 1840, construyendo en 1891 la Colonia Güell en Santa Coloma de Cervelló, en los terrenos que aquél había adquirido y donde asimismo había sido trasladada la fábrica que tenía Ferrán Alsina en Roda de Ter. Alsina había llevado a cabo unos ensayos para la fabricación de terciopelo o pana de algodón con dibujos y Eusebio Güell le había comprado en 1883 la correspondiente patente, que era de 1881. Este establecimiento comenzó siendo una fábrica de panas que Eusebio Güell —interesado por la producción de dicho artículo— puso en marcha asociándose con el anterior.
Igualmente fue promotor de la Compañía General de Asfaltos y Portland (ASLAND), cuyas fábricas del Clot del Moro (Pobla de Lillet, 1901) y Montcada i Reixac (1917), ambas en la provincia de Barcelona, fueron las primeras que produjeron cemento portland en Cataluña.
Fue también consejero en las empresas de la familia de su esposa: Banco Hispano-Colonial, Compañía General de Tabacos de Filipinas, Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España, Crédito Mercantil, Compañía Trasatlántica, Banco Vitalicio de España, Sociedad Hullera y Carbonera Española, Ferrocarriles de Barcelona a Francia, La Previsión Compañía de Seguros (dirigiendo su fusión con el Banco Vitalicio de Cataluña, para fundar el Banco Vitalicio de España, más tarde Vitalicio Seguros), Minas del Rif y Banca López Bru. Participó, asimismo, en otras muchas y diversas actuaciones, entre ellas en el Comité de la Exposición de Industrias Eléctricas, en el Canal del Llobregat y en la Junta del Patronato de la Universidad Industrial. Aficionado a la agricultura, desarrolló una industria vinícola en su extensa propiedad de Garraf (Barcelona) y en las montañas de Prades (en los viñedos del Comellar de la Pena).
Efectuó alguna incursión en trabajos científicos, exponiendo una teoría microbiológica en L’inmunité par les leucomaïnes (1886). En dicho trabajo pasó revista a las teorías formuladas para explicar el principio en virtud del cual actúan las vacunas y desarrolló una teoría de la inmunidad. Habida cuenta de que se da indiferentemente el nombre de tomaínas a las bases orgánicas obtenidas de las materias albuminoides sometidas a putrefacción, así como a las que pueden extraerse de los tejidos humanos o de animales vivos, y que se producen durante la vida normal, Güell propuso, a causa de este doble origen, dar a estas bases el nombre de leucomaínas. Estas sustancias se encuentran en los organismos que poseen inmunidad, o por haber superado una enfermedad o por haber sido vacunados. La vacuna debe consistir en la introducción en el organismo de las leucomaínas del microbio que produce la enfermedad que se quiso prevenir. Güell creía que pueden encontrarse las leucomaínas como causa de la inmunidad en todos los sistemas de vacunación conocidos. Aplicando su teoría consideró el papel de las leucomaínas en el proceso de habituación a los venenos. La publicación de sus investigaciones suscitó numerosas críticas en diarios, revistas e instituciones académicas, teniendo una segunda edición francesa y editándose también en inglés.
Fue concejal del Ayuntamiento de Barcelona (1875), secretario de la Diputación (1877), diputado por esta provincia (1878) y senador. Mantuvo siempre cierta actividad política en la línea del regionalismo moderado, que compatibilizó con su proximidad a la realeza. Propulsor de la cultura catalana, presidió en mayo de 1900 los Juegos Florales de Barcelona, en los que leyó un discurso sobre lenguas románicas. En dicho trabajo y siguiendo la tarea iniciada por Balari y Jovany, señaló las analogías existentes entre la lengua catalana y la rética (hablada en los altos valles alpinos), aportando nuevos y notables elementos de estudio encaminados a fijar el verdadero origen de las lenguas neolatinas. También estudió la posibilidad de utilizar un manantial que brotaba en una finca de su propiedad en Garraf (Barcelona) para abastecer de agua a la capital catalana, y presentó el correspondiente proyecto al concurso convocado por el Ayuntamiento de la ciudad en 1896. Fundó y presidió el Centre Català (1882), instrumento para la defensa de los intereses catalanes, siendo uno de los que se separaron del mismo para fundar la Lliga Regionalista de Catalunya, en cuyo seno fue un exponente de su corriente conservadora. Impulsor del Memorial de Greuges (documento dirigido a Alfonso XII en 1885, por representantes de las entidades económicas y culturales catalanas, en defensa de los intereses morales y materiales de Cataluña), promovió y financió la revista La España Regional (1886), que trataba de vincular los intereses económicos catalanes a los de las demás regiones españolas, y la publicación de La Jove Catalunya.
Miembro de la Real Academia de Bellas Artes de Sant Jordi de Barcelona e impulsor del grupo intelectual en el que participaban Ferran Alsina i Parellada, Enric Prat de la Riba y Antoni Gaudí, apoyó la obra de este último, que le construyó el Palau Güell (residencia urbana de Eusebio en la calle Nueva de la Rambla) y el Parc Güell (en la vertiente meridional del Carmelo, primera experiencia de ciudad jardín en Cataluña, que no tuvo éxito como tal), ambos en Barcelona, la cripta de la iglesia de la Colonia Güell y la finca El Capricho, en Comillas (Santander). Ejerció también un intenso mecenazgo: cabe destacar su apoyo a los músicos Josep García Robles, Melchor Rodríguez de Alcántara y Lluís Millet; a los escritores José María López-Picó y Ramón Picó y Campamar, que fue secretario suyo; a los pintores Pablo Picasso, Isidro Novell y Aleix Clapés y Puig; al geólogo, escritor y eclesiástico Norberto Font y Sagué; y al novelista José Pin y Soler. Cultivó la acuarela, el dibujo y la arquitectura. En 1910 le fue concedido el título de conde de Güell, y en atención a sus méritos su viuda recibió la Grandeza de España en 1919. Sus restos descansan en el monasterio de Pedralbes (Barcelona) y su retrato figura en la Galería de Catalanes Ilustres del Ayuntamiento de Barcelona.
Obras de ~: L’inmunité par les leucomaïnes, Paris, O. Berthier, Suc., 1886 (2.ª ed. 1889) (trad. ingl., Nueva York, 1889); Manantial de Garraf. Abastecimiento de aguas de Barcelona, Barcelona, Imprenta de Henrich y Cía., 1899; “Tres discursos”, en Lectura popular. Biblioteca d’autors catalans, vol. XVII, Barcelona, n.º 296, págs. 385-406.
Bibl.: Colonia Güell y fábrica de panas y veludillos de Güell y Cía. Breve reseña histórica escrita con motivo de la visita hecha a dicha Colonia por los Señores Congresistas de la Semana Social, Barcelona, Henrich, 1910; B. Bassegoda, El orgullo de la ciudad, Barcelona, 1918; M. d’Esplugues, El primer comte de Güell. Notes psicològiques i assaig sobre el sentit aristocràtic a Catalunya, Barcelona, Arts Gràfiques Nicolau Poncell, 1921; VV. AA., Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, t. XXVII, Barcelona, Hijos de J. Espasa, 1925, pág. 14; J. Vicens y M. Llorens, Industrials i polítics del segle xix, Barcelona, Teide, 1958, págs. 326-332; VV. AA., Diccionari biogràfic, vol. II, Barcelona, Albertí, 1966, pág. 359; A. de Fluvià, Una familia catalana de industriales y burgueses ennoblecidos: los Güell, Madrid, Hidalguía, 1970; M. A. Solà i Parera y A. de Fluvià i Escorsa, Gran Enciclopèdia Catalana, vol. XII, Barcelona, Enciclopèdia Catalana, 1975, págs. 276-277; VV. AA., Diccionari enciclopèdic, vol. V, Barcelona, Salvat, 1985, pág. 1742; R. Toran Belver y C. Cañellas Julià, Diccionari d’Història de Catalunya, Barcelona, Edicions 62, 1992, págs. 522-523; F. Cabana, Fàbriques i empresaris. Els protagonistes de la Revolució Industrial a Catalunya, 2. Cotoners, Barcelona, Enciclopèdia Catalana, 1993, págs. 157-166; La burgesia catalana. Una aproximació històrica, Barcelona, Proa, 1996, págs. 106-108; F. Artal i Vidal, “El desarrollo del pensamiento proteccionista catalán en la segunda mitad del siglo xix”, en E. Fuentes Quintana (dir.), Economía y economistas españoles, IV. La economía clásica, Barcelona, Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores, 2000, págs. 543-555; M. Rodrigo Alharilla, “Eusebio Güell Bacigalupi (1846-1918)”, en E. Torres (dir.), Los 100 empresarios españoles del siglo xx, Madrid, Lid, 2000, págs. 48-52.
Jordi Pascual Escutia
